"Dios les toque ese corazón duro" familiares de trabajador de salud desaparecido desde hace un mes

Kevin Gustavo Ortez Ordoñez trabajaba como auxiliar de laboratorio del hospital de Chalchuapa y se encuentra desaparecido desde el 14 de junio.

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Por Lissette Lemus

2021-07-10 10:24:03

Rosa Ordoñez se aferra a su fe y a un milagro para encontrar a su hijo Kevin Gustavo Cortéz Ordoñez, quien desapareció desde hace un mes, en el municipio de Chalchuapa, Santa Ana.

Kevin tiene 23 años y trabajaba desde hace tres como auxiliar de laboratorio del Hospital Nacional de Chalchuapa, de donde salió a las 3:00 de la tarde el pasado 14 de junio, y desde entonces su familia no tiene noticias de su paradero.

Foto/ Cortesía familia

La incertidumbre y la tristeza ha invadido, desde ese día, la vivienda de la abuela materna de Kevin, localizada en una colonia rural en el municipio de Turín, Ahuachapán, donde un grupo de evangélicos realizan todos los días oraciones y cantos como ofrenda para encontrar al joven.

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A pocos metros, en la vivienda donde vivía Kevin, aún permanece su cama arreglada con un cubrecama negro, en la que resalta un cojín en forma de emoticón morado que pertenecía a su hijo de tres años, a la cual Kevin dormía abrazado todas las noches.

Foto EDH/ Lissette Lemus

En una de las habitaciones también se observan unos corazones dibujados en las paredes, algunas mascarillas y gorros quirúrgicos, parte del equipo de protección de Kevin, pero que ya no pudo utilizar.

María de los Ángeles Ordoñez es una señora de avanzada edad y su rostro triste muestra la desesperación que están viviendo por la desaparición de su nieto.

María, la abuela del trabajador de la salud, se quiebra al hablar de la situación y entre sollozos pide a las autoridades y al gobierno que le ayuden a encontrar a su nieto. “Mi corazón está quebrantado, yo quisiera saber dónde está, dónde me lo tienen, toda la familia estamos desesperados por mi Kevito”, comenta mientras permanece junto a su hija Rosa, la madre de Kevin.

Rosita, como le dicen en casa, perdió la vista cuando Kevin tenía seis años y desde entonces María y sus hermanos han sido un apoyo incondicional en el cuido de sus dos hijos. La desaparición de Kevin la tiene agobiada, más aún porque no puede salir a buscarlo.

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Rosa narra que su ceguera fue provocada por un tumor y que los médicos le pronosticaron que iba a morir, pero según ella, un milagro la mantiene con vida. Es por eso, que ahora se aferra a un segundo milagro para encontrar a su hijo.

Foto/ Lissette Lemus

Joven luchador

La familia describe a Kevin como una persona alegre, luchadora y proactiva, después de graduarse de Bachiller en Salud del Centro Escolar Mercedes Monterrosa de Cárcamo, en el municipio de Atiquizaya, aplicó para una plaza en el hospital, donde tuvo que pasar una serie de pruebas y competir con varios aspirantes.

La abuela recuerda la alegría de su nieto cuando recibió la noticia que había logrado el trabajo y esos recuerdos le iluminan el rostro por un momento. “Vino y empezó a abrazarnos a todos, estaba feliz por su trabajo y nosotros hicimos un culto de Acción de Gracias”, dice.

Desde que Kevin comenzó a trabajar se convirtió en el sostén económico de su mamá. “Él ha sido un gran amor y apoyo para Rosita, todos los meses le daba sus centavitos” agrega la abuela.

En la pandemia del COVID-19, el joven apoyó en toda la emergencia, sólo dejó de trabajar cuando dio positivo al virus y tuvo que aislarse, relatan sus familiares.

En su tiempo libre Kevin junto a su hermano y sus primos ayudaba a su abuelo Álvaro en la siembra de maíz y frijol, los cuales son el sustento básico para la familia extendida compuesta por 12 personas que viven en grupo de casas en la misma calle polvorienta, de la colonia otrora “complicada”.

“Estamos desesperados” dice el abuelo, quien este año ni siquiera ha tenido fuerzas para seguir con sus cultivos, debido a la desaparición de su nieto, lo que ha provocado que enferme y se vea obligado a guardar reposo.

Kevin también ha dejado huella en el desarrollo de su comunidad. En 2018, junto a su primo Bryan, formaron una Banda de Paz llamada Acoasap Power Band El Paraíso, con el fin de dar oportunidad a los jóvenes de la colonia para mostrar su talento en actividades positivas y que tuvieran opciones de pasatiempo alejados de la violencia.

Foto/ Facebook

Bryan recuerda con nostalgia las presentaciones que tuvieron en el municipio con un grupo de diez cachiporristas y unos 12 jóvenes integrantes de la banda, los cuales eran instruidos por él y Kevin. Los recuerdos de esas presentaciones aun se encuentran en fotos en la Fan Page que la agrupación creó en 2018.

La última publicación de la página es para pedir ayuda para encontrar a Kevin con una fotografía del joven posando con un instrumento de percusión.

Bryan se entristece al hablar de su primo, a quien dice querer como a un hermano. “El quería que su hijo fuera un hombre de bien y quería ver a su hijo que se superara”, comenta el joven mientras sostiene en sus manos el cojín favorito de Kevin.

Al otro lado de la calle, un grupo de mujeres y hombres cantan alabanzas a un costado de la casa, mientras María de los Ángeles prepara la comida para finalizar el ayuno de ese día. “Solo pedimos que si alguien lo tiene que por favor nos entreguen al muchacho, que Dios les toque ese corazón duro” dice con resignación.

Foto/ Lissette Lemus