Cincuenta y siete mujeres, muchas de ellas madres solteras, desempleadas y de escasos recursos, se han graduado como emprendedoras del Programa Velasco, que se desarrolla en la zona de Mejicanos y alrededores, y que abre oportunidades a pequeñas iniciativas productivas hasta convertirlas en exitosos negocios.
Son ideas que van desde la elaboración de trapeadores, dulces típicos, tostadas, pupusas y hasta trajes de baño o exfoliantes.
Cada una de las beneficiadas tiene acceso gratuito a talleres que organiza el Programa Velasco, una entidad privada creada por unos estadounidenses y dirigida por ocho empleados. En su Proyecto de Empoderamiento de Mujeres (PEM), les enseñan desde una idea de negocio hasta cómo echarla a andar.
Cincuenta y siete ya se graduaron y 43 más están aprendiendo a potenciar sus productos o ideas de negocio y lograr que su proyecto de subsistencia les genere más ingresos. La capacitación dura dos años.
Según los indicadores medidos por el Programa Velasco, en el primer año de apoyo, la meta es que la mitad de las participantes van a lograr cubrir el 75 % de la canasta básica en su emprendimiento y siete de cada diez van a aumentar a tres, sus habilidades financieras.
Flor Castro, la co-coordinadora del PEM, asegura que muchas de las participantes son mujeres de escasos recursos y la mayoría tiene alguna idea pero no cuentan con la orientación idónea para potenciarla.
El PEM las apoya con talleres para transformar la iniciativa productiva en una empresa.
“Algunas mujeres ya saben hacer algo y vienen a perfeccionar la técnica o profesionalizar su servicio, con apoyo de asesores externos y otras, vienen y se les ayuda a encontrar dónde capacitarse para luego emprender”, contó Flor.
Vivir en Mejicanos, San Ramón y ciudades aledañas es un elemento común en ellas, pero también lo es, estar desempleadas o pertenecer al sector informal.
Aunque el programa inició en 2007, trabajó sobre todo con becas para niños de la zona y fue hasta 2014 que se incluyó el apoyo a las mujeres. En cinco años, el programa ha entregado unos $23,737 en capital semilla (unos $300 por persona) o para apoyar a las emprendedoras.
Flor asegura que la iniciativa es fuertemente apoyada por voluntarios nacionales que no solo les compran a las emprendedoras sino que llegan a capacitarlas.
También diseñadores y emprendedores locales las han visitado para orientarlas tanto en el manejo del proyecto, el plan de negocios y otros aspectos clave.
Según la coordinadora, lo que busca el programa es que las mujeres logren independencia económica, capacitándolas con habilidades técnicas y socioemocionales con el fin de que puedan generar ingresos suficientes de sus negocios para cubrir más allá de los costos básicos de ellas y sus familias.
Pero más allá del apoyo financiero, el trabajo en salud mental también es clave para el negocio prospere, apunto Annie Boyd, fundadora y directora del programa.
“Para nosotros es importante trabajar en salud mental de las mujeres. En el desarrollo personal de la emprendedora, estamos invitándolas a hacer cosas difíciles, cambiar la forma de hacer su negocio y necesitamos crear más confianza en ellas, porque por su vulnerabilidad, tienen miedos…y para nosotros es clave fortalecerlas, de eso se trata el empoderamiento”, contó Annie.
En este momento 43 mujeres están participando del programa en las comunidades de San Ramón y La Javía, en Tepecoyo, que se acaba de abrir. Si quiere más detalles para apoyarlas o emprender, visite la página programavelasco.org
“Mi apuesta es vender en el extranjero y seguir creciendo”