En febrero pasado, la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco), informó que para este año esperaba una inversión de inversión pública por alrededor de $836.4 millones.
Sin embargo, con el cierre económico para frenar la pandemia, la inversión quedó paralizada.
Según un censo elaborado por la gremial, en abril pasado, la suspensión de obras representó $500 millones en inversión pública detenida, y unos 200,000 empleos afectados.
Tres meses después Casalco asegura que el panorama ha comenzado a mejorar. De acuerdo al director ejecutivo de Casalco, José Velásquez, los trabajos de infraestructura pública se han reactivado en un 95 %, desde el pasado 16 de junio que inició la fase 1 de la reapertura económica.
Aclaró que por el momento, en los proyectos reactivados, solo se está trabajando entre un 30 % y 40 % de la capacidad productiva, debido a que el transporte público no está habilitado y el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad.
Velásquez aseguró que fue el mismo ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, quien le informó que “ya han tomado la decisión de seguir adelante con la infraestructura pública”, pero con las limitaciones que la pandemia misma presenta.
“Ellos estiman que este año aún se pueden invertir unos $250 millones de dólares y eso reduce el déficit que teníamos en 250 millones de dólares”, agregó.
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El reinicio de la inversión representa entre 10 y 15 proyectos de gran envergadura de entre $7 y $10 millones por proyecto.
Entre ellos están el baipás de La Libertad y el baipás de San Miguel, que iniciaron en la anterior administración, pero ahora están en sus etapas finales. Otros proyectos en los que aún faltaba su etapa de licitación, ya se reactivaron y sus fechas dependerán de los contratos.
Sobre el primer proyecto, el ministro Rodríguez dijo que esperaba que estuviera finalizado en agosto, una fecha que no será cumplida debido a la paralización de la economía como consecuencia del COVID-19.
Otra de las obras que estuvo paralizada por las medidas de cuarentena fue la de los trabajos de construcción en la planta de Las Pavas, donde se hace una modernización de su infraestructura para mejorar el suministro de agua.
En cuanto a los empleos, Velásquez dijo que de los 200,000 que estuvieron afectados por la cuarentena (entre directos, indirectos y la cadena de producción), se ha logrado reactivar un 40%, es decir que hay un poco más de 100,00 empleos pendientes de recuperarse.
La inversión pública puede ser de infraestructura logística, económica, social y municipal y puede ser desarrollada por el gobierno central y los gobiernos municipales, así como las instituciones públicas que operan como empresas del Estado, algunos ejemplos son: carreteras, caminos, puentes, puertos y aeropuertos, hospitales, centros de salud, escuelas, universidades, infraestructura de agua y electricidad, entre otros.
Estas inversiones benefician a la población, pero también a las empresas y puede hacer competitivo el país, atractivo para las inversiones, es un mecanismo para estimular y apoyar la inversión nacional y extranjera.