Miles de personas asistieron a la marcha que reunió a defensores de la vida en el National Mall, en Washington DC, Estados Unidos, a la cual asistió la presidenta de la Fundación Sí a la Vida, Julia Regina de Cardenal.
Cardenal mencionó su emoción por participar en una actividad a la que asistieron familias con sus bebés, jóvenes, religiosas y sacerdotes en un ambiente de paz, unidad y amor.
La Marcha por la Vida se realiza en el marco del 22 de enero cuando la Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor de legalizar el aborto, en 1973.
La masiva actividad, a la que asistieron estadounidenses y personas de diferentes países del mundo, se desarrolló el pasado viernes y tuvo como lema “Ser provida es ser promujer”.
Este año por primera vez asistió un mandatario estadounidense, ya que el presidente Donald Trump participó y brindó un discurso a los asistentes.
Trump dijo que era un honor ser el primer presidente en ser parte de la Marcha por la Vida, y agregó que todos los presentes estaban por una sola razón: “Para defender el derecho de cada niño, nacido o no nacido, a cumplir su potencial dado por Dios”.
El mandatario estadounidense afirmó a los jóvenes asistentes que ellos son el corazón de la marcha, y que son ellos los que están haciendo de su país una nación profamilia y provida.
Trump señaló que todos los presentes en la marcha comprenden una verdad eterna, “cada niño es un regalo precioso y sagrado de Dios. Juntos debemos apreciar y defender la santidad y dignidad de la vida humana”.
Organización provida
La Fundación Sí a la Vida en El Salvador realiza un trabajo exhaustivo para apoyar a mujeres que se encuentran en dificultades ante un embarazo.
La organización desde 1987 trabaja en programas de educación, salud, combate a la pobreza, injusticia, seguridad y estabilidad económica.
Hasta la fecha han salvado a 11,120 personas del aborto, además de beneficiar a 449 mujeres con el Hogar María Isabel, que brinda atención integral a madres solteras y sus hijos para mejorar su condición de vida.
“Trump fue contundente en la defensa de la vida, la libertad religiosa y la dignidad de las personas, donde los jóvenes están convirtiendo a Estados Unidos en un país defensor del derecho a la vida. Cada niño es un regalo precioso y sagrado de Dios, dijo Trump, y por tanto debemos unirnos para proteger y defender su derecho a la vida. También felicitó a las miles de madres presentes declarando que son las heroínas que cambian el curso de la historia humana”, opinó De Cardenal.
La marcha tiene más de 40 años de desarrollarse, y este año contó con la participación la presidenta de March for Life (Marcha por la Vida); y Marjorie Dannenfelser, de la organización Susan B. Anthony List que busca terminar con el aborto en Estados Unidos.