Salvador Samayoa: “El Frente le debe al pueblo un mea culpa por la corrupción”

El analista destaca el dinamismo del nuevo Secretario General del FMLN, pero lo insta a cambiar discurso y trabajar para rescatar al partido.

descripción de la imagen
Foto Archivo

Por Eugenia Velásquez

2019-07-10 5:30:23

Salvador Samayoa sigue escuchando latidos en el corazón del FMLN y por eso no lo da por muerto tras la debacle en las elecciones pasadas. Y en las futuras, dice, el Frente “sobrevive, seguro”, pero habrá que esperar el papel que desempeñe como Secretario General el exvicepresidente Óscar Ortiz, a quien le aconseja dejar de lado el discurso sobre estatutos y ponerse en línea de lo que necesitan para aspirar a ser de nuevo una relevante fuerza política en el país. Lo primero, advierte, es pedir perdón a la población por la corrupción de sus gobiernos.

¿Considera que ahora que Óscar Ortiz fue juramentado como secretario general del FMLN logrará levantar al partido tras la derrota electoral presidencial del 3 de febrero?

“En lo inmediato el cambio en las estructuras de dirección puede tancar la hemorragia y estabilizar los signos vitales del partido, pero no podemos ignorar que sigue muy débil, que tiene heridas muy graves y que todavía está en cuidados intensivos. El nuevo Secretario aportará mucha energía y dinamismo, pero su figura, su autoridad y su eficacia pueden verse afectados por asuntos pendientes de sus cargos anteriores y por resistencias internas a los cambios que intente promover. Si tuviera que apostar, lo haría por una recuperación discreta en los primeros meses y más sólida en 2021 si el partido afronta con lucidez la transición”.

¿Qué opina de que Ortiz en su primer discurso oficial diga que una de sus prioridades será reformar los estatutos para que los periodos de diputados ya no sean de tres periodos (de tres años) consecutivos, sino de dos periodos seguidos y que si son reelectos para un tercero, deberá ser por su reconocimiento a su trabajo en el territorio?

“Eso es poco más que discurso “políticamente correcto”. No creo que a la gente que perdió la confianza en el Frente le interesen mucho las reformas estatutarias. La gente quiere escuchar otras cosas… y todavía no las escucha. Además, no es esa la manera de evitar que un mal diputado sea elegido para otro período. Son los organismos colectivos los que proponen y aprueban las candidaturas a diputados. Si los miembros de estos organismos dejan pasar a un incompetente o a un corrupto, será porque son o se han hecho sumisos, acomodaticios, cómplices o cobardes. Este no es un problema de estatutos, es un problema de carácter de la militancia”.

¿Cómo valora que Ortiz plantee que el padrón electoral del FMLN deberá ser abierto de forma permanente para incluir a todos los sectores que fueron excluidos antes de realizar las recientes elecciones internas, entre ellos, a los veteranos del conflicto armado del FMLN que por derecho propio deben seguir allí, a menos que no quieran?

“La mayor exclusión no se produjo antes de las últimas elecciones internas. La mayor “depuración” se produjo antes de la Convención Nacional de 2010, pero esto de la marginación o exclusión de las voces más críticas, o su salida por voluntad propia en un clima de hostilidad ideológica, viene de antes. Ser veterano es una connotación histórica, no una cualidad política. El partido no debió nunca ignorar a sus veteranos. El abandono causó mucho resentimiento, pero esa es harina de otro costal. Lo que el Frente necesita es incorporar a la mayor cantidad posible de gente que quiera trabajar bajo un nuevo paradigma de izquierda democrática, sean veteranos o no”.

¿Cree conveniente alargar el periodo de alcaldes de 3 años de gestión a 4 o 5 años, que es una de las propuestas de reforma a los estatutos planteada por Ortiz el domingo?

“Esto es irrelevante. No sé si lo ha propuesto para ganar simpatía y apoyos en el colectivo de alcaldes del partido. Además esa no sería una reforma de estatutos del partido, sino una reforma legislativa. Tiene pros y contras. Ya se ha discutido antes en el país, pero no es algo que vaya a causar entusiasmo en la militancia o en la población. Si siguen hablando de estatutos, están perdidos. Insisto: no está en esa línea el cambio que espera la gente”.

¿Cómo valora usted que Ortiz exponga ahora que con su liderazgo las decisiones del partido ya no se tomarán de arriba hacia abajo, sino desde las bases del territorio y de las comunidades?

Está bien que lo diga. No puede decir otra cosa, pero en la práctica no todas las decisiones se pueden o se deben tomar en consulta con las comunidades. No es ese el sentido primordial de recuperar el vínculo con la gente que reclaman las bases del partido. Los militantes de base solo quieren saber que los dirigentes no viven en otro planeta, que no se vuelven inaccesibles, cómodos, prepotentes o insensibles, que no llegan a enriquecerse, que mantienen viva su vocación de servicio y, sobre todo, que ayudan a resolver de manera digna y eficiente, no con asistencialismo, los problemas de la gente”.

¿Cree que ese mecanismo logrará recuperar la credibilidad del FMLN, que perdió durante sus dos quinquenios y que se vio reflejado en los comicios del 3 de febrero?

“La credibilidad no se recupera con mecanismos. El Frente le debe al pueblo un “mea culpa” por la corrupción. Muchos dirigentes fueron decentes en el sentido de no buscar su propio enriquecimiento, pero voltearon a ver a otro lado, toleraron, encubrieron y hasta protegieron a los responsables de una corrupción rampante, inocultable, indignante. También le debe el Frente el pueblo un reconocimiento de responsabilidad por la designación de equipos de gobierno que quedaron a años luz de la meritocracia que prometieron”.

¿Qué opina que en la integración de la Comisión Política juramentada este domingo continúen cuadros duros del FMLN como Carlos Ruiz y Nidia Díaz, cree que ellos le permitirán hacer los cambios que Ortiz augura?

“No lo sé. Ortiz todavía no ha dicho cuáles cambios intentará hacer. Solo ha hablado de pequeños cambios orgánicos o de funcionamiento. No se ha referido todavía al paradigma ideológico y al programa político del partido. No ha hablado de lo que hay que hacer para convertir al FMLN en una fuerza política de izquierda democrática amplia, con vocación de transformación social efectiva y viable. Cuando este debate se abra -si es que se abre- seguramente se presentarán resistencias por parte de los cuadros más anquilosados”.

¿Así como quedó integrada la nueva Comisión Política, usted cree que el FMLN logrará sobrevivir para las elecciones de alcaldes y diputados en 2021?

“El FMLN sobrevive seguro. Lo que está en discusión es si puede volver a ser una fuerza política mayoritaria, algo que en caso afirmativo de todas maneras no ocurriría en el corto plazo. Partiendo de una derrota tan dura, difícilmente puede aspirar en 2021 a mejorar su cuota actual de alcaldes y diputados. Si logra un número cercano a los 20 diputados será un gran resultado para el partido y para el país, porque fortalecerá la oposición y con ello la preservación de la democracia. Pero ese resultado no depende solo de la calidad de sus organismos de dirección. Depende también -y mucho- del desempeño del gobierno, de la competencia o alianza entre GANA y Nuevas Ideas, de la recomposición de ARENA, de la fuerza o debilidad del surgimiento de Nuestro Tiempo y del costo que pague el PCN por hacer alianza formal con ARENA y luego votar por GANA en 2019”