“El acoso escolar casi no se denuncia porque está naturalizado”, dice psicóloga

La psicóloga Bony de López afirmó que el fenómeno ha agudizado la deserción escolar, por lo que se requiere que el Ministerio de Educación de un protocolo específico para tratarlo.

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Por Susana Joma

2020-02-22 8:50:30

Con las credenciales que le da su experiencia en el mundo educativo, la psicóloga Bony Isabel Renderos de López afirmó recientemente que “la problemática actual relacionada con el acoso escolar se está invisibilizando en los centros educativos”, a pesar de que este genera deserción escolar.

La psicóloga señaló que el acoso escolar no es visto como un problema de impacto en las instituciones educativas porque sus actores, incluyendo a los estudiantes, ven las agresiones verbales, psicológicas y físicas como algo natural; lo que a su criterio es en mucho resultado de la violencia intrafamiliar que se vive en casa y de la violencia imperante a nivel nacional.

Renderos de López, quien labora en el Complejo Educativo Romero Albergue, de San Salvador, explicó que esa situación se traduce en juegos en los que abundan los golpes, las bromas humillantes y los apodos. Según indicó “por eso en sí lo que es el acoso escolar casi no se denuncia”.

Aseguró que el abuso escolar además de que está invisibilizado genera un impacto en la convivencia. “Muchas veces los estudiantes no soportan más el acoso, se sienten desmotivados, bajan su rendimiento escolar y terminan por irse. No es secreto que la deserción escolar está ahorita bien grave”, citó.

El abandono de las aulas, según detalló, se ve agudizado en los centros educativos que están en zonas de alto riesgo y en donde los alumnos son amenazados constantemente por los grupos delictivos tanto dentro como fuera de las paredes de la institución. En ese contexto las víctimas de acoso y su familia no denuncian por temor a agresiones mayores.

Bony Renderos, quien ya ha laborado en proyectos de prevención de violencia de genero, cultura de paz y convivencia escolar, manifestó que el acoso de igual forma se agudiza porque las nuevas generaciones de padres de familia no inculcan valores a sus hijos, principios y normas de relación interpersonal que son básicos para una convivencia en armonía; y erróneamente piensan que eso es obligación de la escuela. “Hay una gran falta de responsabilidad de los padres en el proceso de enseñanza – aprendizaje”, dijo.

La profesional de igual forma señaló como en el seno de los hogares se empieza o refuerza el acoso a los niños y jóvenes, cuando en forma reiterada se les dice que son inútiles, lentos, desobedientes, se les llama por sobrenombres; cuando, al contrario, lo que debe proceder es hablarles en forma positiva, a formarles también la autoestima, porque cuando un alumno es seguro de sí mismo puede desarmar a su agresor con solo una frase, decirle por ejemplo que ya no lo va a manipular, darse la vuelta e ignorarlo.

Explicó que para prevenir el acoso hay que vigilar siempre la conducta y estados de ánimo de los infantes, tener entrevistas con ellos a diario o cada semana para conversar sobre lo que les gusta o no de la escuela, estar atentos si presentan constantes malestares físicos, ver el uso de los dispositivos como el teléfono, las tabletas, enseñar a que se defiendan sin agredir a los demás.

La psicóloga expuso que en términos de prevención, los profesores deben estar atentos con sus alumnos, y no tomar a la ligera cuando exponen que tienen problemas con otros.

Ella resaltó la necesidad de que Educación emita un protocolo de actuación específico para el acoso escolar, que capacite a los docentes sobre el tema, que fomente la importancia de la labor de los psicólogos en las instituciones educativas, y posibilite la presencia de los mismos en todos los centros del país.