Regresa “El Cascanueces” por la Compañía Ballet de El Salvador y la Sinfónica Juvenil

La Compañía Ballet de El Salvador y la Orquesta Sinfónica Juvenil presentarán este cuento popular en tres funciones: el viernes 6 a las 7:30 p.m., el sábado 7 a las 6:00 p.m. y el domingo 8 a las 3:00 p.m. Hay novedades que se verán en el escenario.

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Por Diana Orantes

2019-12-04 4:00:43

El clásico cuento navideño “El Cascanueces” vuelve desde el viernes 6 de diciembre al Teatro Presidente, con un aire renovado y la excelente calidad artística.

El mágico espectáculo está a cargo de la Compañía Ballet de El Salvador y la Orquesta Sinfónica Juvenil (OSJ).

Las funciones son el viernes a las 7:30 p.m., el sábado 7 a las 6:00 p.m. y el domingo 8 a las 3:00 p.m. Las entradas VIP cuestan $15, Preferencial $12, General $10 y Lateral $5, y pueden adquirirse en los quioscos de TodoTicket.

Una vez más la maestra Alcira Alonso está al frente, pero cedió la dirección coreográfica a Orlando López, nombrado director asociado de la Compañía y primer bailarín de la Compañía Ballet de Nicaragua.

López coordinó una renovación coreográfica con nuevos movimientos y lenguaje enérgico, que complementan la original de Marius Petipa, gracias al equipo integrado por la maestra Mayra Villacorta y los bailarines Joaquín Rendón y Juan Ramón Pineda.

El nicaragüense dio un giro a las danzas que acompañan el “Vals de las Flores”, el “Vals de los Copos de Nieve” y otras escenas de fiesta.

“El coreógrafo es como un pintor, que utiliza a los bailarines como pintura para dar vida a sus creaciones, a través del movimiento tiene la capacidad de recrear historias y estamparlas sobre el escenario”, subrayó López. Su objetivo fue crear un trabajo lo suficientemente relevante para que perdure en el imaginario público como otras obras.

“Es una gran responsabilidad estar a la cabeza de este equipo artístico que la maestra Alcira Alonso ha formado, para encargarse del proceso coreográfico y de la producción. La confianza que ella ha depositado en mí, válida mi trabajo como artista y me incentiva a dar lo mejor de mí y de mi arte”, agregó.

El elenco de esta producción lo conforman Lucía Figueroa como el Hada de Azúcar, Marianne Hoppe interpreta a Clara, Cristhian Lazo es el Príncipe Cascanueces y el caballero del Hada de Azúcar y Joaquín Rendón actúa como Drosselmeyer. El bailarín invitado es Nicolás Herrera, quien se incorpora a la producción como parte de un intercambio cultural con la Compañía Municipal de Danza de Guatemala.

Además, se suman talentos emergentes como Marcela Meléndez, Karla Carbajal y Ana Lucía Quinteros.
Otra novedad de “El Cascanueces” para este año es que la batuta de la OSJ la toma el maestro uruguayo Maximiliano Burghi.

Y para promover y expandir el trabajo que hace la Compañía, así como para proyectar a sus talentosos bailarines, “El Cascanueces” se irá de gira a Guatemala.  En los próximos días le esperan funciones en la capital, Quezaltenango y Antigua Guatemala. El elenco regresará el 15 de diciembre para presentarse en el Teatro Nacional de San Salvador.

Los nuevos atuendos para un vals de nieve

Joaquín Rendón interpretará al padrino Drosselmeyer, pero también es el diseñador del vestuario de esta producción.
“‘El Cascanueces’ es un cuento de hadas, la imaginación de una niña que fluye libremente y es ahí donde esta historia sucede, así que el vestuario debía reflejar todo eso”, aseguró vestuarista.

La puesta en escena exige dos estilos de prendas diferentes: unas acordes al período histórico y otras que reflejen un mundo de fantasía. Para esta última Rendón creó la vestimenta que usa el cuerpo de baile del “Vals de los Copos de Nieve”.

El también arquitecto explicó que los trajes “te transportan de inmediato a un bosque nevado. Es cuestión de combinar las texturas adecuadas, telas, la cantidad precisa de brillo, es darle la pincelada final a la puesta en escena”. Y confesó que al momento de diseñar conceptualiza a cada personaje, utilizando su propia historia y trata de descubrir qué hay detrás de cada uno y qué lo llevó hasta ese momento.

Para hacer los bocetos realizó una investigación basada en textos, imágenes de archivo y libros. “Cada coreógrafo y director es diferente y cuenta algo muy propio en sus creaciones, es ahí de donde podemos tomar ese diferenciador que da a las prendas en las que trabajamos una identidad propia y no un reflejo de lo que otras compañías realizan”, puntualizó.