Universitaria condenada por calumnias contra catedrático

Otra alumna fue absuelta porque no figuraba en los actos donde se calumniaba al profesor. Lissania Carolina Zelaya fue condenada a pagar $2,027 y a indemnizar al profesor por daños.

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Berta de León mencionó que hubo una desigualdad del Tribunal en valorar los testimonios de las víctimas. Foto EDH/ Jaime López

Por Jaime López

2019-12-12 6:25:24

El Tribunal Sexto de Sentencia de San Salvador encontró culpable a Lissania Carolina Zelaya del delito de calumnias en contra del catedrático, Ricardo Mendoza Alberto, a quien señalaban de ser acosador, agresor y violador sexual en diferentes actividades públicas.

Mendoza Alberto imparte el Diplomado de Teatro de la Universidad de El Salvador desde de hace más de 15 años y las imputadas eran sus alumnas.

La jueza en su fallo absolvió a la otra universitaria, Guadalupe Yamileth Hernández Carranza, quien también fue procesada por el mismo delito, al no haber pruebas que la incriminaran.

Como prueba contra las jóvenes el profesor ofreció vídeos, fotografías y testigos quienes corroboraban que Zelaya en compañía de otras compañeras se presentaba a las obras de teatro dentro de la Universidad de El Salvador y fuera de esta, con pancartas y todo tipo de volantes en el que lo retrataba como acusador, agresor y violador sexual.

No hizo análisis con perspectiva de género

“Lamentamos que en este país sea mujer la jueza y que no haga su análisis con perspectiva de género. Se ha visto la desigualdad como ha valorado los testimonios de las víctimas”

Bertha Deleón, abogada de acusadas.

El problema que la jueza encontró es que las supuestas víctimas de acoso sexual (integrantes del colectivo Amorales) y que en este proceso figuraron como imputadas, no siguieron los canales adecuados, como acudir a la Fiscalía General para denunciar al profesor sino hasta en 2018.

Tampoco presentaron evidencias que ilustraran al tribunal que ellas y sus demás compañeras habían sido ultrajadas sexualmente. Como prueba de descargo, las imputadas dijeron que el profesor en una ocasión le pidió a una de sus alumnas que posara desnuda, también vía mensaje de WhatsApp invitaba a las alumnas a las obras de teatro que él organizaba tanto dentro como fuera de la UES.

Ellas presentaron algunas de esas pruebas, pero no fueron los suficientemente contundentes para afirmar que el profesor Mendoza Alberto era un agresor sexual.

La condena de la joven Zelaya no la pagará con prisión sino con 200 días multa que suman $2,027, en la categoría de servicios, equivalente a 304.17 mensuales.

También fue condenada por responsabilidad civil por los daños materiales y emocionales ocasionados al profesor Mendoza Alberto, quien según peritajes forenses realizados por Medicina Legal reflejó daños psicológicos que requerirá un tratamiento para superar el trauma al que fue sometido.

Solo que en esta condena, la jueza Sexto de Sentencia no precisó la cantidad de dinero que deberá la imputada pagar al catedrático, para lo cual, la víctima deberá recurrir a un tribunal de lo Civil para que en otro proceso judicial establezca el monto de la indemnización.

Grupo feminista que llegó durante la audiencia preliminar a respaldar a los tribunales a las dos universitarias acusadas de calumnia. Foto EDH / archivo

De forma preliminar afirmó la jueza que la calumnia sufrida por el catedrático causaron daños por el orden de $10,000 y $15,000.

La abogada defensora de Lissania Carolina y Guadalupe Yamileth, Bertha Deleón cuestionó en su condición de mujer el fallo de la jueza.

“Consideramos que este es un precedente bastante nefasto en cuanto a los hechos y verdades de las mujeres, vamos a presentar la apelación ya que la jueza determinó que Lissania Zelaya es responsable del delito de calumnia”, manifestó Deleón.

Agregó que la resolución revela la discriminación intrínseca de género cuando se trata de resolver los casos por parte de juezas y jueces de este país. “Se ha visto la desigualdad, cómo ha valorado los testimonios de las víctimas de violencia sexual por parte del profesor, la rigurosidad con la que ha analizado el testimonio versus el análisis de los vídeo respecto a la situación de Guadalupe”, concluyó Deleón.