Oxford reanuda los ensayos de la vacuna contra la COVID-19

Los ensayos fueron detenidos luego que un paciente presentara una “sospechosa” inflamación en la médula espinal.

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En el laboratorio el personal trabaja hasta los fines de semana y la presión crece para encontrar lo antes posible una vacuna contra la COVID-19. Foto EDH/ AFP

Por EFE

2020-09-13 12:00:16

Los ensayos clínicos de la vacuna contra la COVID-19 que desarrollan la Universidad de Oxford y AstraZeneca se reanudarán tras ser interrumpidos por la reacción adversa sufrida por un voluntario.

Esta vacuna es una de varias que se están desarrollando en todo el mundo a gran velocidad a fin de contener la pandemia del coronavirus, que ha causado ya más de 28 millones de casos y más de 900,000 muertos.

En un comunicado divulgado ayer, la universidad de Oxford indicó que las pruebas clínicas de la sustancia denominada ChAdOx1 nCoV-19 se reanudarán tras una pausa como medida de precaución.

Esta posible vacuna está en las fases finales de los ensayos clínicos antes de dar la autorización de los organismos reguladores para proceder a inmunizar a la población.

A finales de agosto, la Unión Europea cerró con AstraZeneca un “primer contrato” que le garantizaba el acceso a 300 millones de dosis de la vacuna, por lo que la suspensión de los ensayos supuso un serio motivo de preocupación en Europa y en todo el mundo.

La universidad indicó que en todo el mundo unas 18,000 personas han recibido esta vacuna en estudio como parte de los ensayos clínicos y que, en pruebas tan amplias como esta, se espera que algún participante pueda sentirse mal.

“Cada caso debe ser evaluado cuidadosamente” para confirmar la seguridad de la vacuna, añadió el comunicado de Oxford.

Las pruebas empezarán otra vez tras completarse el proceso de revisión independiente y tras el visto bueno de la Autoridad de Regulación de Medicinas para la Salud (MHRA, por sus siglas en inglés), regulador del sector farmacéutico.

“No podemos desvelar la información médica sobre la enfermedad (del voluntario) por razones de confidencialidad del participante”, explicó la casa de estudio.

“Estamos comprometidos -añadió- con la seguridad de nuestros participantes y el más alto nivel de conducta en nuestros estudios y seguiremos de cerca la seguridad” de las dosis.
Las pruebas fueron interrumpidas después de que la universidad detectara una sospechosa inflamación de la médula espinal en una voluntaria del Reino Unido.

La potencial vacuna, que dio resultados prometedores en los primeros ensayos, estaba siendo sometida a pruebas clínicas en el Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica.