Yoga: aliado en la lucha contra el cáncer de seno

En el Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, es importante ofrecer alternativas de bienestar para pacientes o sobrevivientes. Conoce cómo esta disciplina milenaria puede aliviar algunos dolores en este proceso.

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Foto Por Shutterstock

Por Sara Castro

2019-10-25 4:30:10

El yoga tiene una energía curativa incalculable, argumento suficiente para que las mujeres que han sido diagnosticadas con cáncer de seno o están en tratamiento puedan incorporar esta disciplina a su vida.

Para quienes ya han superado la enfermedad, las secuelas de una cirugía o radioterapia podrían ser severas; sin embargo, el yoga terapéutico puede rehabilitar las distintas áreas afectadas, como los músculos, los tejidos conjuntivos, la piel y las cicatrices.

“Cualquier paciente de cáncer puede mejorar tanto su estado físico como emocional en todas las etapas de la enfermedad practicando yoga”, comentó la yogui Amy Dara al blog Yoga en red. La experta agregó que la intensidad dependerá del paciente, pero se recomienda una mezcla de Hatha yoga, Vinyasa y meditación.

Conoce asanas que alivian y cómo contribuye esta disciplina en cada etapa:

Las asanas propuestas por los especialistas pueden aliviar las náuseas, la depresión y la ansiedad. Es recomendable que consulte con su doctor de cabecera la incorporación de una rutina de ejercicios y acérquese a un profesor certificado.

Torsión media: muchas pacientes presentan dificultades de movilidad en el cuello, tronco y brazo en el lado afectado. Esta postura es idónea porque estira los hombros y el cuello, alivia el dolor de espalda y la fatiga; varios textos tradicionales indican que “destruye las enfermedades más mortales”. Siéntate en un mat, dobla la rodilla derecha y esconde el pie derecho bajo el glúteo derecho. Dobla la rodilla izquierda y pasa el pie por encima de la rodilla derecha. Pasa el brazo derecho por encima de la rodilla izquierda y gira suavemente el tronco y la cabeza 90º a la izquierda.

Luna creciente: esta asana es responsable de tener una postura correcta a través de la elongación axial, fortalece los músculos de la espalda y los brazos, estimula la flexibilidad de todo el cuerpo y, sobre todo, alivia el estrés y ofrece paz mental. De acuerdo con una investigación de médicos del Anderson Cancer Center, “el yoga mejora la depresión, el estrés y el cansancio”.

Guerrero 2: esta es una postura a nivel de principiantes en Vinyasa yoga, con ella puedes estirar el pecho y los hombros, se alivia el dolor de espalda, mejora la capacidad de respiración y aumenta la circulación en el cuerpo. Para lograr ejecutarla, separa las piernas hasta que haya una distancia aproximada de un metro entre un pie y otro. Levanta los brazos paralelamente al suelo y extiéndelos cada uno hacia un lado, con la mano extendida.

El yoga puede ser beneficioso sin importar en qué etapa de la enfermedad se encuentra el paciente . Conoce su impacto en estas fases:

Diagnóstico: la especialista Amy Dara explicó que el yoga contribuye a preparar el cuerpo para los tratamientos, ya que fortalece músculos y huesos y se superan miedos e incertidumbres.

Cirugía: el yoga mejora el sistema inmunológico, reduce el riesgo de coágulos de sangre y ayuda a la adecuada curación de la zona intervenida.

Quimioterapia o inmunoterapia: alivia la fatiga relacionada con el cáncer, mejora la concentración, calma el malestar estomacal y aumenta la autoestima .

Radioterapia: reduce el riesgo de rango limitado de movimiento de las zonas afectadas por quemaduras y alivia las molestias.

Fin de los tratamientos: ayudará a restaurar la normalidad en el cuerpo y la mente, a reducir el riesgo de depresión tras el largo y duro procedimiento.

El centro especializado Yogashala invita mañana a su última clase del mes: “Yoga para todos”. La actividad se realiza en el Parque Bicentenario, a partir de las 6:30 a.m. Entrada gratis.