Transporte público reinició el servicio en marcha lenta y forzada

Los pasajeros, usando mascarillas, salieron desde primeras horas del lunes para abordar las unidades. Hubo dificultades con el servicio.

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Vladimir, motorista de la ruta 11C, que recorre entre San Marcos y la capital, colocó un plástico en el contorno de su asiento en afán de prevenir contagiarse de COVID-19. Él tenía cuatro meses de no trabajar. Foto EDH / Jessica Orellana

Por Cristian Díaz / Jonathan Tobías / Gerardo Orellana / Insy Mendoza / Evelyn Chacón

2020-08-25 5:40:34

El servicio de transporte público mantendría este martes 25 de agosto reducido sus servicios, de acuerdo a declaraciones de empresarios aglutinados en diferentes gremiales, pese a que el Gobierno les ha amenazado con “aplicarles la ley”. Este lunes, el 80% de las unidades del sector transporte público no reanudó el servicio a nivel nacional, en el marco de la reapertura de la economía, según estimaciones de los propios empresarios.

Pero según evaluó el ministro de Obras Públicas, Romeo Herrera, el 70% de las unidades circuló. Añadió que quienes no lo hicieron fue porque la demanda de los pasajeros fue menor y porque no hay vigente una ley de compensación (subsidio al pasaje), por ende los transportistas no pueden asumir los costos de operación.

Fotos: imágenes del primer día de reapertura de transporte público en El Salvador

Carlos Pérez, originario de Juayúa, abordó un pick up para llegar a Sonsonate y de ahí buscó abordar un bus que lo trasladará a San Salvador; pero en la cabecera departamental no hubo servicio de transporte colectivo. “Yo trabajo en una empresa que nos dijeron que desde hoy ya no iban a proporcionar transporte particular, quedamos varado porque no hay buses a San Salvador, prácticamente estamos perdiendo el día de trabajo”, lamentó Pérez.

Más de 500 personas esperaron hasta 2 horas por un bus para transportarse a San Salvador desde Sonsonate en la ruta 205.
Foto EDH / Insy Mendoza

En La Unión, Antonio González, llegó a las 5:00 de la mañana a la terminal del lugar para tomar un autobús a su casa en San Miguel, pero no encontró servicio. “Vengo a trabajar varios días (a La Unión) y luego me voy para mi casa, pero lamentablemente no están trabajando ningún bus y nadie sabe si lo harán más tarde”, agregó.
González buscó un carro particular que lo trasladara a San Miguel por $10.00, si hubiese sido en autobús el viaje le habría costado $1.00.

Medidas de seguridad

En el caso de las unidades que sí circularon, fue visible que las rutas de autobuses se esmeraban en cumplir con las disposiciones de seguridad para su funcionamiento.

Interior de un autobús de la ruta 201, entre Santa Ana y San Salvador, este lunes 24 de agosto.
Foto EDH / Jessica Orellana

El principal problema que enfrentaron algunos pasajeros, en las primeras horas del lunes, fue la falta de capacidad para transportar a toda la población que demandaba el servicio. Esto fue evidente en la carretera que de Lourdes, Colón lleva a San Salvador, en donde decenas de usuarios esperan, sin respetar la distancia social, a orillas de la carretera. Intentaban, en vano, que alguno de los autobuses pararan para poder subir; sin embargo, estos habían alcanzado su capacidad máxima (dos pasajeros por asiento) varios kilómetros atrás.

Ojo: hubo personal de Salud entre las personas que se quedaron sin transporte público para regresar a sus casas o ir a sus trabajos

Esto continuó promoviendo el uso de transporte informal como pickups o microbuses que no respetan las medidas de bioseguridad para evitar el contagio del COVID-19. Estos medios se abarrotaron de pasajeros que urgían por llegar a sus destinos y no encontraron otra opción para transportarse.

Pasajeros esperaron varios minutos para poder abordar el transporte. Foto EDH / Cristian Díaz

Pero la demanda no fue alta en todo el país, hubo lugares donde la cantidad de pasajeros se redujo, en relación a lo proyectado por los empresarios.

El representante legal de la Corporación de Transporte Salvadoreño (Corpotrans), Alex Sorto, opinó que desde marzo a la fecha se perdieron cerca de 200,000 empleos, lo que ha impactado en la cantidad de personas que transportan desde el interior del país hasta el Gran San Salvador.

Sorto advirtió que el 20% del transporte que sí circuló ayer, está valorando suspender el servicio porque no han tenido los ingresos esperados debido a que la cantidad de pasajeros no es la prevista. Esto último ha tenido como consecuencia que no han sacado el gasto del combustible hecho tras la reanudación del servicio.

“No están dadas las condiciones económicas para salir a operar. Ante ese hecho hay muchas rutas que han decidido no salir a trabajar. Nuestra estimación, a nivel nacional, creemos que no andan operando un 80% de las rutas”, explicó Sorto.

En San Miguel, el empresario de buses Delys Reyes, informó que en ese departamento todas las rutas empezaron a trabajar con lo pocos usuarios que hubo y “a partir de mañana (martes) se trabajará por grupos, es decir, 20 unidades por día esto mientas se normalice la demanda de pasajeros así estaremos funcionando”. Agregó en referencia a la ruta 324 de La Unión a San Miguel, que algunas unidades funcionarán en el transcurso del día.

El ministro de Obras Públicas advirtió que “la ley de Tránsito y Transporte es clara , la cual dice que se debe prestar el servicio de transporte, incluso está en el contrato de concesión. Las unidades que no estén circulando se les va a tener que aplicar la ley tal cual. Nosotros lo que querremos es garantizar el servicio a los usuarios”. El funcionario dio esas declaraciones, ayer, al filo del mediodía, en la Terminal de Occidente en la cual el servicio fue irregular.

En reacción a las amenazas del Gobierno en el punto de la concesión del servicio, Sorto explicó que existe un contrato donde en una de sus partes establece que entre los derechos que tienen como empresarios es que el gobierno “debe procurar para el operador del transporte colectivo de pasajeros un equilibrio económico en sus operaciones y en este caso no está dada. Así que vemos nosotros, y según nuestros asesores legales, (que) estamos en el derecho de no poder operar por razones económicas”, razonó.

Sorto pidió al gobierno que negocien un aumento en la tarifa que cobran las unidades en base a la verificación del incremento que han tenido varios rubros, entre ellos el salario mínimo, los repuestos, el combustible, lubricantes, las llantas y el precio de los autobuses.

Pero el Gobierno es de la postura de mantener los montos de subsidio que había desde antes de la pandemia y cumplir requisitos para poder recibir el beneficio económico.