El reto para docentes y padres de familia de enseñar a preescolares entre limitantes

Los profesores llaman a los padres a trabajar con los niños con las orientaciones que les dan, pero es difícil por la falta de tecnología en varios hogares.

descripción de la imagen
Sara Raquel Sánchez Lovo, de 9 años, estudia matemáticas mientras juega su hermano, Enrique Alexander, de 7. Ambos son estudiantes del Centro Escolar Cantón las Crucitas, de Panchimalco. Fotos EDH / Jonatan Funes

Por Susana Joma

2021-01-07 11:10:18

Aunque profesores de escuelas públicas y colegios que atienden kínder, parvularia y primer grado saben que posponer el retorno a clases es lo mejor para evitar contagios, están preocupados porque en muchos hogares persisten las carencias que se anteponen al proceso educativo en esta etapa clave.

Una docente de la capital, que prefirió hablar bajo reserva de nombre, explicó que si bien la enseñanza en línea es un reto con todos los grados, con los pequeños es mayor, porque es un nivel en donde los niños aprenden a través de la socialización con sus pares, con un contacto físico que no se tiene a través de la tecnología.

VER: Especialista propone diseñar guías sencillas para los padres de niños en edad preescolar

“En mi caso voy a tener primer grado. Le estoy pidiendo a Dios que me de sabiduría y que me ayude para poderlo hacer”, comenta.

Según el especialista educativo Óscar Picardo, en el nivel preescolar, incluyendo el primer ciclo, el tema de motricidad fina y el tema sensorial es crítico desarrollarlo en los niños. De ello depende su éxito en los grados superiores.

Enrique Alexander, de 7 años, muestra guías de estudio del Centro Escolar Cantón las Crucitas, de Panchimalco. Fotos EDH / Jonathan Funes

La maestra capitalina de entrada se ha planteado basar su trabajo en de las guías del Ministerio de Educación. Además, confiando que los padres de familia tengan un celular moderno o computadoras, contempla crear audiovisuales, o usar algunos que encuentre disponibles en sitios en línea para enviárselos y guiar el aprendizaje de los niños.

“El reto más grande para mí es que los niños de la escuela pública no tienen computadora ni internet; ahí es donde uno de docente tiene las manos amarradas, porque es difícil convocarlos a una hora porque la mayoría trabajan con los recursos de los papás y estos llegan por la noche. Estoy confiando en Dios que les van a dar la computadora (el Gobierno), que eso sea una realidad y que sea pronto”, afirma la educadora de la capital.

Las palabras de la profesora surgen luego de que la ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, ha reiterado en los últimos días que trabajan en cerrar la brecha digital este año, con entrega de computadoras y acceso a internet.

Tema relacionado: COVID-19 y educación, problemas y desafíos

Otra docente de una escuela de Panchimalco, que también pidió anonimato, coincide con su colega capitalina en que si los padres de familia no ponen de su parte, si no colaboran para que los niños trabajen, si no los motivan, “será imposible” que se logre el aprendizaje requerido.

Esta educadora, de 43 años y quien atenderá niños de 4 a 6 años, comenta que ella trabaja en zona rural en donde la señal de internet no es buena. Eso hizo que el año pasado muchos padres tuvieran problemas para ayudar a sus hijos, porque cuando lograban comprar recargas de internet pasaban hasta una semana sin poder descargar en sus teléfonos las guías de trabajo. Una realidad que no duda se repetirá este año.

La maestra reporta que por el momento tiene matriculados doce estudiantes, pero confían en que se sumarán otros.

Mientras los docentes preparan su mente para el nuevo año escolar, en algunos centros educativos, como el Complejo Educativo Walter Soundy, de Santa Tecla, reportan un lleno en la matrícula de kinder y preparatoria matutina, con algunos espacios libres por la tarde.

Equipo necesario

Paz Zetino Gutiérrez, subdirector del mencionado complejo, detalló que esto en parte es motivado por el anuncio de la continuidad en línea, que tiende a dar seguridad a los padres, así como al ofrecimiento gubernamental de que cada familia de estudiante tendrá una computadora.

Gutiérrez, quien además es secretario general de la gremial Bases Magisteriales, indicó que a los docentes que imparten preescolar en instituciones de la zona urbana les favoreció en su trabajo la Franja Creciendo en Casa por televisión, y al menos en esa escuela la mayoría de los padres colaboran con los profesores.

Sin embargo, el dirigente gremial reconoce que no todos progenitores tienen la paciencia para trabajar con los niños, por lo cual les hacen consciencia de que tienen que hacer un esfuerzo para dedicarle tiempo, a una hora establecida, para que hagan las tareas y progresen.

Daniel Rodríguez, director del Centro Escolar Cantón El Cedro, de Panchimalco, tiene confianza en que si bien los niños de esa zona no tienen acceso a tecnología, los docentes de parvularia podrán disponer de 32 guías que lanzará el Ministerio de Educación.

Rodríguez, al igual que sus colegas, está consciente de que bajo la orientación de los maestros serán los padres de familia quienes deberán llevar a cabo con los niños las actividades lúdicas que estén indicadas en las guías que les harán llegar.

La inquietud por el impacto en el nivel preescolar también impacta a las instituciones de enseñanza privada, según advierte Javier Hernández Amaya, presidente de la Asociación de Colegios Privados (ACPES).

Tema relacionado: Educación y COVID-19, ¿qué pasó en las aulas en línea?

Hernández Amaya sostiene que “en los colegios privados la preocupación se centra en que son grupos etarios a los que se les dificulta llevar la educación desde casa virtualmente”.

El representante de la ACPES señala que parte de esa dificultad estriba en que muchos de estos niños, aun asistiendo a colegios, no tienen garantizado el acceso a tecnología, ni el acompañamiento de un adulto que trabaje con ellos paso a paso.

Según indica, esas dos situaciones son las que mueven a muchos padres de familia que trabajan a resistirse a las clases virtuales y posponer la matrícula de sus hijos hasta el retorno a clases presenciales, algo que es contraproducente para estos últimos.

“Esperamos que el Ministerio de Educación tenga muy claro cómo orientar ese proceso en esos niveles de educación tan excepcionales. Más delicado aún lo son aquellos estudiantes que pertenecen a la educación especial y eso debe repensarse, normarse”, puntualiza Hernández Amaya.