Expertos electorales opinan que debido a los plazos constitucionales para la toma de posesión de Asamblea Legislativa y alcaldes para el 1 de mayo, atrasar las elecciones del 28 de mayo de 2021 no es viable, pero sí sugieren explorar con tiempo alternativas de votación para que se garantice el derecho de los salvadoreños a elegir a sus gobernantes.
De acuerdo con el exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Miguel Cardoza, las autoridades deben comenzar a planificar medidas, tanto de tipo sanitarias, como de reducción de costos de las elecciones debido a que el país no ha vivido nunca una situación como esta, además de que solo faltan 10 meses para el proceso electoral.
“En algún momento el Tribunal va a tener que sentarse con los partidos políticos, y algunas autoridades (del Gobierno) a definir que en esta situación especial que el país está viviendo, que nunca habían ocurrido, tienen que modificarse. Sí, el Tribunal debería estar planificando otras elecciones con medidas (sanitarias)”, dice Cardoza.
Opina que el TSE debe escuchar opiniones de especialistas sanitarios para conocer qué alternativas tiene frente a las aglomeraciones que generan una elección y cuáles serían las opciones para evitar esta situación.
Una de las alternativas que propone el exmagistrado es que las elecciones se realicen en dos días, y en más centros de votación, para mantener la restricción de distanciamiento social y evitar que muchas personas salgan de sus casas y se hagan multitudes en un solo centro de votación.
Mientras que Malcolm Cartagena, experto electoral, sostiene que con la llegada de la pandemia al país se ha escuchado hablar de postergar y hasta suspender las elecciones, pero en este caso, de elecciones de legisladores, la Constitución tiene artículos que cierran la posibilidad de que los diputados de la Asamblea Legislativa actuales continúen su función luego del 30 de abril.
“Los artículos son el 122 y el 124. En ellos se expresa claramente que el inicio de las funciones de los electos se determina que deben ser elegidos el mismo año y además se especifica que los diputados deben renovarse cada tres años. Esto último es lo mismo que se define en la carta magna para el caso de los concejos municipales, en el artículo 202 (que establece periodo de vigencia de la gestión)”, opina Cartagena.
Añade que la Constitución es clara en decir que las nuevas autoridades deben asumir el 1 de mayo y por lo tanto no se pueden suspender las elecciones, y que quizá la única posibilidad para cambiar dicho mandato sea una resolución de la Sala de lo Constitucional.
“A mi parecer está claro que las elecciones de 2021 deben darse con la suficiente antelación para, por un lado, poder contar los votos, tarea nada fácil a este día por la existencia de voto cruzado para diputados a la Asamblea y al Parlacen, y, por el otro, para resolver cualquier recurso legal que se presente durante el escrutinio final, previo a la asunción de las autoridades”, dice el experto electoral.
Debido a estas situaciones de conteo de votos, entre otras gestiones como la entrega de credenciales para las nuevas autoridades, que tiene que ser 15 días antes de iniciar su gestión, Cartagena opina que el TSE tiene un margen corto para postergar las elecciones, en caso de darse la necesidad por la emergencia sanitaria y que esta se prolongue por varios meses.
“Me atrevo a decir que lo más tarde que estas (elecciones) podrían realizarse sería la última semana de marzo, aun cuando esto implique realizarlas en plena Semana Santa de 2021. Pero esto solo después de agotar otros mecanismos que permitan votar de forma segura, como aumentar centros de votación, regular ingresos a los mismos y ampliar el horario, entre otros”, dice el experto.
Cardoza por su parte opina que existen opciones como el voto electrónico, pero este no es viable debido a los costos que esto implica entre otras razones, y la prioridad en este momento es que los fondos se están utilizando para salvar vidas por la pandemia y posiblemente el TSE tenga que abaratar las elecciones.
