Sargento de San Vicente es acusado de tres homicidios

Subjefe de Policía de San Cayetano Istepeque, Alexánder Portillo, habría matado a un hombre e intentado hacer lo mismo con otras dos personas, en abril de 2018

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El sargento Alexánder Portillo Castillo fue acusado ayer por la Fiscalía General y enfrentará la audiencia inicial el próximo jueves, a las 8:00 de la mañana, en el Juzgado de Paz de San Ildefonso, San Vicente. Foto EDH / archivo

Por Diana Escalante

2019-10-08 4:30:45

El sargento de la Policía Nacional Civil, Alexánder de Jesús Portillo Castillo, subjefe del puesto de San Cayetano Istepeque, San Vicente, fue acusado ayer por la Fiscalía General de los delitos de homicidio agravado e intento de homicidio agravado en perjuicio de tres víctimas.

Portillo fue aprehendido el viernes pasado y el próximo jueves, a las 8:00 de la mañana, enfrentará la audiencia inicial en el Juzgado de Paz de San Ildefonso, en el referido departamento.

El Ministerio Público ha pedido al Juzgado que el caso pase a instrucción y que el policía permanezca en detención provisional.

Los hechos que se le imputan al sargento fueron cometidos la noche del 6 de abril de 2018, en el puente del río Titihuapa, del cantón San Francisco, que está en el límite de del municipio de San Ildefonso y de Villa Dolores, en Cabañas.

Las investigaciones indican que Portillo circulaba en una motocicleta, a las 7:30 de la noche, y observó que en ese lugar estaban reunidos Carlos Alexánder Bonilla Mendoza y otras dos personas.

El sargento presuntamente pasó frente al grupo y unos metros después hizo un viraje para regresar hasta donde estaban las víctimas y les disparó varias veces.

En el ataque murió Bonilla Mendoza; sus acompañantes sufrieron lesiones, pero sobrevivieron y actualmente son testigos protegidos.

La razón por la que el sargento habría disparado contra las víctimas es porque se presume que tenía rencillas con ellas porque consideraba que tenían nexos con pandilleros, pero las investigaciones de la Fiscalía indican que estas personas no estaban perfiladas como integrantes de grupos delincuenciales.

La detención de Portillo fue realizada por orden de la Fiscalía, tres días después de que otros 11 policías fueran capturados en la zona oriental del país porque presuntamente eran parte de un grupo de presuntos sicarios que se dedicaban a matar a pandilleros y sus colaboradores a cambio de dinero.

Los agentes, según el Ministerio Público, le quitaron la vida a 48 personas entre 2016 y 2017. Además, recibían entre $800 y $3,000 de quienes financiaban los homicidios de delincuentes que operaban en San Miguel y Usulután.