Unicef llama a que se invierta en la niñez y la adolescencia

En el marco de la conmemoración de los 30 años de la firma de la Convención de los Derechos del Niño, El Salvador sigue teniendo grandes desafíos. El país ha dado algunos pasos significativos en materia de salud y educación, pero falta mucho por recorrer.

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Por Roberto Alas / Alejandra García / César Jiménez

2019-11-19 9:30:22

Este día se cumplen 30 años en que los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobaron la Convención sobre los Derechos del Niño, un instrumento jurídico en la que se promueve y protege los derechos de la infancia. Al adoptarla, cada país está obligado a garantizar su protección y desarrollo.

El Salvador, quien firmó la Convención el 26 de enero de 1990 y después de que la Asamblea Legislativa la ratificó, entró en vigencia el 2 de septiembre de ese mismo año. El país no ha sido la excepción en el cumplimiento de ese marco jurídico y ha dado pasos significativos, pero aún tiene grandes obligaciones y retos por cumplir para garantizar la protección y el desarrollo de la infancia y la adolescencia, que le permita dar un salto de calidad hacia el futuro, según lo consideró Jimmy Vásquez, especialista en políticas sociales del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en El Salvador.

De acuerdo con este experto, para valorar los avances que se han dado es necesario mirar, para el caso de salud y educación, en la década de los 90 cuando se adopta la Convención, junto hasta dónde se ha llegado actualmente.

“Cuando uno ve la tasa de mortalidad de niños menores de 5 años, en 1990 era de 52 por cada 1,000 nacidos vivos, esto sale del informe de la OMS en El Salvador; ahora es 10.9 por cada 1,000 nacidos vivos, hay una mejora sustancial. Cuando vemos la tasa de mortalidad de menores de 1 año ha pasado de 41 por cada 1,000 nacidos vivos a 9.2 por cada 1,000 nacidos vivos (datos 2017-18), claro, ahí hay un avance indiscutible”, expresa Vásquez.

El especialista en políticas sociales de Unicef indica que también hay avances en materia educativa, y lo resume que en 1990, más o menos el 56 % (1 de cada 2 niños iba a primer grado de escuela; hoy, el 85 % en ese nivel de escolaridad asiste a la escuela.

Sin embargo, Vásquez dice que en el país existen cosas que aún no resueltas y se hacen inversiones que no se sostienen en el tiempo; por ejemplo, las inmunizaciones en el primer año de vida.

Cerca del 20 % de niños y niñas no terminan su cuadro completo en inmunización. “Por qué digo que es una inversión perdida, porque están haciendo una prevención y para eso debes de tener el cuadro completo de las 6 vacunas que se hacen en el primer año de vida, si solo haces con cuatro es como que no lo hayas hecho; entonces, de inversión se convierte en gasto. Ese es un dato que puede mostrar algunos desafíos”, explicó.

Según Vásquez, cuando El Salvador ratificó la Convención, no dimensionó la transformación que debía hacer en sus ajustes presupuestarios para implementar políticas públicas, eso debió llevar a dar un giro a la forma en que se estaba invirtiendo el dinero.

Las restricciones presupuestarias, cuando entró en vigencia la Convención, debió ponerse en otro nivel en materia educativa y debió incluirse la educación inicial, lo que tanto hoy se quiere potenciar.

“Esto es bien importante porque nos señala que la inversión no ha sido suficiente, y como no ha sido suficiente tenemos ciertos resultados; por ejemplo, supongamos que hablamos de la generación de los Derechos del Niño (1990) y la buscas en la encuesta de Propósitos de Hogares Múltiples uno va a encontrar que son 2.2 millones de niños y niñas que estaban entre 0 a 18 años, el punto es qué pasó con ellos”, se preguntó.

Esa generación tiene rostro. El experto de la Unicef encuentra esos 2.2 millones de personas de la siguiente forma: 1.7 millones se hallan en el mercado de trabajo, de ellos solo un 23 % tiene un trabajo estable; medio millón no están trabajando. Esas cifran indican, agrega, que el país no fue exitoso para reinsertar en el mundo laboral a todas esas personas.

