Suicidios, depresión y ansiedad: el impacto de la pandemia en la salud mental

Especialistas en salud mental han observado un incremento en las consultas por depresión y ansiedad ante el golpe por la pandemia de COVID-19 y las medidas de distanciamiento físico.

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Entre el 1 y el 24 de abril de 2019, nueve salvadoreños se quitaron la vida, de acuerdo a reportes de distintos portales de noticias. El IML no ha brindado información oficial. Foto de referencia.

Por Xenia Oliva / Twitter: begoliva

2020-05-03 6:00:39

Tres personas se suicidaron en un mismo día el 20 de abril. Una situación similar ocurrió entre el 14 y el 15 de abril, en alrededor de 48 horas, tres personas se quitaron la vida. Entre el 1 y el 24 de abril, nueve personas se habían suicidado en distintos puntos del país. Los casos han aumentado si se comparan con los meses anteriores, en enero se reportaron cuatro suicidios, cinco en febrero y dos en marzo.

En total, desde enero hasta el 24 de abril, distintos medios y portales de contenido han reportado 20 suicidios en el país. La mayoría de las víctimas han sido jóvenes. De las 20 personas que se quitaron la vida, 12 eran menores de 30 años. Entre las víctimas hubo una niña de 12 años, originaria de Cojutepeque, Cuscatlán.

Pero este repunte de suicidios en el mes de abril solo incluye los casos que han sido conocidos a través de noticias o redes sociales, es posible que haya más casos de los que no se sabe nada aún porque Instituto de Medicina Legal (IML) todavía no puede entregar el registro oficial de suicidios. Esto debido a que la Mesa Tripartita integrada por la FGR, la PNC y el IML “no ha analizado los datos”, según la respuesta que se recibió al solicitarlos.

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La poca atención a la salud mental de los salvadoreños y sus consecuencias en la sociedad son problemas que han persistido por años.

Estos son los números brindados por el sistema de salud para la atención en primeros auxilios psicológicos.

De acuerdo a datos provistos por Medicina Legal el año pasado, entre enero de 2016 y diciembre de 2018 ocurrieron 1,327 suicidios. Esto implicaba que, en promedio, en ese período cada día hubo un salvadoreño se quitó la vida.

En ese entonces, la depresión y el alcoholismo estaban entre las principales causas del suicidio entre los salvadoreños. Pero también se reportaban más problemas relacionados con la violencia, los abusos sexuales, las amenazas de muerte y la pérdida de un ser querido.

El año pasado el médico psiquiatra José Sifontes advertía que, según datos de 2018, El Salvador se encontraba en la posición 36 del índice mundial de suicidios, con una tasa de 14 por 100,000 habitantes. Esta posición era en un listado de 183 países. Además, solo en Latinoamérica, El Salvador se encontraba en tercer lugar, después de Uruguay y Cuba.

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Desde enero al 30 de septiembre de 2019, se registraron 353 suicidios, según un informe elaborado por la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa), con datos del IML.

Esto significa que en 2019 también se mantenía el promedio de un suicidio por día en El Salvador.

Con respecto a los datos de este año, Medicina Legal informó que está trabajando en la información y debe haber una reunión con la mesa tripartita, integrada por el IML, la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fiscalía General de la República (FGR), por lo que no podía entregarlos aún. Por ello es posible que exista un subregistro en cuanto a los datos de 2020 consignados por distintos medios de comunicación.

Sin embargo, ante la falta de datos oficiales, la economista Meraris López comenzó a recopilar y sistematizar datos sobre los suicidios en 2020 a partir de notas periodísticas. López inició esta labor luego de leer un artículo que trataba sobre el aumento de problemas de salud mental ante recesiones económicas. “Comencé investigando la tendencia de los últimos días (hasta el 22 de abril) y me sorprendió darme cuenta que tan solo en abril, se habían dado 7 suicidios, cifra comparable a esa fecha, con el número de muertes por COVID-19”, explicó López.

Así se pudo identificar cómo en abril se ha dado un aumento de noticias sobre suicidios ocurridos en el país.

La mayoría de las víctimas son jóvenes y hombres

La mayoría de las víctimas son jóvenes, 12 son menores de 30 años, entre ellas hay cinco adolescentes de 12 a 18 años. Del total, 12 de las personas que se quitaron la vida eran hombres.

Pero en el caso de las víctimas adolescentes, cuatro de cinco eran mujeres, la más joven una niña de 12 años. La niña falleció el 27 de enero en Cojutepeque, Cuscatlán.

De igual forma, entre las 12 víctimas menores de 30 años, siete eran mujeres y cinco hombres.

En el 65 % de los casos, la víctima se ahorcó. Este es un patrón que se ha mantenido constante en los casos de suicidio en el país.

Las notas recopiladas también muestran el patrón del desconcierto y sorpresa entre los familiares de las víctimas. En algunos casos se reporta que había como antecedentes problemas familiares, el rechazo de la familia por la orientación sexual de la víctima, amenazas de pandillas por el cobro de la renta, consumo de bebidas alcohólicas y discusiones de pareja. Sin embargo, en la mayoría de los casos imperaban las declaraciones de los familiares de desconocer que la víctimas tuviera un problema que la pudiera llevar a quitarse la vida.

