El Tribunal Sexto de Sentencia de San Salvador encontró culpable a Lissania Carolina Zelaya del delito de calumnias en contra del catedrático, Ricardo Mendoza Alberto, a quien señalaban de ser acosador, agresor y violador sexual en diferentes actividades públicas.
Mendoza Alberto imparte el Diplomado de Teatro de la Universidad de El Salvador desde de hace más de 15 años y las imputadas eran sus alumnas.
La jueza en su fallo absolvió a la otra universitaria, Guadalupe Yamileth Hernández Carranza, quien también fue procesada por el mismo delito, al no haber pruebas que la incriminaran.
Como prueba contra las jóvenes el profesor ofreció vídeos, fotografías y testigos quienes corroboraban que Zelaya en compañía de otras compañeras se presentaba a las obras de teatro dentro de la Universidad de El Salvador y fuera de esta, con pancartas y todo tipo de volantes en el que lo retrataba como acusador, agresor y violador sexual.
No hizo análisis con perspectiva de género
El problema que la jueza encontró es que las supuestas víctimas de acoso sexual (integrantes del colectivo Amorales) y que en este proceso figuraron como imputadas, no siguieron los canales adecuados, como acudir a la Fiscalía General para denunciar al profesor sino hasta en 2018.
Tampoco presentaron evidencias que ilustraran al tribunal que ellas y sus demás compañeras habían sido ultrajadas sexualmente. Como prueba de descargo, las imputadas dijeron que el profesor en una ocasión le pidió a una de sus alumnas que posara desnuda, también vía mensaje de WhatsApp invitaba a las alumnas a las obras de teatro que él organizaba tanto dentro como fuera de la UES.
Ellas presentaron algunas de esas pruebas, pero no fueron los suficientemente contundentes para afirmar que el profesor Mendoza Alberto era un agresor sexual.
La condena de la joven Zelaya no la pagará con prisión sino con 200 días multa que suman $2,027, en la categoría de servicios, equivalente a 304.17 mensuales.
También fue condenada por responsabilidad civil por los daños materiales y emocionales ocasionados al profesor Mendoza Alberto, quien según peritajes forenses realizados por Medicina Legal reflejó daños psicológicos que requerirá un tratamiento para superar el trauma al que fue sometido.
Solo que en esta condena, la jueza Sexto de Sentencia no precisó la cantidad de dinero que deberá la imputada pagar al catedrático, para lo cual, la víctima deberá recurrir a un tribunal de lo Civil para que en otro proceso judicial establezca el monto de la indemnización.