¿Vuelven las cejas finas?

Actrices, influencers y modelos son a menudo responsables de las modas, y en lo que se refiere a la forma de llevar las cejas, no es la excepción. Sin embargo, las expertas no recomiendan ceñirse a este tipo de tendencias. Aquí te explicamos el motivo.

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La mejor ceja es la que se adecua a tu rostro, aportando equilibrio. / Foto Por Shutterstock

Por Agencias

2019-09-08 4:30:09

Las cejas más sobresalientes son aquellas que armonizan el óvalo facial, aportan equilibrio y expresión a la mirada, aquellas que enmarcan los ojos con fuerza y brío, no las que se ven en las pasarelas o en las diferentes redes sociales.

Es importante aclarar que las cejas perfectas no existen; estas se construyen, se diseñan. Es más, de ser las grandes olvidadas se han convertido en protagonistas en los últimos tiempos.

Son como la moda, vienen y van, se afinan o ensanchan a capricho. En los años 80, Madonna las lucía pobladas y poderosas, y en los años 90 se impuso el minimalismo.

La modelo Cara Delevingne las presume salvajes y la cantante Rihanna las luce hiperdepiladas. Entonces, ¿vuelve la ceja fina?
“Cuando se habla de cejas es mejor no seguir las modas”, manifestó la maquilladora y peluquera Charo Palomo, quien considera que un buen diseño de cejas es aquel que se realiza en función de las necesidades del rostro.

Cada época ha tenido un estilo diferente. En la década de los 20, las actrices del cine mudo representaban a la perfección la forma de cejas de aquella época, se llevaban extremadamente delgadas, largas y curvas, con una ligera expresión de tristeza en el rostro.

En los años 30 se llevaban muy finas, pero el arco se pronunciaba más, dotando de dramatismo a la mirada, como la de Greta Garbo.
Después, en los 40, empiezan a ensancharse, como se puede ver en el rostro de Marlene Dietrich. En la década de los 50, Marilyn Monroe puso de moda las cejas más arqueadas para conseguir una mirada sexi, mientras que Audrey Hepburn que se decantó por lucirlas naturales y un poco más gruesas.

En los 70, se vuelven a llevar más finas y arqueadas. Es una estética muy cuidada, que contrasta con el movimiento hippie que apostaba por una belleza más natural.

En los años 80 se imponen las cejas muy pobladas, se les permite crecer a su libre albedrío, sin quitar ningún pelito. Madonna es la reina indiscutible de esta década.

La vigilante de la playa más famosa, Pamela Anderson, abanderó la vuelta de las cejas depiladas, más redondeadas y finas.
Ya entrados en los 2000 se vuelve a la naturalidad.

Se llevan cuidadas, pero no muy depiladas para proporcionar intensidad a la mirada.

Hoy se impone la naturalidad, eso sí, muy cuidada, ningún pelito está descuidado. Por lo mismo, los productos y maquillajes de cejas son imprescindibles.

En manos de la cosmética

Si la naturaleza no te ha dotado de unas buenas cejas no desesperes, pues hoy en día es fácil conseguirlas.
Esto se hace con productos que fortalecen y acondicionan los folículos pilosos de las cejas, a la vez que las oscurecen con tintes naturales de extractos botánicos para recuperar su forma natural, haciéndolas más tupidas.

También se pueden pigmentar con el nanoblading, una técnica que consigue definir y dibujar una ceja poblada pero natural al aplicar pigmentos semipermanentes en las capas superficiales de la piel, un tratamiento que dura entre tres y seis meses y que se debe de hacer con el consejo y las manos de un experto.

Otra técnica para conseguir unas cejas de impacto es el microblading, un proceso por medio del cual se deposita pigmento en la capa más externa de la piel. Este dura unos dos años, pero para mantenerlas en perfecto estado se recomienda un retoque anual.

Para resultados más duraderos están el shading y la micropigmentación. El primero las sombrea según la intensidad deseada; mientras que el segundo se realiza en la capa media de la piel, como un microtatuaje, y puede durar 10 años.

Cuidados diarios

Para proteger tus cejas es importante cepillarlas y peinarlas con mimo todos los días, para mantenerlas limpias y pulidas.
Al desmaquillarlas es imprescindible hacerlo con mucha suavidad y con productos que no agredan ni dañen el pelo. —Agencias