Jenny Chinchilla: “Ser discapacitada y mujer es muy duro en El Salvador”

Jenny Chinchilla es una profesional capacitadora en temas de derechos humanos para personas discapacitadas, quien ha construido su camino con mucho trabajo. Actualmente estudia la carrera de psicología y también imparte clases en una universidad privada. La joven además practica deportes y el baile.

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Por Violeta Rivas

2019-06-18 7:30:44

Jenny Chinchilla es una profesional en tema de derechos humanos para personas con discapacidad, que actualmente está cursando la carrera Licenciatura en Psicología, y quien desde hace muchos años es reconocida por ser la imagen de instituciones que velan por las personas con discapacidad. Ella ahora también brinda capacitaciones e imparte clases en una universidad privada.

“Fui una niña como cualquier otra en este país, nací en una familia con limitaciones de todo tipo, pero yo siempre reconozco que Dios me dio unos padres amorosos, que a pesar de las circunstancias no me abandonaron, como yo he visto en otros casos de niños con discapacidad que no tienen esa bendición de tener a sus padres a su lado”, dice Jenny.

La joven comenta que cuando ella nació los médicos le informaron a los padres que no le daban muchas esperanzas de vida, que lo más que viviría eran siete años y que si lograba vivir más tiempo sería como un vegetal, por lo que les pidieron que la cuidaran y la dejaran en casa solo dándole amor los años que viviera.

“Es obvio que a pesar de lo que dijeron los médicos yo he vivido más de siete años. Aún en medio de todo desconocimiento mi madre me enseñó a leer y escribir en mi casa. Yo no tuve silla de ruedas sino hasta los 12 años, antes de eso solo me cargaban. Yo no pude ir a la escuela de niña, hasta que tuve 26 años comencé con mi proceso educativo”, explica Jenny.

Cuenta que ha sido autodidacta y que el hábito de la lectura lo aprendió de su padre, y luego comenzó a aprender mecanografía, a dibujar, a hacer manualidades, ya que quería demostrarle a sus padres que era útil.

“El tiempo pasó y las oportunidades llegaron a mi vida a pesar de las barreras, y por primera vez a los 26 años, con un programa que tenía el Ministerio de Educación, comencé a estudiar para tener legalmente mis grados académicos”, dice Jenny.

Imagen de Funter

Jenny Chinchilla trabajó en la Fundación Teletón Pro Rehabilitación (Funter) durante 10 años, en ese tiempo hubo unos años en los que se volvió la imagen de la institución.

“Fue una etapa muy bonita. Yo fui una emprendedora desde los 15 años, luego me destaqué en deportes, soy la pionera del básquetbol en silla de ruedas. A Funter llegué por medio de unos programas de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de los Estados Unidos”, comenta.

En la fundación realizó diferentes trabajos, entre ellos como cajera, recepcionista y luego coordinó el área de atención al usuario en donde creó varios proyectos de inclusión deportiva, que antes no los tenía Funter; además de dar asesoría en derechos humanos de personas con discapacidad, tanto a los usuarios en su proceso de rehabilitación, como a los padres de los pacientes.

Además de estas tareas, Jenny capacitó al personal de Funter en el tema de derechos humanos, para pasar del enfoque médico-biológico al del servicio al usuario, para que pasaran de verlo como una forma caritativa a la de derechos de las personas con discapacidad.

“Fue una experiencia de ganar ganar, crecí como profesional, aprendí mucho, y siento en mi corazón esa gran satisfacción que aporté mis conocimientos. En 2017 terminó mi relación con Funter, y tengo muy buenos recuerdos, y di ese gran salto, salí de mi zona de confort y fui buscando mejoría personal como para las demás personas”, manifiesta.

Jenny cuenta que en El Salvador es difícil para las personas con discapacidad el poder colocarse en un empleo estable, ya que la mayoría de empresas o instituciones no observan las cualidades y aptitudes de estas personas sino la discapacidad y las dificultades posibles que puedan suceder por ello.

