Epistaxis: La pérdida de sangre frecuente en niños y adultos mayores

El sangrado nasal es un accidente muy frecuente, aunque los especialistas indican que la hemorragia es un síntoma que está siendo generada por una enfermedad base

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elsalvador.com

Por Texto: Kevin Eduardo Salazar

2014-08-09 7:00:00

A Luis, de 27 años, le detectaron leucemia en 2005. Los primeros síntomas fueron sensación de cansancio, hemorragias nasales y palidez en la cara. Él creyó que padecía de gripe y para evitar complicaciones acudió a su médico. “Me sentía agotado. Tuve episodios de sangrado de nariz que me duraban menos de 10 minutos y cuando salía de mi casa a divertirme con mis amigos me ponía peor. Yo supuse que era un resfriado. ¿Qué más podía ser?”, describió. En la consulta le diagnosticaron leucemia aguda linfoblástica T, condición que lo mantuvo alejado de sus círculos de amigos por ocho meses, mientras sus familiares buscaban una médula compatible para su recuperación.

En total fueron dos años fuertes para luchar contra la enfermedad. “Me sentía mejor. Empecé a ir al gimnasio, poco a poco volvía mi normalidad”, asegura hoy Luis. Pero ¿Por qué narrar un testimonio de leucemia cuando el enfoque es de hemorragia nasal? El Diario de Hoy conversó con el otorrinolaringólogo del Hospital de Diagnóstico, Juan Carlos Carías, sobre la epistaxis. “Toda hemorragia que se origina en el interior de las fosas nasales debe ser considerada en un análisis clínico como síntoma, por ende se debe buscar la causa o factor desencadenante para darle un tratamiento adecuado”, explicó el especialista.

Otro caso: Nayeli, de 13 años, ha tenido episodios ocurrentes de hemorragias nasales debido a que le gustaba hurgarse la nariz. Sus padres, con el temor que la niña padeciera de una enfermedad gravísima, la llevaron donde un especialista. Su examen nasal determinó excoriaciones (heridas) en el tabique anterior. Este trauma local es muy frecuente en la infancia (3 a 12 años). Este caso es otra forma de manifestación de la epistaxis. “Generalmente, se trata de un accidente banal, sin embargo la manifestación de estas hemorragias ayudan a detectar si el paciente corre peligro”, agregó el experto.

La nariz contiene una gran cantidad de vasos sanguíneos diminutos que sangran fácilmente. El aire que se mueve a través de ella puede secar e irritar las membranas que recubren su interior. Se pueden formar costras que sangran cuando se irritan. Las hemorragias nasales son más frecuentes durante el invierno, cuando los virus del resfriado son comunes y el aire de las áreas bajo techo tiende a ser más seco.

La mayoría de estas hemorragias ocurre en la parte frontal del tabique nasal, el pedazo de tejido que separa los dos lados de la nariz. Es de fácil tratamiento para detenerlo. Con menos frecuencia, las hemorragias nasales se pueden presentar en la parte alta del tabique o en una parte más profunda de la nariz.

Estas hemorragias pueden ser más difíciles de controlar y si no se pone atención pueden provocar un ahogamiento en la persona y puede provocar la muerte.

“La epistaxis puede ser provocada por alergias, resfriados, estornudos o problemas sinusales; aire frío o seco, sonarse la nariz con fuerza, abuso de los aerosoles nasales descongestionantes y los irritantes químicos”, comentó el doctor Juan Carlos Carías.

Las hemorragias nasales repetitivas también pueden ser un síntoma de otra enfermedad, como hipertensión arterial, un trastorno hemorrágico o un tumor de la nariz o de los senos paranasales. Los anticoagulantes como la warfarina (Coumadin), clopidogrel (Plavix) o el ácido acetilsalicílico (aspirina) pueden ocasionar o empeorar una hemorragia nasal.

