Aproximadamente 415,000 nicaragüenses han perdido sus empleos (o aceptado menores salarios o peores condiciones laborales) en los últimos trece meses, como reflejo de la crisis en que se encuentra sumido ese país.
Por eso, a muchos les ha dejado un sabor amargo el enterarse que dos prófugos de la justicia salvadoreña son asalariados del Gobierno nicaragüense, obteniendo sueldos que la mayor parte de sus ciudadanos no puede siquiera imaginar.
Documentos oficiales de la cancillería nicaragüense, en poder del Diario Digital Confidencial, que se edita en ese país, muestran que el expresidente de la República, Mauricio Funes, devenga 90,080.46 córdobas (unos 2,736 dólares al cambio oficial promedio del mes de mayo 2018, siendo que el documento filtrado a los medios no muestra la fecha de su elaboración).
También se filtró la ‘Comprobación de Pago y Derechos’ (colilla, en el habla popular nicaragüense) del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que refleja que Diego Roberto Funes Cañas ya era empleado del Ministerio de Relaciones Exteriores, igual que su papá, devengando casi la mitad del salario: 47,250 córdobas, monto que equivale a 1,495 dólares según el cambio promedio del mes de julio de 2018.
La moneda nicaragüense, el córdoba, sufre microdevaluaciones diarias hasta acumular un deslizamiento de 5% con respecto al dólar estadounidense.
Nicaragua tiene una estructura de diez salarios mínimos (para diversas ocupaciones laborales), en el que destacan el del sector agropecuario con el equivalente a USD126.9 (es el más bajo), versus los 284.1 dólares asignados al sector de establecimientos financieros, lo que gráfica la enorme diferencia entre lo que devengan padre e hijo, y los salarios que deben aceptar los trabajadores nicaragüenses.
Una constancia laboral elaborada en febrero de 2018, y firmada por Ernesto Picado González, Responsable de la División de Recursos Humanos, asevera que Diego Roberto Funes Cañas labora para esa institución desde el 4 de septiembre de 2017, ocupando el cargo de “Asesor Técnico en el Despacho del Ministro Asesor para Políticas y Asuntos Internacionales”.
La colilla también muestra que Funes Cañas está afiliado al nuevo Hospital Militar de Nicaragua, como su institución proveedora de servicios de salud, aunque lo más seguro es que lo hayan afiliado de forma automática, como acostumbra el seguro social nicaragüense.
Funes está prófugo de la justicia salvadoreña desde 2016 y tiene cinco órdenes de captura por procesos judiciales pendientes, ya que la Fiscalía lo acusa de malversar $351 millones durante su gestión. Otro de los casos por los que lo acusa el ministerio público es por pagar sobornos al exfiscal general Luis Martínez para evitar ser investigado.
El régimen de Ortega le otorgó asilo político a Funes y a su familia en Managua en septiembre 2016.
Ante la publicación de Confidencial, Funes respondió a través de Twitter: “No veo por qué tanto escándalo con lo de mi consultoría en Managua”. Alegó, además, que por ser expresidente tiene la “experticia” necesaria para asesorar en temas de integración centroamericana.
Altos salarios
Es lo que mensualmente recibe el expresidente prófugo Mauricio Funes de la Cancillería nicaragüense. Además, su hijo Diego Roberto recibe $1,495 mensuales por una supuesta plaza técnica.
Canciller nicaragüense calla
La prensa nicaragüense abordó esta semana al canciller Moncada sobre por qué tiene al hijo del expresidente Funes ganando un salario cuatro veces mayor al de un nicaragüense.
Según nota de La Prensa, el canciller se mostró nervioso al ser cuestionado por el contrato del hijo de Funes para cumplir funciones que pueden ser asumidas por mano de obra nicaragüense e insistió en hablar del tema para el que habían convocado a los periodistas.
En el caso de Funes, se desconoce cuáles son las funciones que le habría asignado Moncada en la Cancillería.
Medios y ciudadanos nicaragüenses han reclamado a través de redes sociales que el pago del expresidente prófugo y de su hijo son entre tres y seis veces más altos que el salario mínimo promedio de los nicaragüenses.
Los reproches también destacan que el país está sumido en una crisis política, social y económica desde abril del año pasado ante la represión orteguista contra las protestas ciudadanas que ha dejado a casi medio millón en el desempleo, señala la publicación de Confidencial.
Funes pasó de ser un salvadoreño de ingresos medios a un presidente a quien los lujos no le faltaron. Viajes, propiedades, cuentas bancarias, entre otros, abrieron la caja de pandora de lo que hoy se denomina “Caso Saqueo Público”, según investigaciones de la Fiscalía y uno de los principales procesos por los que lo reclama la justicia en El Salvador.
