San Salvador se ha convertido en el departamento donde se concentran más casos locales de COVID-19, de acuerdo a datos difundidos por el portal del Ministerio de Salud.
Hasta la madrugada del 21 de abril, el gobierno de El Salvador reportó que del total de los 225 casos de COVID-19 confirmados en el país, 108 fueron por contagio fue local, es decir, es decir, ocurrieron por contacto con una persona portadora del virus dentro del país.
Esta cifra ya se acerca a la cantidad de casos importados, 117, que corresponde a personas que estuvieron en centros de contención y a una que ingresó por un punto ciego.
Además, según se consignó, 64 de las 108 personas infectadas localmente son del departamento de San Salvador.
Con esos números, se puede señalar a San Salvador como el departamento que ha reportado más casos locales de COVID 19 y también la mayor tasa de personas contagiadas con respecto al resto de departamentos del país.
Tomando en cuenta la cantidad de casos en el departamento y la cantidad de casos confirmados, se puede calcular que en San Salvador hay una tasa de 4 infectados por cada 100,000 habitantes.
Por el momento, es el departamento con la tasa de infectados más alta del país. Le siguen Usulután y San Vicente que tienen una tasa de 2 infectados por cada 100,000 habitantes.
En el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), Santo Tomás con una población de 31,034 y cuatro casos confirmados, es el municipio con la tasa más alta con 13 casos por cada 100,000 habitantes.
Le sigue el municipio de San Salvador. Aunque en cantidad de casos locales es el que más tiene, en el municipio se han confirmado a 23 personas portadoras del virus, su tasa es de 7 casos por cada 100,000 habitantes. Después está Ilopango con una tasa de 6 personas infectadas por cada 100,000 infectados. Con seis casos locales detectados, Apopa tiene una tasa de 4 casos por cada 100,000 habitantes.
Estos municipios tienen tasas más altas que otros con más población como Santa Ana y San Miguel. Hasta ayer, ambos tenían una tasa de 2 casos por cada 100,000 habitantes.
“En base a la información que tenemos de parte del Ministerio de Salud pareciera que aquí el departamento de San Salvador es donde estamos con mayor cantidad de casos. Llama la atención que los casos fuera de los centros de contención ya casi igualan a los que se han reportado como importados”, expuso el médico infectólogo de adultos, Iván Solano Leiva.
“San Salvador está siendo el lugar insignia de la infección por COVID-19 en todo el país. El lugar insignia sería como el ‘hot spot’”, explicó Gonzalo Batres-Baires, médico intensivista salvadoreño radicado en Alemania.
“Indudablemente en el caso de San Salvador influye la densidad poblacional. Es posible que por eso hay más casos en San Salvador, tenemos una densidad de población más alta que la que podamos tener en otros departamentos”,dijo el médico José Pereira Galván, quien cuenta con un máster en salud pública y una subespecialización en planificación de servicios de salud.
Batres-Baires explicó que “a mayor densidad mayor riesgo de infección, dependiendo de las condiciones demográficas y sociales se puede sobrepasar el número reproductivo del virus R0”.
El número reproductivo básico (R0) es el promedio de casos nuevos que puede generar un caso durante un período infeccioso.
“Si eso lo transpolamos a habitantes por hogar, habitantes por cuarto, vamos a ver que la densidad de población es bastante alta. A veces viven dos o tres personas en una sola habitación o 10 en una sola casa. Definitivamente la densidad poblacional es un factor”, reiteró Pereira Galván.
Añadió que siempre la población es clave para conocer la incidencia de un problema como el actual.
Pereira Galván sostuvo que, por ello, todos los datos e indicadores que se han arrojado durante esta pandemia en países como Italia y España, los ha tomado con reserva para el caso de El Salvador. “Nosotros tenemos determinantes de la salud, puede ser la densidad, condición de trabajo, de vivienda, de salud y educación. Son muy distintos a los que puede tener Italia y España. No los puedo trasladar literalmente al caso de El Salvador”, explicó Pereira Galván.
Medidas para una zona con alta densidad poblacional
Para el médico infectólogo Jorge Panameño si lo que se desea es aumentar el respeto a la cuarentena, se debe trabajar en disminuir las razones por las que la gente sale.
Panameño señaló que la mayor parte de las veces la población sale de sus casas para abastecerse de comida o tratar de ganar algún dinero para lo mismo. Por ello consideró que la distribución de paquetes de ayuda con comida y artículos de primera necesidad, a través de las alcaldías, y que estas a la vez organicen comités de barrios y colonias, sería una práctica de mucha ayuda.
“Este tipo de medidas reduciría la presencia de personas en las calles”, expuso Panameño.
Pereira Galván señaló que en este tipo de medidas se debe tomar en cuenta a los grupos de riesgo, como adultos mayores, diabéticos, hipertensos, personas con cáncer o VIH.
También las personas con enfermedades renales que están en procesos de diálisis. “No se les está buscando, ni dirigiendo mensajes. A estas alturas tendríamos que tener bien identificados a todos los diabéticos y personas con otras enfermedades crónicas, para saber si están controlados, si tienen todos su medicamentos”, dijo el médico.
Pereira Galván reiteró que, si se va en orden de prioridades, estas personas en riesgo son las que tendrían que cumplir más estrictamente las medidas que el gobierno ha implementado, como no salir.
Añadió que sería bueno que el gobierno se asegure que tengan mascarillas adecuadas.
“La gente de riesgo, aún dentro de su misma casa, debería estar protegida hasta donde se pueda”.
Cercos sanitarios podrían usarse para tomar pruebas
Pereira Galván explicó que una de las principales deficiencias de los “cercos sanitarios” que se han colocado en distintos municipios, que en realidad son más que todo medidas de restricción de movilidad, es que no se han implementado desde un punto de vista de salud pública. Explicó que estas medidas podrían haberse usado para diseñar un estudio de investigación.
“Cuando se le puso un cerco, la población de esa zona pasó a calidad de confinado o encuarentenado. Se pudo haber definido una muestra con una técnica estadística para ver cómo está la población ahí. Luego incluso se podrían haber extrapolado los datos con otras zonas similares”, sostuvo Pereira Galván.
El gobierno ha informado que, hasta la fecha reportada, se han realizado 13,372 pruebas. Sin embargo, se desconoce cuántas de estas se han tomado en cada municipio o en cada centro de contención del país.
Pereira Galván explicó que el número de pruebas se pueden ver en función de varios aspectos. Señaló que, de la misma forma que ocurrió durante las epidemias del dengue, el sistema de salud se debe preparar para un momento en el que la capacidad de hacer pruebas antes de brindar atención médica ya no será posible. “Son tantos los casos que van apareciendo, que nunca se va a pretender uno hacerle pruebas a todos, llega el momento en que hay que manejarlo clínicamente. Definir que cada caso con estos síntomas, mejor lo trato como sospechoso, ya no estoy esperando al resultado de las pruebas”, dijo.
Sin embargo, señaló que en casos de tener una población confinada, como las personas que se mantienen en cuarentena en albergues o en centros de contención, sí se les debería hacer la prueba a todos.
“Desde el punto de vista de salud pública tendría que ser al 100% de los que están ahí que se les tomen las pruebas”.
Solano Leiva coincidió en la necesidad de haber hecho pruebas a todas las personas en cuarentena. “Es importante que se le esté tomando a las personas que lo necesitan. Hemos visto que incluso a trabajadores de la salud que han sido contactos les han estado negando las pruebas”