Ronald, el heredero entre las mujeres tejedoras de Panchimalco

Aprendió a corta edad el trabajo del telar, hoy su trabajo ayuda a costear el tratamiento de cáncer de su madre.

descripción de la imagen
jueves 7 de noviembre de 2019 Ronald Vega ha heredado la tradición de telares que trascendió en las mujeres de su familia, pero además ha creado nuevos productos por medio de la misma técnica Foto EDH/ Menly Cortez

Por Menly Cortez

2020-01-07 9:30:59

PANCHIMALCO. Hilo a hilo, Ronald Vega levanta y baja “el corazón grueso”, el instrumento principal del telar de cintura y que no es más que una vara gruesa de laurel, mientras mueve los filloteros que le ayudan a entrelazar los hilos en el taller instalado en su casa, en el barrio Concepción de Panchimalco, en San Salvador.

“Aquí todo va medido”, comenta Vega, mientras realiza el primer paso de la elaboración de un huipil (blusa con motivos tradicionales), que es calcular lo largo de los hilos que inserta en estacas puestas en un tronco llamado “urdidor”, el cual le ayuda a determinar la talla de la pieza.

En la familia de Ronald la mayoría de integrantes son mujeres, él comenta que al menos su bisabuela, dos tías y su madre han sido mujeres que gracias a la elaboración de paños y mantas han llevado el sustento a su familia.

El emprendedor, de 27 años de edad, comenta que ha visto la misma posibilidad con la práctica del telar de cintura, realizando las prendas rituales características para determinados eventos de las familias que mantienen las tradiciones de Panchimalco, tal como los paños que se le imponen a los difuntos del municipio o la realización de telas para danzantes.

Pero Ronald ha innovado ya su listado de productos y añadido carteras de mano, bolsos y huipiles hechos con una técnica que él implementó para hacer la pieza de un solo trazo, para que no necesitara máquina de coser y no desbaratar la costura.

Según Iván Villatoro, antropólogo graduado de la Universidad de El Salvador que ha basado sus estudios en las tradiciones de los habitantes de Panchimalco, el trabajo de Ronald y su familia ayuda a preservar la costumbre de los telares, pues antes era la actividad principal del municipio y ahora solo se ha reducido a un par de familias.

El experto agregó que en Mesoamérica se conoce que la práctica de los telares siempre ha sido encabezada por las mujeres y que este trabajo ha tenido que “tropicalizarse” al turismo para sobrevivir.

Ronald comenta que parte de la modernización de la técnica es gracias a talleres impartidos por Plan Internacional a él y a otro artesano donde les ayudaron a crear nuevos productos.

Ronald afirma que, aunque disfruta su trabajo, espera en algún momento poder culminar su carrera en Relaciones Públicas, la cual no pudo seguir por problemas económicos. “En este momento estoy enfocado en entrar más en el mercado y poder ayudar a mi madre a que termine su tratamiento”, manifiesta.

Carmen Vega, quien desde hace un año y medio fue diagnosticada con cáncer de mama, agrega que luego de la operación que le realizaron entró en tratamiento y los malestares no le permiten continuar trabajando en el telar de cintura, pues este trabajo requiere de bastante movimiento de los brazos y manos mientras permanece sentada durante horas.

Sin embargo, el trabajo de madre emprendedora no ha terminado pues ahora se encarga de apoyar a su hijo en lo que su salud le permite, además de estar siempre ahí para aconsejarlo y para que siga adelante y que cumpla sus metas.

Las piezas que Ronald realiza son comercializadas en el kiosco de la tienda de Plan Internacional en Multiplaza y en Panchimalco.