Localizaciones de la epistaxis

Para Carías es importante en qué parte de la nariz se está provocando la hemorragia nasal, por lo que debe ponerse atención para tratarlo adecuadamente.

“Los focos principales son las zonas bajas, famosamente conocida como ‘Kiesselbach’ o manchas vasculares, estás se ubican a ambos lados del tabique nasal y en su parte anterior baja y son fáciles de visualizarse por una mancha roja en forma de ‘araña vascular'”, indicó.

A estas se le agregan otros dos focos: los superiores y las posteriores. “Las superiores generan las hemorragias en el hueso etmoides, que está encajado en la escotadura del hueso frontal de los vertebrados, y que concurre a formar la base del cráneo, las cavidades nasales y las órbitas. Las posteriores se dan en la arteria esfenopalatina, es decir, la conexión entre el cuello y la cabeza”, explicó el médico.

Tomando en cuenta los focos donde se gesta la pérdida de sangre, las causas son locales y sistémicas.

“Aclarando conceptos, los factores locales son las inflamaciones como la rinitis alérgica, los traumas locales, provocado por hurgarse la nariz, las deformaciones del tabique a causa de la sífilis, consumo de cocaína, entre otras. Estas solo puede solucionarse con una intervención quirúrgica. Además tenemos los cuerpos extraños, enfermedades granulomatosas como sarcodiosis, y por último los tumores”, enfatizó Carías.

El otorrinolaringólogo aclaró que las sistémicas son discrasias sanguíneas como la enfermedad de Von Willebrand, hemofilia y tratamiento anticoagulante. También por las alteraciones vasculares provocadas por las enfermedades de Osler- Weber -Rendu (patologías hereditarias) y el abuso de medicamentos.

Según el médico, el 90 % de las hemorragias son locales, dato que concuerda con las estadísticas del Ministerio de Salud y de Prevención Social (MINSAL), que hasta agosto de 2014, tienen registrado 52 casos, la mayoría en el departamento de Santa Ana, en Coatepeque, Chalchuapa, El Provenir y la cabecera. Seguido por San Salvador en los principales municipios del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS): Cuscatancingo, Ciudad Delgado, San Marcos, San Salvador, San Martín y Soyapango.

Según los datos, los afectados han sido niños de 4 a 12 años y adultos mayores. Sin complicaciones en sus estados de salud.

Los especialistas en otorrinolaringología del sitio informativo netdoctor.net, Jesús Iniesta Turpín y Salvador Pertusa Martínez, aconsejan que si hay alertas de hemorragia nasal: siéntese derecho con su cabeza ligeramente inclinada hacia delante. Luego, comprima la punta de su nariz durante 5 minutos mientras respira por la boca.

Si el sangrado remite, entonces vuelva a comprimir su nariz durante 8-10 minutos. Esto permitirá el cese definitivo de la hemorragia y por último, aplique un cubito de hielo sobre la nariz, esto favorece que fluya menos sangre por la zona y por lo tanto puede ayudar también a un control más eficaz del sangrado.

Según Carías, el 30 % de las epistaxis tienen una base patológica de índole local, el 70 % restante se corresponde con las epistaxis que tienen una base patológica de carácter general.

Tratamiento médico

La práctica demuestra que cualquier epistaxis tratada con un taponamiento nasal y tratando simultáneamente la causa o enfermedad de base, evoluciona de forma más rápida que aquellas que son únicamente taponadas o cauterizadas.

También, instaurándose el tratamiento farmacológico adecuado a la problemática nasal puede evitarse al paciente el trauma del taponamiento.

Para reducir la probabilidad de adquirir una epistaxis, lubrique los conductos nasales secos cercanos al frente de la nariz. Aplique el lubricante al interior de la nariz. Puede hacer esto a la hora de dormir o hasta tres veces al día, use spray nasal salino para humedecer las fosas nasales, no se hurgue la nariz y por último, humedezca el aire, sobre todo en las habitaciones.