“Primero ven la silla, ven si es una persona sorda y dicen ‘no, no va a poder’, o una persona ciega y dicen ‘se le va a hacer difícil, no va a poder hacer nada’, porque los patronos no han comprendido que al contratar una persona con discapacidad no están contratando a una persona enferma, están contratando a una persona que al tener los recursos somos una mano productiva”, expresa Jenny.

En su caso comenta que tuvo la ayuda de personas que, luego de tocar muchas puertas, le abrieron una oportunidad de viajar a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Oregon, y en ese momento muchas instituciones le aseguraron que la iban a contratar a su regreso.

“Y cuando vine al país me topé con una realidad, que no se están contratando personas con discapacidad. Incluso, las entidades que están para garantizar la inclusión de las personas con discapacidad están atadas. Hay una ley de equiparación de oportunidades, pero aún así toqué muchas puertas. Yo era conocida, tenía una formación profesional, estoy estudiando mi segunda carrera, y me encontré con las puertas cerradas”, dice la profesional.

Al enfrentarse a esta situación, Jenny pensó que si encontró las puertas cerradas, existía la oportunidad de ser su propia jefa, y a través del Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (Insaforp), logró obtener una acreditación como facilitadora para dar capacitaciones empresariales en temas de atención al cliente adaptado a las personas con discapacidad, además de talleres de liderazgo, trabajo en equipo, motivación y comunicación.

Otras acreditaciones que tiene son del Instituto para la Formación de Mujeres Líderes con Discapacidad, (Wild, por sus siglas en inglés) de la cual es alumna y facilitadora en Centroamérica, por medio de la cual brinda capacitaciones a mujeres discapacitadas para empoderarlas.

También ha sido formada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para dar capacitaciones sobre derechos humanos de personas con discapacidad.

“Ahora tengo mi fanpage como Jenny Chinchilla ES, donde ofrezco mis servicios profesionales, ya que no me quieren contratar entonces contrátenme como facilitadora, doy capacitaciones a organizaciones sin fines de lucro que no puedan pagar mis servicios, hago voluntariado comunitario, no olvido que en la medida que damos también recibimos”, dice la emprendedora.

Jenny asegura que ha tenido la oportunidad de vivir en el extranjero, pero que su amor por El Salvador la ha hecho volver y quedarse a radicar en el país, ya que es posible construir los sueños, algo que está logrando, que es un camino muy escabroso pero que tiene muchas proyecciones que quiere implementar a corto y a largo plazo.

Proyectos a futuro

Jenny cuenta que tiene un proyecto que está por iniciar que se llama “El universo creativo de Jenny”, en el que expondrá sus pinturas, además de ayudar a personas con discapacidad para que presenten sus trabajos y poder promoverlos y venderlos.

También tiene el proyecto de fundar una organización sin fines de lucro, la cual ya está desarrollando bajo el nombre de Centro de Liderazgo para Niñas y Mujeres con Discapacidad, con el objetivo de empoderarlas en sus derechos.

“Pienso que las mujeres de hoy tenemos que empoderar a las niñas para que haya relevo generacional. Ser discapacitado y mujer en El Salvador es muy duro, y mujer discapacitada aún más”.

En cuanto a los menores con discapacidad que se ven con dificultades para asistir a una escuela, la profesional manifiesta que los padres no deben de invisibilizar a los niños, ya que actualmente existen instituciones que pueden ayudar, entre estas el ISRI, el Consejo Nacional de Atención Integral a la Persona con discapacidad (Conaipd), la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador (PDDH) y Funter, entre otras.

“Esperamos que las instancias tomen en cuenta a las personas con discapacidad para tomar decisiones dentro de los programas que se creen para ayudarnos, porque nosotros también podemos aportar ideas sobre lo que necesitamos para nuestro bienestar. Garanticemos una nueva generación de ciudadanos empoderados, enriquecidos en derechos que son los niños de ahora que tienen que ser incluidos” finaliza.