Limitado desplazamiento por pandemia vulnera la seguridad alimentaria

El cierre de terminales portuarias, aéreas y carreteras ha provocado una reducción en el consumo y que los pequeños agricultores no puedan llevar sus cosechas a los mercados, según señala un análisis de la Cepal.

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Las bajas ventas en los mercados han hecho que algunos comerciantes pierdan sobre todo cuando se tratan de productos perecederos como las frutas, verduras y vegetales. Foto EDH/ Francisco Campos

Por Magdalena Reyes

2020-06-30 4:15:39

La crisis generara por el COVID-19 ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria y nutricional de millones de latinoamericanos y caribeños, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Algunas de las medidas que los países de la región han tomado para intentar frenar la propagación del virus, como el cierre de puertos (aéreos y marítimos), las restricciones al libre desplazamiento y el distanciamiento físico, han afectado el funcionamiento normal de los sistemas alimentarios, apuntó el informe.

Estas interrupciones en los eslabones de la cadena de valor del sistema agroalimentario han tenido como uno de sus resultados mayores pérdidas y desperdicios de alimentos.

La incertidumbre hace que tome importancia el análisis de qué maneras las pérdidas y desperdicios de alimentos afectan los sistemas alimentarios para establecer, diseñar políticas que permitan prevenirlas y reducir su impacto.

El acceso a insumos se ha visto afectado a causa del COVID-19, pero no de una manera radical, según la investigación. La mayor proporción del impacto se da en el sector transporte, segmentos intermedios de la cadena de valor, en los que a raíz de ciertas medidas como el cierre de carreteras, cierres o limitado acceso a centros de distribución, se podrían estar generando importantes pérdidas de alimentos.

Uno de los impactos que la pandemia ha tenido en la cadena agroalimentaria es el acceso limitado a ciertos insumos agrícolas, sea por una disrupción en el proceso de importación, logístico o por un aumento de precios. Lidiar con precios altos es particularmente difícil para los pequeños productores, señaló la Cepal.

Sin importar la causa, el déficit de insumos productivos puede redundar en pérdidas de alimentos durante la cosecha, poscosecha o procesamiento, destacó el informe.

Otro de los nudos críticos es el acceso limitado de los productores a los mercados locales. Cuando los problemas logísticos impiden a los agricultores acceder a los mercados y entregar sus productos, suceden dos cosas: desabastecimiento y pérdida de alimentos.

La agricultura familiar ha sido la más afectada por la falta de transporte. Una menor frecuencia del transporte y en algunos casos el aumento en los costos es un obstáculo crítico para que los pequeños productores hagan llegar sus cosechas y productos a los mercados.

Los productores que han sentido con más fuerza los efectos de la pandemia han sido las mujeres campesinas e indígenas, quienes se suelen encargar de las labores de venta en los mercados locales, haciendo más vulnerable a un grupo ya vulnerable apuntó la CEPAL.

El cierre de localidades, la falta de permisos de salida y entrada para los transportistas de alimentos y las interrupciones en los caminos, dificultan que los alimentos viajen del campo a los mercados mayoristas y minoristas urbanos, provocando pérdidas cuantiosas en uno de los primeros eslabones de la cadena.

El limitado desplazamiento de las personas también ha afectado la afluencia de compradores en los mercados y centros de abastecimiento, esto aunado al cierre de restaurantes, comedores y colegios ha caído la demanda de ciertos productos, generando pérdidas en la cadena de valor.

Otro problema que puede repercutir en el desperdicio de alimentos es la interrupción de los programas de alimentación escolar, los que, por lo general, benefician a niños y jóvenes de las poblaciones más vulnerables, menciona la Cepal.

En algunos casos ha habido enormes problemas para hacer llegar los alimentos a los hogares, desperdiciando raciones preparadas y dejando sin esta ayuda a millones de familias. La Cepal invita, además, a que se hagan campaña que eviten las compras de pánico.