“Samurái”, presunto asesino de Carla Ayala, es acusado de dirigir banda de sicarios

El expolicía del extinto GRP, Juan Josué Castillo Arévalo, es considerado por la Policía como el cabecilla de la banda.

descripción de la imagen
Joel Isaac Castillo Arévalo, de camiseta negra, es uno de los detenidos ligados a un grupo de exterminio. Foto EDH/Menly Cortez

Por David Marroquín

2019-09-30 10:00:35

Las investigaciones policiales y fiscales revelaron que el ganadero, Juan Antonio Beltrán Granados, era quien contactaba al expolicía del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP), Juan Josué Castillo Arévalo, conocido con el indicativo de Samurái, para que el grupo criminal actuara contra pandilleros o sus colaboradores, según fuentes policiales.

Beltrán Granados a su vez mantenía una estrecha relación con otras personas que residen en el extranjero, pero que pagaban por asesinar pandilleros o colaboradores que residían en el Oriente del país.

Por la función que desempeñaba Castillo Arévalo en la organización, las autoridades policiales lo señalan como el cabecilla de este grupo de sicarios o de exterminio que operaba en los departamentos de Usulután y San Miguel.

Con lo anterior, a Castillo Arévalo se le sumará otro proceso judicial en su contra. Ya es procesado por la desaparición y asesinato de la agente de la Policía, Carla Ayala, ocurrido la madrugada del 29 de diciembre de 2017.

Han transcurrido 21 meses desde que Samurai escapara, aparentemente con la complicidad de algunos de sus compañeros y oficiales, sin que las autoridades policiales tengan pistas de su paradero.

Aunque investigaciones de la Policía apuntan a que este expolicía puede estar escondido en otro país, el director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas, dijo ayer que sigue la búsqueda de Castillo Arévalo. “Él está prófugo y lo andamos buscando”, dijo Arriaza Chicas, sin dar más detalles del caso.

Entre las ocho personas detenidas ligadas al grupo de sicarios se encuentran Juan José Castillo Arévalo y Joel Isaac Castillo Arévalo, quienes son el padre y el hermano del expolicía.

Antes de su arresto, Joel Issac era procesado en libertad porque supuestamente encubrió la desaparición y el asesinato de la agente Ayala.

Los parientes de Castillo Arévalo enfrentarán la justicia por su presunta participación en dos homicidios de los 48 crímenes atribuidos al grupo. A las víctimas les habrían causado lesiones con un hacha, pero las autoridades policiales no detallaron las circunstancias de los crímenes.

En junio de 2018, El Diario de Hoy publicó un reportaje sobre la vinculación que le hacían pobladores de San Francisco Javier, Usulután, a Castillo Arévalo con algunas de las masacres registradas en ese municipio y sus alrededores.

“Puede ser, es que mire, ese tigre se las podía todas. Recuérdese que en el GRP había solo gente entrenada para matar, unas máquinas para matar”, dijo un residente en esa ocasión.