Los transportistas que están prestando servicio al gobierno con el traslado del personal de los ministerios de Salud y Obras Públicas (MOP), pidieron que se les cancele la deuda porque, a este momento, no pueden continuar manteniendo los costos de operación de las unidades de buses y microbuses.
El sector está prestando el servicio al gobierno para trasladar a todo el personas que está al frente de la pandemia por COVID-19 desde hace dos meses con el 10 % de sus unidades, aseguró el representante de la Asociación Nacional de Empresas de Transporte, René Velasco.
Sin embargo, seguir dando el servicio sin recibir un pago les ha puesto en dificultades, aseguró, por lo que “nosotros esperamos que de aquí al viernes (este día) el gobierno nos haga efectivo ese pago y no cancele para no tener dificultades” para seguir operando”.
A nivel nacional, entre buses y microbuses, son un aproximado de 800 a 1,000 unidades las que trasladan al personal del MOP y Salud en distintos horarios de atención.
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Los transportistas, que dijeron no tener a la mano el monto que les debe el gobierno desde que comenzaron a trasladar al personal, el pasado 7 de mayor, dijeron que es un poco menos al millón de dólares; aunque otros dicen que podría llegar la deuda a 2 millones de dólares.
De acuerdo a Velasco, han estado hablando con el Viceministerio de Transporte (VMT) para establecer que este día les cancelen la deuda porque la población necesita trasladarse a los hospitales.
“Los empresarios están desesperados y están preguntándonos cuándo van a pagar para poder seguir dando el servicio”, insistió.
Roberto Cuéllar, miembro de la Mesa Nacional de Transporte, expresó que la falta de prestación del servicio a la población y la pandemia, así como la no cancelación por el traslado de personal del gobierno, les ha hecho ocupar sus tarjetas de crédito, las cuales “ya todos los empresarios las topamos”.
El pago que les hará el gobierno por el traslado de personal, aseguró Cuéllar, “es simbólico” porque solo se trata de la cancelación de combustible y motoristas.
Este empresario estima que por la cantidad de unidades dando servicios al personal del MOP y Salud, la deuda del gobierno en estos dos meses andaría cercana a los 2 millones de dólares. Agregó que la cancelación que les hará el gobierno por estos dos meses de servicios prácticamente ya lo deben a los proveedores y a los motoristas, quienes por este tiempo aún no han recibido su salario.
“Lo que nos van a pagar por prestar el servicio al ministerio de Salud y al MOP es para ir a pagar lo que ya debemos, y si no nos mejoran la tarifa y la prestación, difícilmente vamos a seguir operando”, aseguró Roberto Cuéllar.
Sin conocer protocolos de circulación
Los empresarios dicen que están listos para iniciar sus operaciones durante la segunda fase de la reapertura económica que inicia el 7 de julio con la circulación de transporte público.
Sin embargo, aseguran que hasta este momento desconocen los protocolos sanitarios que implementarán porque el gobierno aún no les ha dado ningún lineamiento.
De acuerdo con Velasco, los protocolos que ellos seguirán son los que pusieron en marcha antes del inicio de la cuarentena, es decir, exigiendo mascarilla a los usuarios, desinfectando con alcohol gel, entre otros.
“Nosotros fuimos el primer sector, por iniciativa propia, que comenzamos a utilizar alcohol gel y mascarilla para el conductor. Estamos listos y preparados desde hace tres meses cumpliendo con las exigencia de Salud y Transporte, pero estamos a la espera si va haber una modificación de lo ya planteado anteriormente”, expresó Cuéllar. Agregó que se está hablando de implementar la toma de temperatura, pero comprar los aparatos y contratar a una persona más para que la esté pasado, implican nuevos costos para los empresarios.
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Velasco añadió que es importante sentarse de inmediato con las autoridades del Viceministerio de Transporte para definir todos los mecanismos para la reapertura del transporte público, fijada para el próximo 7 de julio.
Los empresarios dijeron que tampoco conocen cuánto será la reducción de pasajeros que tendrá cada unidad de transporte público. Otro factor importante a definir serán las paradas de buses y microbuses, en donde habrá una gran concentración de usuarios esperando abordarlos y exponiéndose al riesgo de infectarse con el virus.