El Ministerio de Turismo espera tener listos en el primer trimestre de 2020 los planos para el nuevo diseño de las obras de mejoramiento del centro recreativo Puerta del Diablo, que iniciaron en noviembre pasado pero que fueron suspendidas debido a que el proyecto no contaba con los permisos ambientales correspondientes.
“El proyecto no fue bien planificado. Lo que hicimos fue darle paro administrativo a la empresa y lo que estamos haciendo es el rediseño, y esperamos que al final de este año ya tengamos todos los planos y los inicios de la nueva construcción”, dijo Morena Valdez, ministra de Turismo, en una entrevista radial.
Lo que pretendía convertirse un parque con tres plazas y 33 quioscos de merenderos se vino abajo antes de los seis meses previstos para su construcción. Todo comenzó cuando el Juzgado Ambiental de Santa Tecla ordenó, el 18 de diciembre de 2018, suspender las construcciones por la falta de permisos.
El tribunal de medio ambiente afirmó que existe afectación a la biodiversidad por la tala de árboles y que había riesgo de contaminación por el manejo de aguas negras porque el sistema no estaba autorizado para su funcionamiento.
El costo del proyecto, a cargo del Instituto Salvadoreño de Turismo (Istu), ascendía a $1 millón 300 mil.
“Estamos haciendo (el rediseño) como para adaptarlo, porque la verdad es que primero hicieron una gran tala de árboles y le quitaron toda la fachada de la Puerta del Diablo; de verdad ese es un proyecto que encontramos bastante emproblemado de la gestión pasada”, aseguró la ministra de Turismo.
Valdez agregó que están interviniendo las obras “de emergencia” y que están adaptando lo que ya se tenía en cuanto a planos y diseño, “pero sin dañar el tema del medio ambiente y del patrimonio, porque construyeron sin tener permiso ni de Medio Ambiente, ni de Cultura”.
En su momento, las autoridades del Istu de la pasada administración, aceptaron que aún no contaban con el permiso del Ministerio de Medio Ambiente; sin embargo, indicaron que esperaban obtenerlo a la brevedad.
El Juzgado también señaló en su dictamen que, pese a que el Istu presentó los formularios para los permisos correspondientes ante el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, no hubo una resolución favorable al respecto.
Tampoco se reportó alguna autorización del Ministerio de Salud para el sistema de tratamiento de aguas negras, indicó el Juzgado.
Choque con vendedores
Ya desde su inicio, el 5 de noviembre pasado, el proyecto generó roces entre el Gobierno y los comerciantes de la zona, quienes serían removidos durante la construcción del nuevo parque, que duraría seis meses.
También los pobladores de las comunidades cercanas se opusieron a las obras y se concentraron en los alrededores del parque para impedir la entrada de la maquinaria que sería utilizada para la remodelación. En su momento, el Istu dijo que el proyecto no tendría marcha atrás.
En ese momento se contabilizaron, al menos, 38 familias arrendatarias de los puestos de venta en el lugar. Los comerciantes argumentaron que sus ventas se verían afectadas, ya que serían trasladados hacia el Parque Balboa.
La Puerta del Diablo es una formación de rocas ubicado en el cerro El Chulo, jurisdicción de Panchimalco, al sur de San Salvador, el cual se ha mantenido en su estado natural durante décadas.
Al menos en el diseño inicial, el nuevo parque contaría con caseta de control, estacionamiento, senderos peatonales y un área administrativa; también serían construidas las plazas El Chulo, El Chulito y El Chulón, además del área de merenderos.
Diseño que presentó el ISTU a finales de 2018
