Los 90 militares salvadoreños que conforman el cuarto Contingente de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), “Torogoz IV” junto al Primer Contingente de la Unidad de Aeródromo con Asistencia en Tierra “UAAT” I, regresaron a El Salvador la madrugada del sábado.
Fueron recibidos por el viceministro de Defensa, coronel Ennio Elvidio Rivera Aguilar.
Los militares salvadoreños permanecieron en la ciudad de Timbuktú, durante 14 meses bajo el mando del coronel piloto aviador Juan Ricardo Palacios Guzmán. Según las autoridades, ellos cumplieron misiones de: transporte aéreo de personal, escolta de convoyes, vigilancia y reconocimiento en aeronaves en su zona de operaciones, tareas de búsqueda y rescate, transporte médico y patrullajes aéreos diurnos y nocturnos.
Además participaron en la protección a la población civil, vigilando el respeto de los derechos humanos y la creación de las condiciones necesarias para la prestación de asistencia humanitaria.
También, aseguran, la Unidad de Aeródromo con Asistencia en Tierra “UAAT”, proporcionó asistencia aeronáutica y seguridad en el aeropuerto de Timbuktú a la flota de aeronaves de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Desde 2015, El Salvador apoya esta misión de paz en el país africano. Por mantener equipo militar, 6 helicópteros de ataque y 200 elementos militares en esta misión, el Ministerio de la Defensa recibe $15.5 millones al año.
Malí está en al norte de África, la zona que hasta los años sesenta fue una gran colonia francesa.