Ascitis, cáncer en el área abdominal

ES LA EXCESIVA ACUMULACI??N DE L??QUIDO EN EL ABDOMEN QUE MUCHAS VECES ES CONFUNDIDA CON EL SOBREPESO O "LA BARRIGA CERVECERA". Afecta a hombres y mujeres por igual

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elsalvador.com

Por Texto: Kevin Eduardo Salazar Twitter: @KevinESalazar

2014-03-29 7:00:00

Carmen comenzó a sufrir molestias abdominales, dolores de espalda, indigestión y acidez. Su médico de cabecera le sugirió que cambiara su dieta y le recetó medicamento para la digestión. Después de varias semanas de no haber tenido ninguna mejora, fue a ver a su gastroenterólogo, quien le diagnosticó piedras en la vesícula y se sometió a cirugía.

La recuperación tardó un mes. Se agudizaron la fatiga, la acidez y los calambres estomacales. Pensó que eran efectos secundarios de la cirugía. Acudió rápido a su médico, este le recetó antiácidos. Al no ver ninguna mejoría, decidió no visitarlo más.

Más síntomas se le presentaron. Tuvo problemas para respirar, varias sensaciones de saciedades precoces con las comidas, hubo aumento de ruidos intestinales y alteración del ritmo intestinal. Aun así, se mantuvo alerta. En un examen rutinario de ginecología, Carmen, de 65 años, le comentó a la especialista que comenzaba a sentir presión en el área de la pelvis y una sensación de quemazón en la vejiga. Ella le recetó antibióticos, pues su examen de Papanicolaou (esta prueba busca la presencia de infección, inflamación, células anormales o cáncer).

Después de un año, se agudizó su problema de apetito. No comía y se sentía llena, hinchada y el estómago inflamado. “Mis hermanos comenzaban a decirme que estaba embarazada. Hasta cuando jugaba tenis, mi instructor me decía que mi condición física no era la ideal para hacer deportes. Eso me entristecía y me puso abdominales. Pero mi estómago seguía igual: hinchado”, comentó Carmen.

Ella recurrió a un cirujano plástico para hacerse el “tummy tuck” (una cirugía estética utilizada para hacer el abdomen más firme). “Yo estaba feliz por haberme quitado la barriga. La felicidad me duró poco. Varias semanas después, el lado derecho de mi abdomen comenzó a verse protuberante”, agregó. “Mi cirujano dijo que posiblemente era un hematoma de sangre, pero me ordenó hacerme un CT Scan y examen de sangre CA 125, un marcador de tumor. Los resultados fueron impresionantes, mi abdomen estaba lleno de fluido y mi CA125 estaba por las nubes”.

Los exámenes revelaron que Carmen padecía de la etapa III de cáncer de ovario, que se había metastizado a la pelvis, ganglios linfáticos, intestinos e hígados.

“A medida que se acumula el líquido, se puede presentar dolor abdominal. Las grandes cantidades de líquido ascítico puede ocasionar problemas para respirar”, explicó la doctora en ontología clínica, Cecilia Martínez de Monrroy, del Hospital de Diagnóstico.

Este padecimiento recibe el nombre de ascitis, una acumulación de líquido en el espacio que existe entre el revestimiento del abdomen y los órganos de la cavidad peritoneal.

“La ascitis es producto de ciertos cánceres en el abdomen, entre ellos: cáncer de colon, ovario, útero, de páncreas e hígado”, agregó, “afecta al 5% de la población, por lo que uno como especialista debe conocer cuadro clínico del paciente con todos los exámenes para poder darle tratamiento donde la persona pueda convivir con la enfermedad”, explicó la especialista en el tema.

Los síntomas que manifiestan la presencia del líquido ascítico es la hinchazón abdominal, sensaciones de agotamiento, pesadez o saciedad, náuseas, cambios en el ombligo, tobillos inflamados, fatiga, indigestión y disminución del apetito.

Para diagnosticar la ascitis, es posible que su médico solicite un examen de su abdomen y le pregunte cualquier síntoma antes mencionado. Las pruebas que diagnostican el cáncer en el área abdominal son: radiografía (una fotografía al interior del cuerpo), ultrasonido (un estudio por imágenes que utilizan sonidos), tomografía axial computarizada (TC o TAC en inglés, retrata el interior del cuerpo de forma tridimensional) y paracentesis (extracción con una aguja el líquido extraído del abdomen).

Dentro del diagnóstico puede encontrarse de 10 a 12 litros de líquido ascítico, una razón clave por el aumento de volumen del abdomen. “Puede confundirse que la obesidad genera este cáncer. Sólo es un factor para que se geste, pero cada persona debe recordar que dependiendo del cáncer base que tenga, debe tratarse la ascitis para tener una recuperación que le dé alivio al paciente”, aseguró de Monrroy.

Carmen siempre mantiene los dolores pélvicos. Se ha sometido a quimioterapia de Taxol y Carboplatin. Pese a eso, la han identificado más células cancerígenas en su cavidad abdominal. Pero sigue teniendo mucha fe y apoyo de sus familiares. En cada quimioterapia, nunca piensa que está en enferma, siempre se dice “tú no estás enferma”. Ella es un ejemplo de vida contra este tipo de cáncer.