Salvadoreños viven más tiempo pero no ahorran para su vejez

Las condiciones para el pago de una pensión siguen siendo adversas para la mayoría.

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Por Karen Molina

2019-08-18 9:00:37

Martha tiene actualmente 63 años de vida, pero su condición física es tan buena que los doctores le auguran unos 20 años más.

Sin embargo para ella ese dato, lejos de alegrarla, le aterra, pues eso significará gastos financieros que no puede cubrir pues no ahorró para una pensión y ahora se volverá dependiente económica de sus hijos.

Como Martha hay miles de salvadoreños que aún tienen muchos años de vida por delante pero que no tienen ingresos que le permitan financiar su vejez.

Según una investigación del Programa de Estudios de Políticas Públicas de Fundaungo, con el apoyo de el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), la esperanza de vida al nacer de los salvadoreños va aumentando cada año.

En la década de los 50 la esperanza de vida era de 41.8 años para los hombres y de 47.1 para las mujeres.
Sin embargo, el avance de la medicina y el cambio en las condiciones de trabajo, entre otros factores, ha provocado que a la fecha esta esperanza aumente.

El estudio indica que entre 2015 y 2020 la esperanza de vida al nacer ha sido de 69.3 años para los hombres y 78.5 para las mujeres.

Y en el futuro esta esperanza seguirá aumentando. La proyección del estudio indica que en 40 años las mujeres podrían vivir hasta los 87.7 años mientras que los hombres a los 81.1.

El dato es preocupante a la luz de la cobertura previsional actual. Según un informe denominado “Presente y Futuro de la Protección Social en América Latina”, difundido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 62 % de los adultos mayores que tiene más de 65 años en El Salvador no tiene ni una pensión ni un salario como fuente de ingreso.

El último informe de junio contabilizaba apenas 189,103 personas jubiladas de un total de 3.4 millones que están afiliadas a una AFP. Eso significa solo el 5 % de las personas inscritas en el sistema previsional está recibiendo una pensión que cubra sus gastos.

El drama se vuelve mucho mayor si se toma en cuenta que la edad mínima para jubilarse es de 55 años para las mujeres y 60 para los hombres.

Si se toma en cuenta la esperanza de vida proyectada en el estudio de Fundaungo, las mujeres deberán asegurarse de una fuente de financiamiento segura para sus próximos 23 años, mientras que los hombres necesitarán financiar sus próximos nueve años siguientes.

Evidentemente el dato es más desfavorable para las mujeres, pues su edad de jubilación es más temprana pero su esperanza de vida es mayor, lo que significa que requerirá de más ingresos financieros para costearse los años que le resten de vida.

El estudio de Fundaungo, además, señala que en los próximos años, el número de personas con más de 60 años aumentará. En el 2020 se calcula que los adultos mayores solo representarán el 11.75 % de la población, pero en 2030 será de 14.71 % y en el 2100 será de 38 %, lo que expone una clara necesidad de políticas públicas estatales que garanticen a la población una buena calidad de vida en su vejez.

Debate por la edad

La edad de jubilación ha sido uno de los temas más sensibles para los salvadoreños.

La última vez que se abordó el tema fue en 2017 cuando el Gobierno y la empresa privada analizaban reformas al sistema previsional para que la deuda se redujera y se lograran beneficios de largo plazo para los cotizantes.

Sin embargo, el cambio de edad no se tocó por ningún motivo y se le dejó este trabajo al Comité Actuarial, una instancia que a la fecha aún no está creada, pese a que ya pasó más de un año desde la aprobación de las reformas.

Esta comisión debe analizar sobre si es conveniente subir los años de jubilación, que hoy por hoy, son de los más bajos de América Latina.

Durante ese debate, la Iniciativa Ciudadana para las Pensiones (ICP) sostuvo que para cambiar la edad mínima debía hacerse estudios actuariales que comprueben la esperanza de vida para hombres y mujeres y se analice su viabilidad.

El reto para las AFP en el país es aumentar su cobertura, que depende en gran medida del mercado laboral.
René Novellino, presidente de la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos) dijo en su oportunidad que la cobertura de pensiones no aumentará si no se le asegura a los salvadoreños puestos de trabajo dignos que ofrezcan estos beneficios laborales.

En las discusiones de 2017 se habló de que el Estado también garantice una pensión no contributiva (sin cotizaciones laborales) a los adultos mayores, una medida que implicaría una mayor erogación de fondos de parte del Gobierno.

El tema aún no ha sido discutido por el nuevo gobierno de Nayib Bukele. Hasta ahora solo el ministro de Trabajo, Rolando Castro, ha afirmado que el caso será discutido más adelante en el Consejo Superior del Trabajo, que aún está por formarse.

Mientras tanto, el sector laboral ha pedido al Gobierno que no utilice las pensiones como un tema político justo cuando estén cerca las elecciones.