Vilma Palma e vampiros puso la pachanga en el Cifco

Los argentinos lograron llevar al público al éxtasis musical. Por su parte, Miguel Mateos le entregó romance a la noche del jueves pasado.

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La banda argentina se lució, como siempre. / Foto Por EDH

Por Eduardo Alvarenga

2019-08-31 4:30:03

La noche del jueves el público salvadoreño vivió una experiencia única durante el concierto que reunió a Vilma Palma e vampiros y a Miguel Mateos.

Eran las 9:15 p.m., tras aproximadamente 45 minutos de la participación del cantante salvadoreño Álex Oviedo, la audiencia estaba lista para los argentinos.

Pero antes Oviedo se encargó de romper el hielo en el anfiteatro del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco). Lo logró con el mítico tema “Hacer nuestro el universo”, canción que selló el amor de muchas parejas salvadoreñas en los años 90.

“No hay mejor regalo para un artista nacional, que ser recibido así por su público”, reconoció el artista. Los ánimos estaban arriba, justo para recibir a los titulares de la noche, que desde hace más de diez años no se presentaban en el país.

Al ritmo de “Me vuelvo loco por vos”, los originarios de Rosario subieron a los presentes a un trayecto que incluiría “Un camino hasta vos”; y a algunas sendas ajenas como “La muralla verde”, “De música ligera” y hasta “Let it be”, todo por supuesto abordo del infaltable “Auto rojo”.

Con los ánimos a tope, a las 10:13 p.m. sonaba “Voy a vos”, el tema que en 1995 todavía se colaba en las listas de popularidad de las radios nacionales. Ese mismo año, Claudia Henríquez se graduó de bachiller del Colegio Belén, en Santa Tecla. Ahora, 24 años más tarde, decidió reunirse con cuatro de sus amigas de estudio.

Una vincha negra con el nombre de Vilma Palma e vampiros en letras doradas fue su uniforme.
“Hemos vuelto a vivir la juventud, la época más bonita para uno. Estas tres bandas significan mucho para nosotras”, contó emocionada Henríquez.

La noche siguió y los presentes refrescaban el calor del anfiteatro con “Un Fernet con coca”. Otras como “Travesti” y “Mojada” emocionaron a los presentes, quienes se dieron por satisfechos, incluso, luego de escuchar “Adiós amor”.
Después de un intermedio, Miguel Mateos subió a escena y advirtió “Llámame si me necesitas”, la cual fue cantada con emotividad por muchos. Con espíritu reflexivo y melancólico, planteó a los presentes que si tuviéramos alas podríamos salir y escapar hasta ese lugar donde, seguramente encontraríamos “Mi sombra en la pared”.

Otras propuestas de Mateos fueron cayendo “lenta, lentamente” hasta el interior de los sentimientos de sus letras, al punto de gritar a todo pulmón: “Desnúdame”.

En las caras de los asistentes no faltaba el que estaba “Clavado a un sentimiento”, porque Mateos certificó que “Es tan fácil romper un corazón”, así como el público habría terminado si él no hubiera atendido los gritos de “otra, otra”.

Y es que, aunque el argentino puso todo el sentimiento en su canto, aún hacía falta algo. “Qué quieren de mí”, preguntó el cantante, la respuesta fue “Obsesión”.