Enrique Rais, Regina Cañas y el Samurái entre los trece fugitivos que la Policía no ha conseguido atrapar
El agente del ex GRP, Juan Josué Castillo Arévalo, acusado de matar a Carla Ayala, es uno de esos casos. Como este prófugo, hay al menos doce acusados de diferentes delitos que durante meses han estado evadiendo a la justicia.
El agente Juan Josué Castillo Arévalo, (a) Samurái, cumplirá el domingo dos años de estar prófugo. Desde el 29 de diciembre de 2017 -cuando mató a su colega Carla Ayala dentro de una patrulla ni la Policía Nacional Civil (PNC), ni la Policía Internacional (Interpol) han logrado dar con su paradero.
En 2018, el policía elite fue incluido en la lista de fugitivos de la Interpol contra quien se ha emitido una difusión roja para que sea localizado y arrestado en los 194 países que integran el organismo. A su vez, la PNC ofreció pagar una recompensa de $5,000 a quien ayudara a encontrar al integrante del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP), pero nada ha llevado a dar con él.
En junio pasado, pocos días después de asumir el cargo, el director de la PNC, Mauricio Arriaza Chicas, aseguró que la institución hará esfuerzos por encontrarlo, un compromiso similar al que adquirió su antecesor, Howard Cotto.
El exdirector descartó varias veces que Castillo Arévalo estuviera muerto, como creen algunos de sus excolegas. Por lo contrario, aseguró que la investigación estaba avanzada y que había “fuertes indicios” de que Samurái podría estar oculto en México, Honduras o Guatemala.
El fiscal a cargo de la investigación declaró días atrás que, hasta la fecha, de parte de la PNC no se ha tenido información de las acciones que esté realizando para capturarlo.
Hay 11 policías y dos familiares del prófugo están a la espera del juicio. Hace un mes, el Juzgado Especializado de Instrucción de la Mujer halló indicios de que los 13 habrían ayudado a escapar a Samurái. Entre los imputados está el subcomisionado Julio César Flores Castro, exjefe del GRP, y el inspector Pablo Antonio Estrada Villalobos.
El crimen contra Ayala, de 38 años, fue cometido después de una fiesta realizada en el inmueble donde funcionaba el GRP, en la colonia San Fernando, de San Salvador,a la que había sido invitada por una compañera. Tras la velada, en la que además de cenar y bailar, participaron en rifas de canastas, botellas de vodka y de whisky, Ayala pidió irse a su casa, en el municipio de Apopa, y los jefes autorizaron a que los agentes Ovidio Pacheco y Wilfredo Deras la llevaran. A ellos se sumó Juan Josué Castillo Arévalo.
Era la madrugada del 29 de diciembre. Samurái iba en el asiento trasero de la patrulla con Ayala. Cuando circulaban por el bulevar Constitución, cerca de la Residencial La Gloria, en Mejicanos, Castillo habría recibido un mensaje en su teléfono que lo hizo enojar y luego le disparó a la agente.
Así como el principal implicado en este crimen contra una agente policial sigue impune, hay otros casos por otros delitos, como los relacionados a corrupción, que siguen sin ser resueltos del todo, ya que sus principales responsables se fugaron y no han sido llevados a tribunales.
LOS OTROS CASOS
Michael Castillo Murga. Desde hace pocos días, fue incluido por la Policía Internacional (Interpol) en la lista de personas contra quienes se ha emitido difusión roja para que sea capturado dentro o fuera de El Salvador. Al hombre, de 20 años, se le imputa el delito de feminicidio agravado en perjuicio de Fernanda Nájera Quezada, la madre de su hijo. La joven fue brutalmente asesinada el 31 de enero pasado en Concepción de Ataco, Ahuachapán. Ese día, Castillo llegó a traer a Nájera y al niño a su casa y los habría llevado a un lugar desolado cercano a la finca San José, del referido municipio. Tras matar a la víctima, dice Fiscalía, abandonó al niño entre cafetales, donde estuvo deambulando cuatro días hasta que fue hallado. Las autoridades creen que Michael huyó a EE. UU..