Foto EDH / Cortesía
“La idea es desarrollar un proyecto amigable con el medio ambiente, se evita bastante la tala de árboles y se usa gran parte de los recursos existentes”, explicó el arquitecto Roberto Rivera, quien ha diseñado los planos del lugar.
Otras áreas del parque serán: el parque acuático (que en sí será una fuente donde los niños podrán jugar) y un paraje donde los usuarios podrán llevar a sus mascotas; la instalación en general contará con estacionamiento a dos niveles.
“Este proyecto es un sueño que poco a poco se ha vuelto realidad, desde su anuncio a inicio de este año hemos ejecutado trabajos en ese sentido y hoy se ven los resultados”, sostuvo el alcalde de Soyapango, Juan Pablo Álvarez.
Los fondos para la fase 1 de la iniciativa provienen de préstamos que aún se gestionan en el sistema financiero; los permisos de construcción y medioambientales también están por ser solicitados.
Una segunda fase se contempla en la montaña, la parte alta de las instalaciones; para su ejecución será utilizado un porcentaje del Fondo de Desarrollo Económico y Social (Fodes), aprovechando el incremento obtenido en marzo de este año.
El parque fue inaugurado el 4 de noviembre de 1977 con el nombre de “el reino del pájaro y la nube”, como lo bautizó su fundador Antonio Bonilla, en alusión al poema “Ascensión”, del escritor salvadoreño Alfredo Espino.
El complejo, compuesto por siete manzanas en la parte inferior y 20 manzanas en la parte superior, se convirtió en un símbolo del sano esparcimiento en El Salvador.
Las góndolas, los carros chocones, carruseles, el pulpo, el gusanito, un tren y restaurantes, entre otros, eran parte del entretenimiento que ofrecía el lugar. El ratón Chito Pérez, el conejo y Ala Perica daban la bienvenida a los visitantes.
Solo dos eventos históricos ocasionaron el cierre temporal durante los años ochenta: el terremoto de 1986 y el conflicto armado, pero las instalaciones fueron reabiertas al público en 1996.
Muchos recuerdan las anécdotas con la familia o amigos en ese espacio de diversiones, pues fue escenario de fiestas de empresas e instituciones educativas como el Inframen y la escuela Nacional de Comercio. Artistas salvadoreños como el grupo Espíritu Libre y Marito Rivera y su grupo Bravo animaron dichas celebraciones.
Luego de los terremotos del 2001, el parque cerró definitivamente y con el tiempo el inmueble fue embargado por el incumplimiento de pago de créditos adquiridos.