Bailarina salvadoreña recibe presea por trayectoria en danza

La Escuela Nacional Morena Celarié rendirá tributo a la maestra Xucit Cuestas por su legado como balletista y entrega a la enseñanza.

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Rosemarié Mixco

2018-05-23 7:10:20

Disciplina, constancia y muchas horas de trabajo duro fueron la clave para hacer de Xucit Verónica Cuestas Bran una talentosa balletista. En la actualidad, la salvadoreña funge como maestra en su alma máter, la Escuela Nacional de Danza “Morena Celarié” y esta tarde recibirá la presea a la trayectoria como premio a sus esfuerzos.
El acto oficial del homenaje se llevará a cabo en las instalaciones del Centro Nacional de Artes (Cenar), en el Salón Carlos Cañas, a las 4:00 de la tarde.

Teatro Hamlet celebra 40 años de trayectoria con la obra “¿De qué se ríen las mujeres?”
Para percibir la pasión que esta bailarina siente por su arte, basta con disfrutar sus actuaciones sobre el escenario. Sea danza clásica o contemporánea, Cuestas expresa con todo su cuerpo la mística y dedicación que hace a una bailarina destacar del resto.
El reconocimiento llega a sus manos, precisamente, “por una vida entregada a la creación, desarrollo y enseñanza del ballet”, según lo detalla la invitación distribuida por el Ministerio de Cultura.

Con alumnas de Metrodanza, en Quito, Ecuador, 2010. Foto cortesía

“Me siento muy halagada por el reconocimiento a la opción que elegí desde que era una niña, y tengo la certeza de que lo que hago día con día, lo puedo enseñar con mucha convicción. Honestamente, creo que ha valido la pena el esfuerzo implementado a lo largo de muchos años de experiencia tanto como estudiante, como bailarina profesional y como docente de la danza”, expresó la homenajeada.
Era apenas una niña cuando tomó la decisión de entregarse a la formación artística en danza. Según lo que ella manifestó en una entrevista realizada por el Ministerio de Cultura, en el marco del Día Mundial de la Danza, fue un show del Lago de los Cisnes que se proyectó en Canal Nacional, lo que la empujó a iniciar su carrera de balletista.

Exponen retratos realistas de Francisco Wenceslao Cisneros
Esta disciplina es muy exigente, pero no fue suficiente para que Cuestas desistiera de su objetivo. Al cumplir los 12 años, se vio obligada a suspender sus clases de danza por la ola de violencia que enfrentaba el país, en tiempos del conflicto armado. Siete años después, la retomaría hasta convertirse en lo que hoy es, maestra y bailarina.

Escena de La Bella Durmiente, en Quito, Ecuador (primera de la izq.). Foto cortesía

“Tener el apoyo de mi familia a lo largo de todo este tiempo ha sido fundamental, gracias a ellos he podido crecer como artista, y con el paso del tiempo desarrollarme no solo como ejecutante de la técnica sino como maestra de futuras generaciones de profesionales en la danza”, concluyó.