La posibilidad de que el sacerdote Cecilio Pérez Cruz, párroco de la iglesia San José La Majada, de Juayúa, Sonsonate, fuera asesinado el viernes por negarse a pagar a la extorsión a una pandilla es poco creíble para las autoridades.
El religioso, quien fue sepultado este lunes en el municipio de Sonzacate, fue ultimado en una habitación de la casa parroquial que está contigua al templo.
El cadáver fue descubierto por unos feligreses, la mañana del sábado. La Policía informó que en la escena fue encontrada una nota que dejaron los homicidas en la que sugerían que lo mataron por no entregar dinero a la pandilla.
El ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, señaló que “lo más probable es que su finalidad (la del escrito) es desviar la atención de las instituciones o de la misma opinión pública”.
Una sospecha similar tiene la Iglesia católica. El domingo, el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, expresó que al conversar con el obispo de Sonsonate, Constantino Barrera, este le aseguró que Pérez Cruz nunca comentó que estuviera siendo extorsionado o amenazado de muerte.
También les llama la atención que los atacantes no forzaron la puerta para ingresar hasta donde estaba la víctima.
Las autoridades le han dado prioridad a esta investigación; están analizando varias hipótesis y ya tienen en la mira a algunas personas sospechosas de haber participado en el asesinato, según el ministro de Seguridad.
Ramírez Landaverde sostuvo que esa zona de Sonsonate donde fue ultimado el religioso se caracteriza por tener un bajo índice delincuencial y las tareas de seguridad ciudadana y de prevención han demostrado ser efectivas. Agregó que la institución no tiene conocimiento de que los grupos criminales estén exigiendo dinero a sacerdotes.
Multitudinaria despedida
Cientos de personas participaron en el funeral del padre Pérez Cruz. Varios sacerdotes cargaron el féretro de su compañero desde la casa de sus padres hacia la parroquia San Miguel Arcángel, de Sonzacate, en donde fue oficiada un misa que fue presidida por monseñor Escobar Alas, el cardenal Gregorio Rosa Chávez y el obispo de Sonsonate, Constantino Barrera.
Durante la eucaristía, el clero y los feligreses volvieron a pedir a las autoridades que hagan una investigación efectiva para que el caso no quede impune.