Vásquez ve muy complicado el panorama, sobre todo en inversión, debido a los espacios fiscales que el país tendrá en el futuro. Por ejemplo, dijo, en 2020 El Salvador tiene que pagar como 800 millones de dólares en Eurobonos; y en 2030 y 2040 no hay año en que no venzan deudas.

“Ese espacio fiscal ahí no existe para hacer inversiones que se necesitan para cerrar brechas (en educación y salud)”, por lo que se debe de utilizar los años en que no se cancelará deuda para hacer las inversiones con una visión de erradicación de pobreza”, explicó.

Al insistir en que se necesita invertir en la niñez y adolescentes para pasar a otro nivel de desarrollo, el especialista lo resume así: “Dime en quien inviertes y te diré quién eres”.


Niños y adolescentes celebran los 30 años de la Convención

Con motivo de los 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), junto con sus socios, organizaron diversas actividades para la promoción del conocimiento de los derechos de la infancia y sean ellos quienes se apropien de su contenido.

Durante el evento se presentaron las actividades donde emplearon lenguajes artísticos para que niños, niñas y adolescentes se expresen sobre sus derechos más importantes; también se resaltó los talleres de ilustración, el concurso de álbum ilustrado “Dibujando Mis Derechos”, elaboración de murales comunitarios y la puesta en escena de la obra de teatro “Los Cuentos al Derecho y al Revés”.

La representante de Unicef en El Salvador, Yvette Blanco, expresó que “lo más importante de la Convención no es conocerla, sino vivirla, lo que significa que todas las niñas, niños y adolescentes estudien en escuelas seguras, tengan espacios para expresar sus opiniones, participen en las decisiones que afectan su futuro, que no sufran discriminación ni violencia alguna, que tengan espacios seguros para jugar, que no sean expuestos al bullying (acoso) y se les trate con amor y respeto”.

Blanco invitó a ser optimistas debido a que los niños salvadoreños tienen voces claras que expresan sus visiones para mejorar el mundo, comenzando por sus comunidades.


El mensaje de los niños y jóvenes al Estado salvadoreño

Mejores oportunidades laborales, más seguridad, brindar una educación adecuada y ayuda psicológica a los niños y jóvenes retornados, fueron parte del mensaje que los jóvenes exigieron a las autoridades del país para que disminuya la migración infantil.

Las exigencias fueron expuestas en el conversatorio “Niñez y Migración. Más allá de la Frontera”, que llevó a cabo la Fundación Save the Children en marco de la conmemoración de los 30 años de haberse adoptado la Convención de los Derechos de la Niñez.

La directora de país de la fundación, Rocío Rodríguez, comentó que la problemática migratoria tiene relación con la falta de acceso a la enseñanza y de empleos dignos, la inseguridad en sus lugares de orígenes y centros educativos, entre otros factores.

Rodríguez informó que de enero a julio de 2019 se reportan cerca de 4,100 casos de niñas y adolescentes retornados, una cifra alarmante que ha ido creciendo a medida que avanzaba el año.

En el evento participaron cuatro jóvenes: Edwin, Alexandra, Boris y Carolina, quienes explicaron que la reunificación familiar, los altos indices de violencia, la falta de empleos para sus padres o la búsqueda de una mejor educación son algunos de los factores que influyen para que tomen la decisión de dejar su lugar de origen.

Indicaron que algunos menores realizan este viaje sin el acompañamiento de un adulto y esto los expone a múltiples riesgos como el tráfico de órganos, el abuso y explotación sexual, entre otros.

Los cuatro jóvenes formaron parte del proyecto “Construyendo sociedades pacíficas inclusivas y pacíficas para la niñez migrante a través del empoderamiento de los grupos juveniles locales” que desarrolla de Save the Children y fueron capacitados para identificar sus derechos para luego promoverlos en sus centros escolares.