Importación de vinos y licores cae $3 millones en 2020

Las compras al extranjero habían presentado un crecimiento sostenido de 30 % en los últimos años. Mientras las producción local ha presentado decrecimiento.

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En el país se encuentran los vinos chilenos en mayor cantidad por el tratado de libre comercio que permite importarlos a un precio menor que los provenientes de Argentina. Foto EDH / archivo

Por Magdalena Reyes

2020-11-12 4:31:48

En vinos, rones, cervezas de malta y otros licores se ha importado este año un total de $5,013,581, lo que representa una caída de $3 millones, ya que el año pasado el país compró $8,011,251 a proveedores en el extranjero.

Este sector, al igual que muchos otros, se vio afectado por el cierre total de sus principales canales de distribución, como hoteles, discotecas, bares y restaurantes, además de la línea de consumo dentro de los establecimientos, explica Roberto Mayorga, gerente general de la Distribuidora Salvadoreña (Disal) y presidente de la Asociación de Destiladores y Licoreros (ASDYL).

Mayorga agrega que esa línea de consumo que estuvo cerrada al 100 % durante la cuarentena representa entre el 15% y 20 % de las ventas de bebidas alcohólicas.

Los otros canales de distribución son las cadenas de supermercados, las abarroterías, tiendas de conveniencia, sobre todo para los licores destilados, donde se distribuye el resto de productos, dice.

Las compras bajaron a pesar de que el principal canal de distribución, es decir los supermercados, no pararon de trabajar.

De hecho, en el canal que se ha dado mayor crecimiento de venta es el de supermercados, incluso antes de la pandemia, sobretodo porque brinda mayor seguridad para el consumidor, dice Mayorga.

Pero uno de los mercados más dinámicos en este momento es el de las cervezas, añade Mayorga.

La importación de cerveza centroamericana ha despuntado por la entrada de productos como Toña, de Nicaragua, así como Bravha y Gallo de Guatemala, afirma.

Además dice que hay una cantidad enorme de cerveza proveniente de Holanda y Bélgica, pero a pesar de la diferencia de precios en los supermercados, ya que una de importación puede costar $1.55, mientras que una local ronda el $1.05, la diferencia de precios no afecta.

“Al consumidor de cerveza le gusta estar probando, es igual que el consumidor de vino, si tiene el poder adquisitivo le gusta estar probando cervezas nuevas, importadas”, explica Mayorga.

En cuanto a volumen, detalla que es más grande el consumo de cervezas en el país, pues son 15 millones de cajas al año la consumidas, versus el de licores y vinos que es 1.2 millones de cajas.

Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), la importación de cerveza este año alcanzó los $10,766,925, es decir poco más del 50% de lo que se trajo del extranjero el año pasado cuando se compró $19,503,875.

La cerveza tiene una distribución más abierta y se vende en unos 35,000 puntos, en comparación con la venta de los licores que está más concentrada en unos 2,000 lugares, porque se requiere de un permiso, según datos de ASDYL.

Los principales proveedores de cerveza este año han sido México con $3,672,875, seguido de Estados Unidos con $1,666,448; le sigue Guatemala con $1,482,093 y el cuarto proveedor es Bélgica con $1,074,468.

Costa Rica, Alemania, Nicaragua y Holanda también han hecho exportaciones considerables al país.

El año pasado los principales montos de importación de cerveza fueron en marzo con $2,861,432 y en octubre con 2,526,376.

Este año el principal monto de importación de cerveza fue en febrero, previo a la pandemia y al cierre económico, por $2,141,677.18, pero en mayo cayó a $189,939.

Ya en los meses de agosto y septiembre se ha observado una lenta recuperación con $1,277,949 y $1,186,099, respectivamente, luego de la reapertura económica que ha permitido la operación de bares y restaurantes al 50 % de su capacidad.

La expectativa de los distribuidores está puesta en la temporada de fin de año. De los productos hechos a nivel local, hay unos 12 distribuidores entre pequeños y medianos; y distribuidoras de licores y vinos importados hay unos 25.

¿De dónde llegan los vinos?

En lo que va del año, la importación de vinos ha sido de $3,357,367 y el año pasado fue de $5,952,434.

Chile es uno de los grandes proveedores de esta bebida, ya que este año se le ha comprado $1,415,412 en botellas de hasta dos litros y representa el 47.49 % de las importaciones totales, pero ha tenido una caída, ya que el año pasado se importó $2,656,246 de vinos chilenos.

Pero entre los principales proveedores de vinos espumosos está Francia, que este año ha vendido al país $162,692 versus los $269,120 del año pasado. También es uno de los principales abastecedores de botellas de vino de hasta dos litros y ha vendido $232,902 a El Salvador, lo que representa una baja respecto a 2019 cuando se le compró $552,795.

Italia también vendió al país $224,149 en botellas de vino de hasta dos litros. Otros países que han vendido vinos a El Salvador este año son Australia, Guatemala y Alemania.

Los licores también llegaron en menor escala

En cuanto a los licores, el país importó $2,449,985 en agua ardiente y alcohol etílico, principalmente de Estados Unidos, Guatemala y México.

De Ron se compró $4,625,788 en lo que va del año, en su mayoría producto de Guatemala por $3,143,371, seguido de Nicaragua por $934,492 y de República Dominicana por $135,016.

De los destinos más lejanos de donde llega el ron están Suecia, Holanda, Reino Unido e Islas Reunión en Francia.

De otros licores se compraron $218,990, cuyos principales vendedores fueron Irlanda, Estados Unidos, México y el Reino Unido, según los datos del BCR.