El ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, fue ascendido al grado de vicealmirante, el máximo grado de la Fuerza Naval de El Salvador.
El ascenso fue consignado en la Orden General No. 12/020 del 31 de diciembre anterior, de la cual El Diario de Hoy obtuvo una copia.
Junto a Merino Monroy, también fue ascendido al grado de general de División (el máximo en el Ejército), Carlos Alberto Tejada Murcia, jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada, según consta en el documento.
Recorrido por Apopa
Al final de la orden 14/020 se indica que los nombramientos de tal documento entrarían en vigencia desde el 1 de enero del 2021.
A pesar de ello, Merino Monroy se colgó la insignia de vicealmirante desde el 31 de diciembre, cuando fue firmada la Orden General por el comandante general de la Fuerza Armada, Nayib Bukele, y él como ministro de Defensa Nacional, aún con el grado de contraalmirante.
En diversos tuits publicados en la noche del 31 de diciembre por la Secretaría de Prensa de la Presidencia, aparecía Merino Monroy caminando por calles del municipio de Apopa. En su gorra ya aparecía la palma y tres estrellas.
Merino Monroy fue ascendido a contraalmirante el 31 de diciembre de 2019, ascenso que fue cuestionado por jefes militares debido a que, supuestamente, ya no estaba en situación activa pues la Ley de la Carrera Militar indica que al cumplir los 55 años con el grado de coronel, automáticamente pasan a la situación de reserva.
Además, el Tribunal de Ascensos fue reformado, sustituyendo a uno de sus miembros por otro que pudiera avalar el ascenso del entonces capitán de Navío, en contravención a la Ley de la Carrera Militar y a una resolución de la Sala de lo Constitucional, afirmaron abogados militares consultados.
Denuncias y recomendación de destitución
Merino Monroy ha sido denunciado ante la Fiscalía General de la República por la muerte de un teniente coronel, piloto, en el contingente de tropas salvadoreñas destacadas en Malí.
Además, en septiembre pasado, la Asamblea Legislativa recomendó que fuera destituido luego de ser interpelado por su protagonismo en la toma de la Asamblea Legislativa el 9 de febrero de 2020, acto que ha sido calificado nacional e internacionalmente como un golpe de estado, para lo cual fuerzas policiales y militares irrumpieron en el Salón Azul del palacio legislativo.
En ese hecho, el presidente de la República, Nayib Bukele usurpó las funciones del presidente del Órgano Legislativo para presionar a los diputados a que aprobaran un préstamo de 9 millones de dólares que, supuestamente, serían destinados al Plan Control Territorial que su gobierno desarrolla.
El Plan Control Territorial ha sido promocionado por el Órgano Ejecutivo como la estrategia que ha permitido que los homicidios hayan disminuido, sin embargo, el periódico digital El Faro publicó hace algunos meses pruebas de que el gobierno de Bukele ha pactado una tregua con grupos de pandillas.
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