Algunos encargados de prevenir las muertes maternas y en recién nacidos, otros vigilantes de brotes de enfermedades como el dengue. Lo cierto es que promotores de salud, del Ministerio de Salud (Minsal), han logrado que El Salvador sea reconocida a nivel de Latinoamérica por bajar las tasas de mortalidad materna e infantil en corto tiempo.
Son 3,300 promotores de salud que están distribuidos en los 262 municipios del país en unidades de salud, Equipos de Salud Comunitaria en el área rural y algunos en el área urbana, sin embargo aún hay áreas desprotegidas.
La principal función de estos trabajadores de la salud es la prevención, promoción y seguimiento de salud integral a la población. Cada uno de estos guardianes de la salud tiene a su cargo un promedio de 200 o 300 familias.
“En los programas del ministerio, el promotor de salud tiene incidencia en todos. Cada promotor tiene asignado no menos de 200 y 300 viviendas, eso está normado y atiende una población de no menos de 1,500 personas”, detalló Carlos Casco, presidente de la Asociación Nacional de Promotores de Salud de El Salvador (ANPSES).
Según Casco, los promotores de salud son los garantes que la población tenga acceso a la atención primaria desde sus comunidades.
Entre las principales acciones que desarrolla un promotor de salud está la prevención de enfermedades infecciosas como dengue, diarreas, tuberculosis, entre otras.
También tienen mucha incidencia en el programa Materno Infantil, desde donde se da cumplimiento el esquema nacional de vacunas, en niños, mujeres embarazadas y adulto mayor.
“El control de enfermedades ha llevado el reconocimiento del estado salvadoreño. Hemos sido ejemplo a nivel de Latinoamérica y hemos ido a exponer cómo funciona el trabajo del promotor para que la estrategia sea replicada en países de Centroamérica”, explicó Casco.
Dentro del trabajo, también realizan visitas mensuales casa por casa a embarazadas para recordar la importancia del debido control en el período de gestación y que reconozcan los riesgos de la madre y el recién nacido.
Prevención de enfermedades crónicas, educación sexual y reproductiva, embarazos en adolescentes, entre otros.
Sin embargo, a pesar de que la naturaleza de los promotores de salud es de ser residentes de la comunidad, ello no garantiza que la gente reconozca su labor en el trabajo en favor de la salud.
“Dada nuestra característica, de que no se puede negar la atención a nadie, de ninguna naturaleza, la situación de violencia social que atraviesa nuestro país nos vemos afectados y yo hago el llamado a las autoridades para que se respete al promotor y promotora de salud… He tenido denuncias puntuales que han habido agentes de policía que cuestionan el accionar del servidor de salud, que por qué atendió un herido equis, que por qué están llegando equis personas a su sede”, explicó Casco.