Los 90 militares que conforman el contingente Torogoz V y la Unidad de Aeródromo con Asistencia en Tierra (UAAT II) que se unirán, por un año, a la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí, África (Minusma), partieron el domingo de El Salvador, a pesar del descontento que tienen porque la Fuerza Armada les recortó los viáticos por participar en lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha calificado como la misión más peligrosa que tiene actualmente.
Fuentes militares señalaron que el ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, no llegó a la ceremonia para despedir a los militares en aeropuerto. El evento lo encabezaron el subjefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada; el inspector general y el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, informó en su cuenta de Twitter Radio Cadena Cuscatlán.
En julio, Merino Monroy le informó al contingente que recibirían menos viáticos, los cuales son pagados directamente por la ONU a la Fuerza Armada. Documentos públicos del organismo indican que paga $1,428 por cada militar que va a las misiones de paz, indistintamente del grado que ostente el participante. Pero el Ministerio de Defensa había establecido su propia tabla de pago de viáticos: a la tropa le quitaba para darle más a los oficiales y pilotos, según el grado y función que desempeñan.
Tanto oficiales como tropa (de soldado a sargento) recibieron la mala noticia de que los viáticos serían disminuidos. Así, de los $1,428 para el personal de tropa, le quitaban $503 y le entregaban $925 mensuales; con la nueva disposición, solo le entregarán $500, quedándose la institución con $928, del total de viáticos que da la ONU.
El comandante del contingente, quien recibía $3,000, con la nueva tabla de viáticos solo recibiría $1,300. El ejecutivo (segundo al mando) recibía $2,800, pero ahora solo recibirá $1,200, indicaron las fuentes entrevistadas por El Diario de Hoy.