Ya son seis los años que don Vicente Vásquez ha celebrado el Día del Maestro. Un festejo que había pasado a segundo plano debido a su precaria situación económica.
Desde que comenzó a trabajar en el Cantón Palo de Campana, de Santa Ana, su sueldo base fue de 180 dólares mensuales, sin ningún tipo de prestación y recorriendo casi 16 kilómetros a pie todos los días. Estos sacrificios que Vicente ha afrontado son por amor a su profesión.
Este año, el Día del Maestro representa para Vicente una nueva esperanza para él y su familia. Luego del reportaje publicado en El Diario de Hoy, en donde se describieron las condiciones de trabajo y vida del maestro de Palo de Campana, su historia tomó relevancia dentro y fuera del territorio salvadoreño, ya que la indignación por su condición y la solidaridad con su situación fueron detonantes de numerosas reacciones.
Vicente considera que el reportaje cambió su vida totalmente, ya que muchas personas contactaron al docente para brindarle pequeñas ayudas económicas como premio a su noble labor. Las muestras de apoyo llegaron, incluso, hasta la escuela de Palo de Campana.
Para que pueda desarrollar su trabajo, al maestro le obsequiaron una computadora portátil y otros artículos; sin embargo, la ayuda más significativa fue el aumento salarial por su labor de docente. Este acuerdo, vigente a partir de mayo, le otorga un incremento en su salario, además de obtener prestaciones conforme a la ley y un aguinaldo bajo la modalidad de interinato.