Desde hace más de dos años, Fito Zelaya no vestía los colores de la Selecta. Anoche, volvió a jugar para el país. El técnico Carlos de los Cobos le dio el espacio de titular, se fue sin anotar gol y duró en cancha 69 minutos. Salió abucheado y le dio espacio a Nelson Bonilla.
Tardó dos minutos en tocar su primera pelota. Recibió un pase y dio un servicio de balón dividido. Poco a poco, Zelaya se fue asentando, pero no tuvo efectividad. Pedía balones, los buscaba, estaba en el área, a veces retrocedía y trataba de acelerar, pero no hacía diferencia.
Previo al gol (1-0), el delantero cobró un tiro libre, con un disparo que terminó desviado. También, en sus estadísticas quedaron un cobro de córner y una recuperación de balón. Si bien no tuvo la mayor movilidad en el área, recibió por tramos hasta tres marcas, y marcado solo pudo dar algunos pases erróneos.
La lupa sobre Fito
Minutos jugados: 69
Tiros totales: 7
Tiros desviados: 5
Tiros al arco: 2
Asistencias: 0
Tarjetas: 0
Fueras de juego: 0
Pases buenos: 3
Pases malos: 5
Faltas recibidas: 0
Faltas cometidas: 0
El equipo lo buscaba con balones largos, pero pasados los 20 minutos se vio solo y pasó desapercibido, sobre todo cuando Santa Lucía se fue a presionar al área salvadoreña. Incluso se vio un reclamo suyo a Juan Carlos Portillo, por un balón en el que no lo asistió (24’). Pero al 25’, Fito generó la propia, recuperó un balón, dominó y metió un tiro desviado. Después, se hidrató y habló incluso con De los Cobos.
La siguiente en que hizo sentir su presencia, quizás la más clara que generó, al minuto 30’. Fue su segundo disparo a marco, al inventarse una tijereta tras un centro de Óscar Cerén, que se fue sobre la portería de Vino Barclett. Tres minutos después, en un pase de atrás de Orellana, Fito llegó retrasado y le pegó afuera, pese a la salida del meta.
Antes de iniciar el complemento, se vio a Zelaya hablando con el grupo, con liderazgo, quizás dando aliento a mantener el triunfo. De hecho, dio espacio a sus compañeros en ataque, ya que jugó más retrasado, por izquierda, sirviendo pelotas e intentando algún remate.
Se fue cansando, desgastado, y de sus últimas llegadas contabilizó un zurdazo a puerta y una contra con un disparo arriba del arco. Y fue todo, para darle espacio a Bonilla.