A un ritmo de $877 millones por mes crece la deuda de El Salvador desde que el 1 de mayo el partido oficialista de Nuevas Ideas controla la Asamblea Legislativa.
Lo anterior se desprende del monto total de $2,631 millones aprobados en 18 nuevos préstamos por la bancada oficialista. Estas peticiones llegan desde el Ejecutivo y son avalados en el Congreso sin mayor discusión. Algunos incluso han sido aprobados el mismo día en que son llevados a la Asamblea por el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya.
El diputado Rodrigo Ávila, de ARENA, manifiesta que es una situación insostenible, debido a que algunos bonos, Letes y Cetes que fueron aprobados el año pasado no han podido ser colocados por el gobierno, lo que presiona la caja fiscal del Estado.
“Esto de la deuda supera totalmente cualquier otro gobierno que ha existido antes y es totalmente peligroso, dadas las condiciones económicas del país que se ve reflejado en un menor crecimiento a nivel de Centroamérica”, afirmó el legislador tricolor.
En un reportaje elaborado por el medio digital FOCOS, se informa que el endeudamiento adquirido por el Estado en los primeros 100 días de la nueva legislatura dominada por Nuevas Ideas, de $2,631 millones, más la deuda que ya arrastraba el país de más de $4,000 millones desde que el presidente Nayib Bukele ya supera el Producto Interno Bruto.
“El Salvador ya debe todo lo que produce”, dice el reportaje de FOCOS. Según Ávila, esto pone en una situación muy delicada al país, pues la inestabilidad política con la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional y el fiscal general de la República, además de la inseguridad jurídica con la implementación del Bitcoin como moneda de curso legal desincentivan la inversión privada, impactando en la generación de empleos, frenando así el crecimiento económico.
“El efecto más inmediato es que se visualiza en el futuro una recesión económica, un escape de recursos del país no solo a nivel financiero, sino también de recurso de talento humano calificado. Lo que se está viendo es peligroso hacia el futuro”, señaló Ávila.
El gobierno argumenta que la nueva deuda adquirida en los primeros 100 días de Asamblea controlada por el oficialismo es inversión social. Sin embargo, Ávila alega que los destinos de algunos préstamos son repetidos y ya estaban contemplados en el Presupuesto General de la Nación de 2021.
“Más bien pareciera que ahora se comprueba lo que dijimos hasta la saciedad, que el presupuesto venía desfinanciado, ahora les es difícil aceptar que el presupuesto venía desfinanciado y están buscando financiar esos presupuestos pero a través de préstamos”, indicó Ávila.
El riesgo más latente es la “amenaza velada”, dice, de que el gobierno echará mano de los ahorros de los trabajadores para pensionarse al haber “topado su tarjeta de crédito” y no tener fondos para pagar ni los intereses de los nuevos créditos y los intereses de los títulos valores que ha colocado en la banca nacional, poniendo en la cuerda floja también los ahorros de los usuarios del sistema financiero.
En tanto que la diputada del FMLN, Anabel Belloso, dijo que las alarmas por el alto endeudamiento se encendieron desde el año pasado con los miles de millones que el Ejecutivo solicitó y que le fueron aprobados por la Asamblea anterior para poder hacer frente a los gastos extraordinarios producto de la pandemia del covid-19. De gran parte de estos fondos, el gobierno se ha resistido a rendir cuentas.
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“Los niveles alcanzados este año, sobre todo con las aprobaciones del 1 de mayo a la fecha, son preocupantes. Se ha comprometido casi en su totalidad el PIB, limitando los recursos que podrían invertirse en proyectos y programas para la gente”, afirmó Belloso.
Dice que a lo anterior se suma que el gobierno sigue endeudándose sin ningún análisis, valoración, ni planificación de los efectos a mediano y largo plazo.
“Se advirtió” esta situación
En abril pasado, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) advirtió que la deuda se acercaría a los $24,715.3 millones en 2021, un equivalente al 96.4 % del PIB, por gastos que no fueron incorporados en el presupuesto General de la Nación.
Los expertos advirtieron que la deuda pública de El Salvador seguiría creciendo este año y podría superar el 96.4 % del Producto Interno Bruto (PIB) sin un ajuste al gasto no incorporado en el Presupuesto General de la Nación, advierte el tanque de pensamiento en su análisis al respecto.
Fusades también señaló en su última investigación que el anteproyecto del presupuesto de 2021, entregado a la Asamblea Legislativa en septiembre de 2020, presentaba fallas en sobreestimación de ingresos y gastos que lo convirtieron en el “peor proyecto en varios años”.
Pese a que se esperaba que la discusión en el pleno legislativo corrigiera esas falencias, los diputados aprobaron la propuesta sin modificar estas “fallas históricas”, criticaron.
En el proyecto del presupuesto se estima que la deuda pública ascendería a $23,744.2 millones en 2021, equivalente al 92.6 % del PIB. Pero “no es realista”, suma Fusades, que advierte que al tomar en cuenta los gastos no incorporados el endeudamiento rondará los $24,715 millones y llegará al 96.4 % del PIB.
El 12 de mayo, el titular de Hacienda aseguró que el nivel de deuda del país no llega al 90% como lo habían asegurado otros analistas económicos. Sin embargo, Zelaya pidió a la Asamblea que le aprobaran el martes 12 de mayo pasado $800 millones en nuevos préstamos y que autorizaran y ratificaran otros $780 millones en créditos pendientes desde la anterior legislatura. Estas son algunas de las altas cifras que la bancada cyan ha aprobado sin consulta, ni reparos.
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