A Carolina Isabel Chicas Milian siempre le gustaron las plantas y conocer nuevas culturas. Esas fueron dos de las cosas que la llevaron a la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Pingtung, en Taiwán, de donde el pasado 15 de junio se graduó como la segunda mejor de su clase en la carrera Agricultura Sostenible en lugares tropicales, con especialidad en ciencias de las plantas.
Esta joven de 23 años de edad ingresó al centro universitario estatal, ubicado en el pueblo de Neipu, del condado de Pingtung, en 2015 a través de una beca que el gobierno de Taiwán le otorgó gracias a las buenas calificaciones que alcanzó al finalizar sus estudios de educación Media en la Academia Británica Cuscatleca.
En la carrera que cursó se estudia la forma en que crecen las plantas, cómo funciona el crecimiento de las mismas, la elaboración de híbridos resistentes a los climas áridos, la estructura de la tierra y distintos aspectos de los animales.
Su trabajo de graduación versó sobre aceites esenciales que se pueden utilizar para repeler o matar hormigas.
Chicas Milian, quien habla inglés y español, así como un poco de francés y mandarín, comentó que el sistema de calificaciones que utilizan en esa universidad va del 1 al 100, y durante los cuatro años que duró la carrera sus notas en las distintas asignaturas que llevó se mantuvieron entre 87 y 95. Al final, su nota global fue de 91.
“Fui la segunda mayor nota de todos los que se estaban graduando del Departamento de Agricultura y Cooperación Internacional, bajo el cual está la carrera”, precisó.
Este buen desempeño le valió para que esta vez fuera la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Pingtung la que le otorgara una beca que le permitirá estudiar durante dos años una maestría sobre protección de plantas, desarrollo sostenible en creación de insecticidas, pesticidas y repelentes que se puedan ocupar para la agricultura.
Afirmó que esto es con la idea de hacer un sistema integrado que permita reducir los químicos y mejorar el uso de todo lo biológico (en plantas e insectos) para controlar plagas.
En una reciente visita al país, la destacada estudiante detalló que la nueva beca cubre el costo de los estudios y aspectos básicos como vivienda, pero su madre Patricia Carolina Milian hace esfuerzos para atender algunos gastos adicionales.
Carolina Isabel aprovecha al máximo su tiempo, muestra de ello es que, según manifestó, cuando estudiaba el último año de licenciatura llevó, de forma simultánea, el primer año de la maestría; y sus planes a corto plazo están continuar un doctorado en algún centro de enseñanza superior de otro país.
De sus primeros cuatro años de estudio en Taiwán afirmó que le han permitido mejorar varios aspectos de su vida, entre ellos la responsabilidad; también hacer varios amigos de otros países del Caribe, de Belice y Taiwán.
La joven dice que guarda mucha admiración por la cultura de los taiwaneses, de los ideales que tienen, de su respeto a los adultos mayores y hacia quienes desempeñan carreras que son muy sacrificadas como los doctores y profesores.
Sin embargo, su vínculo con esa cultura viene de familia dado que uno de sus abuelos era originario de Sanxiang, un pueblo de la República Popular de China, e incluso hace unos años formó parte de un grupo de danza de la embajada de Taiwán.