“Hoy termina este proceso, espero que se reconozca que ha habido un error. No sé si el arzobispo (José Luis Escobar Alas) va a resarcir el daño que se me causó a mí, a mi familia y a la iglesia”, expresó ayer el sacerdote José Antonio Molina Nieto.
La declaraciones las hizo en el Tribunal Sexto de Sentencia en la audiencia donde Isaí Ernesto Mendoza Martínez se retractó de haberlo acusado de agresión sexual, en 2016, y le pidió disculpas públicas.
El religioso recordó que la decisión de la Arquidiócesis de San Salvador de suspenderlo fue tomada el 26 de septiembre de 2016 tras un proceso canónico, pero le fue notificado hasta el 1 de noviembre.
La causa contra él, explicó, se inició tras la denuncia de dos hermanas menores de edad que lo acusaron de agresión sexual pero que luego admitieron que mintieron. Luego hizo lo mismo Mendoza Martínez.
Dentro y fuera de la audiencia, Molina Nieto criticó a Escobar Alas porque, según dijo, cada vez que un sacerdote es acusado de delitos sexuales él sale pidiendo perdón a las víctimas sin conocer el caso, y sin que el imputado haya podido defenderse en un tribunal.
“Por eso hasta ha habido reclamos del clero contra él… La feligresía y mis compañeros sacerdotes me han apoyado. Me ha dolido este proceso que se me ha seguido en el Arzobispado. El arzobispo está obligado a aclarar este caso moralmente. No busco hacerle daño”, manifestó Molina Nieto.
La jueza explicó que Escobar Alas fue citado a la diligencia pero en su representación llegó la apoderada legal, quien no habló con los medios de comunicación.
Molina Nieto relató que desde que fue separado de la iglesia se ha dedicado a trabajar en una empresa de su familia que se dedica a distribuir equipo médico.