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En la racha de casos reportada durante abril está la víctima de mayor edad: un señor de 70 años, originario de Nueva Guadalupe, San Miguel, quien murió el 20 de abril. Ese mismo día se quitaron la vida un joven de 20 años en Anamorós, La Unión, y otro joven, de quien no se conoció la edad, en Soyapango. En este caso fue su madre quien encontró su cuerpo en uno de los cuartos de su casa en la colonia Las Margaritas.

Incremento en cuadros depresivos y de ansiedad durante la pandemia

“Los suicidios siempre han estado con nosotros, lastimosamente es una situación de la salud mental que es común y recurrente, muchas veces los gobiernos lo dejan de lado por cuestión de recursos. La gente cree que el que se suicida es el que está deprimido, no es cien por ciento así. No hay una razón única por la cual una persona se pueda suicidar, cada quien es un mundo de ideas que puede encontrar distintas razones para hacerlo”, explicó José Rodolfo Pérez, psicólogo del Instituto de Investigaciones para el Aprendizaje.

Claudia Vega de Valencia, médico psiquiatra y psicoterapeuta, también señaló la prevalencia de los suicidios que ha existido en el país por años. Sin embargo, advirtió que ante la nueva situación provocada por la pandemia del nuevo coronavirus se espera un incremento de todas las enfermedades relacionadas a la salud mental.

“La situación de la pandemia en aquellas personas que tienen una vulnerabilidad los hacen más propensos a desarrollar síntomas y, en este caso en llegar a tomar esos caminos, como es el suicidio”, dijo Vega.

Tanto en sus propios consultorios como a través de otros colegas, los especialistas han visto un incremento en las consultas por cuadros de depresión y ansiedad, tanto en pacientes que ya estaban diagnosticados como en quienes han comenzado a manifestar síntomas.

“Aunque muchos casos no tienen antecedentes, son nuevos a raíz de la situación. Muchos pacientes están debutando con cuadros de ansiedad, tenían predisposición y esta ha sido como la cereza del pastel”, explicó Vega.

Pérez señaló que, ante la situación del estado de emergencia, además de la ola de noticias que reiteran lo mortal que puede llegar a ser la enfermedad, algunas personas pueden llegar a pensar que es mejor acabar con sus vidas antes de enfermarse. “El aislamiento físico, si bien es cierto es una medida de protección, no todas las personas lo pueden conllevar bien”, añadió.

Vega expuso que, en estos momentos, los adolescentes son una población que cada vez más se está volviendo vulnerable. Sostuvo que en muchos casos de suicidios de adolescentes, hubo signos y síntomas evidentes, pero no fueron tratados.

“Parece ser sorpresivo, pero si se hace una autopsia psicológica descubrimos que el adolescente ya tenía síntomas bien visibles, pero no se consultaba a tiempo. No tener una consulta a tiempo puede llevar a estas consecuencias”, dijo Vega.

“Como el suicidio es algo tan estigmatizado, los familiares dicen que les pasó otra cosa. La gente tiende a callarlo”, señaló Pérez.

Vega explicó que entre los signos que las familias pueden identificar como de alerta, sobre todo en estos momentos en que se encuentran juntos, están los cambios de comportamiento, la agresividad en los adolescentes, se vuelven impulsivos, también pueden auto lesionarse, comienzan a aislarse en sus mismas casas. El que dejen de practicar sus hobbies o tengan un severo descuido de su higiene corporal también pueden ser considerados signos de alerta.

Pérez también dijo que en muchos casos las personas comienzan a decir que quieren acabar con sus vidas, muchas veces lo repiten o comentan cómo han planeado hacerlo. Pérez expuso que es un mito que quienes hablan de querer suicidarse solo lo hacen para llamar la atención, sin intención de realmente cumplirlo.

Vega añadió que durante todo el período que se ha mantenido la cuarentena ha estado dando consulta a través de plataformas como videollamadas.

“Hay un aumento de primera vez, casos emergentes de ansiedad y depresión. También hay aumento de trastorno obsesivo compulsivo de contaminación. Los que ya teníamos controlados se han descompensado y se están presentando nuevos casos”, dijo Vega.

En este caso se refiere a las personas que creen haber adquirido el virus o su temor por enfermarse es tal que los lleva a realizar acciones obsesivas para evitar enfermarse.

Vega informó que la mayoría de los psiquiatras que tienen sus consultorios privados han habilitado plataformas para poder seguir brindando consultas a quienes lo necesiten. Organizaciones sin fines de lucro también están abriendo la posibilidad de atención de terapia, agregó Pérez.

Además, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social ha puesto a disposición un call center para brindar asistencia psicológica y primeros auxilios psicológicos.

Los números habilitados son el 2591-6522, de lunes a viernes, de 7:00 a.m. a 3:00 p.m. Así como el número 2591-6557, las 24 horas del día de lunes a domingo.

El número está habilitado para quienes necesiten apoyo, aunque no sean asegurados.