En la recta final del año escolar 2020, que ha sido trastocado por la pandemia del COVID-19, varios profesores y psicólogos consultados hacen eco sobre el hecho de que a la par de dotar de tecnología es urgente atender la salud mental de alumnos y de los mismos educadores con profundidad antes de clausurar actividades escolares y entrar a vacaciones.
Y es que luego de casi ocho meses bajo esta condición adversa suman testimonios que reflejan el cansancio, agobio, hasta casi ahogamiento que sienten educadores, que muestran los educandos y también padres de familia.
“Estoy bastante preocupada, decepcionada, porque realmente a los chicos se les motiva (a trabajar) pero no quieren”, afirmó Jeny Guadalupe Aguilar Alfaro, una maestra con veinte años de experiencia que imparte Educación Física en el Complejo Educativo Amalia Viuda de Menéndez, de Mejicanos.
Esa es una realidad que Aguilar Alfaro, quien es madre soltera, no solo vive con sus alumnos sino también con su hijo menor que cursa quinto grado en el centro donde ella labora.
“El niño ya no quiere ver guías, él se me pone a llorar, tiene un mal humor, todo le molesta, ya no quiere. Me dice ‘yo ya no quiero mejor esto’. Yo le digo ‘no, mire hijo, vamos a terminar’, y ahí vamos tratando y pidiéndole al Señor”, afirma.
También puedes leer: No descuides tu salud mental, una nueva crisis amenaza el futuro
La profesional expone que incluso ella está en una condición emocional complicada producto del encierro, las limitaciones tecnológicas que ha tenido, la recarga de trabajo, la situación económica y la actitud de sus alumnos, lo cual la ha llevado a sufrir de insomnio parcial.
“(Al principio de la pandemia) no tenía ánimos ni de levantarme, no me bañaba, comía poquito; hoy es al revés, me ha dado ansiedad y como mucho. Es un caos completamente y como donde yo vivo es bien pequeñito, entonces en ese encierro me vive doliendo la cabeza; vivo estresada con mi propio hijo. Estamos mal”, comenta.
Mientras la atención llega, la profesora Aguilar Alfaro todavía lidia con sus sentimientos de pérdida, se le quiebra la voz al recordar a un compañero docente y a la abuela de su hijo, quienes murieron producto del COVID-19.
“La atención (socioemocional) tendría que ser ya para prepararnos para el otro año, porque quiérase o no los niños están igual o peor (que nosotros) quizás”, expone.
Aunque la Ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, había anunciado que atendería la salud emocional de los miembros de la comunidad educativa hasta el inicio del año escolar 2021, al cierre de esta semana dio a conocer que el próximo mes el Ministerio de Educación (MINED), a través del Instituto de Formación Docente (INFOD), comenzarán un programa de atención para el autocuido, acompañamiento y apoyo psicoemocional de los maestros.
Lee aquí: Pandemia y salud mental
Como parte de la iniciativa exhortaron a todos los docentes, del sector público y privado, a que se inscriban en las redes sociales del MINED y a partir de allí podrán participar en cuatro sesiones virtuales, de dos horas semanales, en donde con apoyo de profesionales les ayudarán a que se expresen sus sentimientos, pensamientos, les brindarán técnicas para que puedan manejar la ansiedad y emociones el ámbito personal, pero además les darán herramientas para lidiar con ello en el aula.
“Necesitamos de nuestros maestros en condiciones de un desempeño emocional saludable, necesitamos de los alumnos también con equilibrio emocional después de haber vivido momentos difíciles de confinamiento”, aseguró la ministra.
La funcionaria indicó que esto les permitirá tener un perfil psicoemocional de los profesores y alumnos; que este esfuerzo de atención es parte del Plan La Alegría de Regresar a la Escuela que es el protocolo que han diseñado con el Ministerio de Salud para la vuelta a las aulas en 2021.
La idea, según De Varela, es que los docentes “estén fortalecidos en sus capacidades psicoemocionales para generar un ambiente seguro y saludable y así propiciar aprendizajes idóneos en sus alumnos”.
A principios del año pasado los funcionarios del MINED que manejaban los programas de prevención en la anterior administración daban cuenta que esa cartera de Estado solo contaba con entre 40 y 60 psicólogos contratados, y según los planes expuestos por las nuevas autoridades todo apunta que no serán equipos de psicólogos sino los mismos maestros quienes atenderán actividades para ayudar a los estudiantes con su situación socioemocional.
Te puede interesar: ¿Cómo cuidar tu salud mental en tiempos de pandemia? Sigue estos consejos de especialistas
Otra docente que labora en un centro escolar de Cuscatancingo y a quien llamaremos Maribel, porque pidió anonimato, está consciente de que a sus alumnos el encierro los ha afectado, los nota como tristes, con miedos; algunos le comentan que han sufrido regaños, quizás hasta maltratos de sus papás, porque ellos también han estado estresados.
Ella no descarta que cuando vuelvan los escolares van a presentar muchas situaciones difíciles que a todos los educadores les va a tocar afrontar; y ese es otro temor que se suma al que ya tiene por no poder realizar su trabajo de manera plena en medio de limitaciones tecnológicas.
“La realidad que se espera no es fácil en ningún sentido en la escuela ni en sentido académico, ni a nivel social, el comportamiento, ni a nivel salud, porque uno ni sabe cuántos maestros van a volver porque ya fallecieron o porque quizás ya no van a seguir”, razona la docente de 44 años.