Salas de belleza preparan protocolos de salud para atender a sus clientes

El proyecto de apertura gradual de la economía presentado por el Ejecutivo incluye a los salones de belleza en la primera fase de reapertura. Los negocios ya se están preparando.

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Administradores de algunos salones esperan que en junio ya haya fecha para reabrir los negocios. Foto EDH / Shutterstock

Por Karen Molina/Magdalena Reyes negocios@eldiariodehoy.com

2020-05-25 10:45:04

Uso obligatorio de caretas, mascarillas, alfombras sanitizadoras y desinfección de áreas de trabajo, son algunas de las medidas que contemplan los protocolos de bioseguridad que aplicarán los salones de belleza una vez que se avale la reapertura gradual de la economía.

Salones como Vidal’s han elaborado protocolos para cuando se levante la cuarentena e inicien operaciones, mencionó la gerente de marca, Michelle Vega.

Alfombras desinfectantes para el calzado al momento de ingresar al local así como servicio por medio de citas para saber qué cantidad de clientes van a atender dentro de las sucursales, son algunas de las medidas que implementarán.

“Estamos pensando iniciar con un 40 % de la capacidad, hay tocadores que no vamos a utilizar, para mantener el distanciamiento. También vamos a esperar las indicaciones que ponga el Gobierno”, comentó Vega.

Amanda’s Salón también implementará la programación de citas para atender a los clientes, tomando en cuenta las medidas que dé el Gobierno.

“Se hará toma de temperatura, uso de guantes, caretas y desinfección de áreas”, destacó María Esmeralda López, directora comercial de ese negocio.

En este salón, independientemente del servicio que se le vaya a hacer a la persona, se le lavará el cabello, previo a la atención, para tener la garantía de que esté con su cabello sin contaminación.

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Este salón esperan iniciar con el 50 % de su capacidad y luego ir aumentando paulatinamente, cuando se les permita abrir las sucursales que están en los centros comerciales.

Echarán mano de redes sociales y aplicaciones móviles para atender la programación de citas. También buscarán atender grupos de personas en las empresas.

Por su parte la Asociación de Profesionales de Belleza de El Salvador (Aprobes), que ha identificado a más de 400 personas que se dedican a esta profesión, también prepara desde hace varias semanas un protocolo de regreso al trabajo con el que quieren garantizar a sus clientes el menor riesgo de contagio del coronavirus.

Roxana García de Flamenco, secretaria de la Asociación, explicó que el trabajo en los salones de belleza requiere un contacto directo con los clientes (pelo, rostro, uñas, piel) por lo que sus protocolos de trabajo deben asegurar el menor riesgo de contagio tanto para el cliente como el trabajador.

“Desde hace varios días hemos estado tomando insumos de los protocolos que se han aplicado en otros países y con eso estamos estableciendo nuestras propias medidas”, afirmó Roxana.

“Como este es un tipo de servicio donde uno tiene que tener contacto físico con la gente, nosotros queremos un estándar, un protocolo de trato al cliente desde que éste llega”, explicó.

Según Roxana, a partir del ejemplo de otros países, han identificado varios puntos que se aplicarán de inmediato: “Todo el que entre debe lavarse las manos, se le aplicará spray con alcohol y que no tenga algún síntoma como fiebre”, dijo.

Además, se están considerando equipos desechables y que la estilista que atienda esté protegida con su mascarilla y el equipo necesario para que el cliente se sienta seguro.

La atención por citas será ahora más que nunca un requisito que deberá cumplirse al pie de la letra pues no podrán estar muchas personas en un mismo lugar.

“La gente va a estar con más miedo y nosotros tenemos que darle al cliente seguridad y confiabilidad de que al salón no se va a venir a contaminar”, recalcó Roxana, quien es propietaria de un salón de belleza en San Salvador.

Financiamiento y certificación

Sin embargo, su trabajo será cuesta arriba una vez que pase la cuarentena pues reconoce que la mayor parte de los negocios de este rubro operan en la informalidad y sin acreditación de ninguna institución.

Por esa razón Roxana señala que también se está trabajando en formalizar al gremio a través de la Asociación y gestionar certificaciones de salud que den mayor garantía a los clientes de que su servicio sigue los parámetros de salud que se requerirán en la nueva realidad a la que habrá que adaptarse después de la pandemia.

“Lo que queremos es un respaldo de las autoridades en el tema de salud porque en este trabajo se toca piel, se toca rostro. Si podemos tener ese respaldo para que la gente diga: esto está acreditado, entonces será confiable”, afirmó.

Pero equiparse muy bien y lograr una certificación confiable también requiere de inversión, uno de los puntos más débiles para este sector pues muchos se financian a través de usureros y nunca han tenido un crédito formal para hacer crecer su emprendimiento.

“La idea es que los empresarios pequeños se formalicen y crezcan tanto a nivel de empresa como a nivel técnico”, agregó Roxana.

La asociación se reunió con el ministro de Trabajo, Rolando Castro, hace unos días no solo para plantearles la necesidad de mejorar sus negocios, sino además, por la difícil situación que atraviesan muchos de los empleados de estos salones. “Le hemos pedido al ministro que nos dé una ayuda también para la gente ya sea con apoyo económico o víveres”, señaló Roxana, quien da empleo a 2 mujeres y otras el cierre de su negocio, ha dejado de pagarles su salario completo.

Algunos salones evitarán los servicios que requieren mayor contacto físico, como faciales, maquillaje y masajes. La manicura será más controlada. Foto EDH / Shutterstock

Elevación de costos

Todos este tipo de medidas sanitarias incrementarán hasta en un 30 % los costos de trabajo para los salones de belleza, dijo López.

“Por ejemplo hay capas para corte (de cabello) que se podían usar durante el día con varios clientes, porque no entra en directo con la piel, pero eso queda descartado ahorita y se ocupan o capaz desechables o se hace un kit individual por cliente y se echa en una bolsa plástica para poderlo lavar después”, mencionó López.

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Agregó que los precios de insumos como guantes y mascarillas están elevados, pero no pueden trasladarle el costo al cliente en este momento.

“No se puede aumentar el costo de los servios porque no están las condiciones económicas en este momento, pero sí definitivamente se va a elevar el costo increíblemente”, destacó López.