“Entendería yo que si no hay dinero, para las elecciones se va a tener que comenzar a sacrificar a unas menos tecnológicas, más manuales, que respeten el distanciamiento social, con todas las medidas de seguridad, como no hacer una sola jornada electoral o alternativas como votos anticipados, dividir la jornada en sábado y domingo. Debería de estarse ya reflexionando al respecto, realmente el TSE va a tener el reto de ser creativo sin dinero para poder mantener sus fechas y poder hacer respetar el plazo constitucional”, dice el exmagistrado.
Fusades ha dado alternativas para sectores de la población vulnerables, entre estos para los adultos mayores o enfermos crónicos y evitar que salgan de sus residencias a emitir el voto, una de las soluciones es que puedan realizarlo por correspondencia, ante esta sugerencia, Cardoza sostiene que las elecciones pasan por un vector que es el tema de la confianza y si el TSE no presenta alternativas confiables a los partidos políticos entonces las propuestas no valen.
“El Tribunal debe presentarle un plan a los partidos políticos, a los diferentes actores políticos, allí incluyo a la sociedad civil desde luego, para decirles ‘pensamos hacer esto con estas condiciones’, para que les generen confianza de que no va a ocurrir nada fuera de orden”, dice Cardoza.
Expone que estas decisiones se deben tomar escuchando opiniones de la sociedad civil, de actores sociales que han tenido participación en el tema electoral, de quienes pueden obtenerse buenas ideas, “pero el Tribunal debe sentarse ya a pensar en las elecciones y llegar a consensos. Para mí es obligado que el TSE abarate las elecciones”, opina el exmagistrado del TSE.
Mientras que Carlos Araujo, analista político y exdirector de la Junta de Vigilancia Electoral, manifiesta que no hay una necesidad de mover la fecha de las elecciones debido a que faltan 10 meses para que se realicen y que en ese tiempo la situación de la pandemia puede mejorar en el país, por lo tanto es muy pronto para pensar en dicho cambio, “se deben estar monitoreando lo que se está haciendo en otros países, a fin de tomar medidas para evitar aglomeraciones, para evitar contagios, que se puedan dar por la enfermedad para esa fecha (febrero)”, dice Carlos Araujo,
En cuanto al tema de los fondos, Araujo sostiene que el TSE no es el que debe de ser austero sino el Gobierno tomando medidas como limitar su publicidad, que tiene como presupuesto $20 millones, o como gastos superfluos, entre estos los seguros médicos de los funcionarios del Ejecutivo, que suman $50 millones, más de lo que el TSE tiene para las elecciones.
“Si vamos a comenzar a ahorrar recursos, definitivamente se debe recortar pero no necesariamente del Tribunal. El TSE de por sí ya tuvo un recorte en su presupuesto por parte de Hacienda y el Tribunal ha tenido que hacer una serie de reajustes”, manifiesta.
Enfatiza que es lógico que si el TSE va a realizar medidas sanitarias para las próximas elecciones necesitará más recursos y que este debe de ser creativo con los fondos que ya tiene.
También señala que para las próximas elecciones se pueden realizar medidas sanitarias, pero el intentar hacerlas en línea es inviable, sería arriesgar las elecciones, “la gente va a tener que votar en papeletas, de forma presencial”, indica.
Lo que sí debe de pensar el TSE, dice el analista, es que se deben mover urnas y colocar centros de votación en lugares donde las personas no tengan forma de salir, como los centros de contención, si aún siguen funcionando para la fecha de las elecciones, o como un recurso para el sector vulnerable de la población por la pandemia por COVID-19.
Mientras que ante las declaraciones del Ministro de Hacienda sobre que no habrá elecciones, Araujo expone que según la perspectiva a 10 meses el país no podría estar tan mal como estuvieron otros países, entre estos Italia o España, donde hubo una alta cantidad de casos y que esto lleve a que no haya fondos suficientes para desarrollar elecciones, por lo tanto es pronto para aseverar que no habrá comicios.
“Yo creo que es necesario buscar los consensos para atender este tipo de situaciones”, dice Araujo, acerca del que el TSE debe conocer los puntos de vista de los partidos políticos, los diferentes Órganos para tomar decisiones acerca de lo que más le conviene a las elecciones, y poder pensar en cambios de plazos y fechas.