Limones de San Andrés en La Libertad conquistan el mercado estadounidense

Una asociación de productores de limones de San Andrés en La Libertad, busca cubrir la cuota de exportación (1.5 millones de unidades) hacia a Estados Unidos, pues lo que producen cubre apenas la tercera parte de la demanda.

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En invierno, un promedio de 160 personas, entre hombres y mujeres, participan en la recolección de limones. Fotos EDH / Jessica Orellana.

Por Tania Urías

2019-10-03 9:50:34

Walter Hernández cumplió 24 años hace unas semanas y sabe tanto de limones y de plantas ornamentales que podría dar una cátedra.

Aseguró que siendo un bebé acompañaba a sus padres a los terrenos que siguen cultivando, montado en una java de plástico y desde los seis años comenzó a involucrarse en la corta de un producto que hasta hoy, les ha permitido a él y a sus hermanos, sobrevivir.

La finca de su padre, también de nombre Walter, es de tres manzanas y media, dos y media las dedican al cultivo de limón y el resto a plantas ornamentales.

El vivero que poseen también está resultando próspero, pero los limones siguen siendo la principal fuente de sustento.

En invierno, el millar recolectado puede costar entre $22 a $25, en verano en cambio, el precio ronda entre los $150 a $160, sobre todo por que la mayoría de la cosecha se va al exterior, principalmente a Estados Unidos y Canadá, pero también a Costa Rica, Nicaragua y Honduras.

Walter , el padre y también presidente de la recién fundada “Asociación de Productores de Limón Pérsico, Frutas y otros del Valle de San Andrés” , no tiene reparo en hablar orgulloso de números.

Él asegura que en invierno recolecta un promedio de entre 10,000 a 12,000 limones por día y la mayoría de productores que forman el gremio, 18 en total, recogen similar cantidad.

No todos comercializan al exterior, pero quienes lo hacen, entregan a los exportadores un promedio de 180,000 unidades semanales.

El resto lo distribuyen en los mercados de la zona y sobre todo en La Tiendona, donde llegan unos 30,000 limones por día, cultivados por los miembros de la asociación. Los miembros se han organizado de tal manera que entran en días asignados, para no competir entre sí.

La calidad como requisito
Los limonares son árboles que alcanzan como máximo un metro y medio de altura, y que según Walter hijo, tiene un promedio de vida de 15 años.

Cada árbol produce unos 1,000 limones en cada temporada, invierno y verano, pero es en esta última época donde tienen mayor cuidado tanto para la corta como con la calidad.

Alejandro Pleitez, otro productor, explicó que el calibre (tamaño) del limón para exportación es menor y debe estar más verde.

“El limón pérsico acá en lo local a la gente le gusta que sea grande y que se vea medio sazón, si lo ven pequeño no lo quieren”, cuenta Alejandro, quien tiene a siete personas de su familia, colaborando en las tareas de producción y recolecta de limón en la finca El Conacaste, de su propiedad.

Alejandro asegura que les tomó años abrir las puertas del mercado estadounidense y canadiense a donde llevan la mayoría de los limones en verano. Abrieron este difícil mercado, aprendiendo a calcular que el calibre ronde los 1.50 y 200, de lo contrario es rechazado.

Además el producto no debe estar manchado ni golpeado, ni tener ningún tipo de cicatriz. Entre ellos hay varias historias de productores a quienes les han regresado un contenedor completo por hallar una caja con limones que tenían manchas.

“A mi me regresaron un contenedor por que en una caja iban poquitos con manchitas, perdí más de 5,000, hasta llorar quería”, contó Alejandro.

Los miembros de la gremial le venden los limones a un grupo de exportadores que se los compran para embalarlo y enviarlo fuera, don Walter y sus compañeros de oficio reconocen que la cantidad nunca logra cubrir la demanda.

Para salir del país, el limón pasa por todo un proceso de “maquilado” que incluye aplicarle cera para que tenga brillo y dure.

“Incluso pasa por hornos para que quede bien empacado, pero vale la pena por que la ganancia es enorme”, cuenta Alejandro.

De los 18 miembros de la asociación, la mitad exporta a los países de Norteamérica, no por que no tengan limones, sino por que los costos para pagar el “maquilado” y empacado es alto y ellos no tienen una maquiladora propia.

Walter hijo dice que el sueño de la gremial es contar con una planta empacadora propia, pero han visto números y el costo para comprarla supera el 1.5 millones de dólares.

Sin embargo, ahora que se han unido como gremio han comenzado a tocar puertas para buscar apoyo financiero y también asesoría técnica que les ayude a producir más y suplir la demanda no solo de Estados Unidos y Canadá, sino de Centroamérica.

“Nosotros queremos llegar a Europa, ya tocamos puertas en España, capacidad para producir tenemos, pero no tenemos tierra ni créditos que nos permitan ampliar la producción”, cuenta el presidente de la Asociación.

La gremial asegura que como grupo logran exportar entre 1.5 y 2 millones de limones cada quince días hacia la ciudad de Maryland, Estados Unidos, pero los exportadores les demandan más.

“Ellos han llegado a decirnos que quisieran unos siete millones de limones cada quince días, tenemos la capacidad, la energía y la gente, pero no la tierra”, se queja Alejandro y su hijo William, uno de sus más fieles ayudantes, confirma sus palabras.

La gremial asegura que ya envió una carta al ministro de Agricultura Pablo Anliker, solicitándole los reciba y les permita explicarle el valor que tienen las tierras de la zona, la mayoría abandonadas y el potencial del cultivo.
El presidente de la Asociación asegura que ellos anhelan contar con créditos con tasas menores al 5% para ampliar la producción y comprar una planta maquiladora- los préstamos que poseen superan la tasa del 10% mensual-.

También precisan de al menos 500 manzanas, en este momento poseen 60 como gremial- para lograr suplir la demanda de exportación que les piden.

La gremial genera unos 160 empleos en invierno, entre recolectores y cargadores. En verano llegan a contar con hasta 320 colaboradores.

Los productores también se quejan del ingreso de importadores guatemaltecos que están entrando por las fronteras salvadoreñas y abaratan los precios.

Sin embargo, más que el mercado local, el que les interesa es el de Estados Unidos. Por ahora el grueso de la producción se va a la ciudad de Maryland, pero los exportadores les han contado que hay interés de compradores de Miami y California y ellos han tenido que negarse por que aunque quisieran, no tienen más tierra donde cultivar.

De noviembre a marzo, logran enviar cada quince días 1.5 millones de limones, cuyo costo por millar es de unos $150-$160, y aunque tienen ganancias, aseguran que podrían incrementarlas y lograr una mejora en la calidad de vida de la gente de la zona, si se abrieran más oportunidades para producir.