Más de 8,000 mipymes se beneficiarían con nuevos créditos del BID

El organismo aprobó $650 millones de los cuales para el fortalecimiento productivo de la pequeña y mediana empresas y mejora educativa. El préstamo aún debe ser aprobado por la Asamblea Legislativa.

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Los pequeños y medianos negocios han sido los que más han solicitado que se mantenga la reacitivación económica por la insostenibilidad de sus negocios ante la falta de ingresos. Foto EDH / archivo

Por Magdalena Reyes

2020-09-01 4:21:16

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó ayer un préstamo por $650 millones de los cuales

$400 millones servirían para beneficiar a más de 8,000 mipymes salvadoreñas que podrían acceder a una línea de crédito individual para aquellos negocios que fueron afectados por el confinamiento y cese productivo provocado por la COVID-19 y otros $250 irán destinados para educación.

Estos fondos aún deben llegar a la Asamblea Legislativa para su respectiva aprobación, es decir que aún debe validarse ese trámite para que el dinero pueda trasladarse al Banco de Desarrollo de la República de El Salvador (Bandesal).

“Siempre va a necesitar aprobación de por parte de la Asamblea”, detalló la diputada Margarita Escobar, quien es miembro de la Comisión de Hacienda de la Asamblea.

El BID anunció ayer lunes la aprobación de dos Líneas de Crédito Condicional para Proyectos de Inversión (CCLIP, por sus siglas en inglés) a El Salvador.

La primera línea es por $400 millones, que serán destinados para financiamiento de micro, pequeñas y medianas empresas.

De este monto, la primera operación individual de préstamo de este CCLIP, por un valor de $200 millones, será ejecutada por Bandesal.

Los recursos del programa serán intermediados por las instituciones financieras de primer piso con cupos en las líneas de segundo piso de Bandesal.

El fin principal es que las mipyme de todos los sectores de la economía tengan financiamiento para su recuperación en el periodo de post emergencia COVID-19, a través del acceso a crédito productivo para capital de trabajo e inversiones en activo fijo.

Según el comunicado oficial del BID, la CCLIP será monitoreada por la Secretaria de Comercio e Inversiones, que es el organismo de enlace designado por el Gobierno de El Salvador.

El Gobierno de la República, creó en junio pasado un Fideicomiso que sería administrado por Bandesal, para brindar apoyo de financiamiento para que los pequeños y medianos negocios tuvieran liquidez y capital de trabajo en la reactivación económica post confinamiento por COVID-19.

Una semana previa a la reactivación económica los fondos no habían llegado y ahora, una semana después la situación sigue similar para los pequeños y medianos empresarios.

En julio pasado el presidente de Bandesal, Juan Pablo Durán, dijo que habría tres modalidades de apoyo para los pequeños y medianos empresarios: el primero, por $140 millones para créditos no reembolsables para empresas formales que tengan entre 1 y 99 empleados inscritos en el Seguro Social y que sus ventas e ingresos no sean superiores a los $7 millones al año; el segundo programa es por $360 millones para capital de trabajo donde se incluye el pago del 50% de la planilla; y el tercero es por $100 millones para el sector informal.

Sin embargo, diputados de diferentes fracciones han afirmado que el Gobierno usó fondos de este Fideicomiso para las pequeñas y medianas empresas para cubrir un “déficit fiscal que ya no existe”.

El diputado por el PDC, Rodolfo Parker, dijo que el Gobierno ocupó $645 millones para un déficit inexistente.

Los fondos son parte de $1,000 millones en emisión de bonos autorizados por la Asamblea al Gobierno para inyectarle recursos a un Fideicomiso cuya finalidad es ayudar a las pequeñas empresas afectadas por la pandemia con líneas de crédito y subsidio a salarios.

Esto fue confirmado por las declaraciones del ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, quien en la comisión de Hacienda de la Asamblea, dijo que tuvieron que tomar $645 millones del total de esa emisión para cubrir el déficit del presupuesto 2020.

La diputada del FMLN, Anabel Belloso, señala que el Ministerio de Hacienda se tardó en emitir los bonos, aunque lo pudo haber hecho antes de que la pandemia cobrara fuerza en marzo pasado, no lo hizo y aprovechó la autorización de los $1,000 millones del decreto 640 en los que iban $600 millones para el Fideicomiso, para tomar de allí el dinero para cubrir el faltante del gasto.

Siempre sobre este mismo tema la diputada del partido ARENA, Margarita Escobar ha afirmado en ocasiones anteriores que el movimiento de dinero que realizó el Gobierno ha sido calificado incluso de un posible delito de “malversación de fondos” o “fraude de ley”, dependiendo del destino que le haya dado al dinero.

El representante de Unión Mypime, Guillermo Guido y el presidente de la Sociedad de Pequeños Comerciantes, Víctor Rodríguez, han afirmado en retiradas ocasiones que siguen a la espera los fondos para las medidas de salvataje económico y que estos aún no llegan.

Crédito para educación

Dentro de los $650 millones aprobados por el BID también está una segunda línea por $250 millones para el sector educación, con los que se busca mejorar la calidad y cobertura educativa en El Salvador.

Entre los principales objetivos se encuentra expandir y mejorar la calidad de educativa del país, especialmente en los servicios de primera infancia; mejorar la oferta de educación de los jóvenes vulnerables, con enfoque de género; y mejorar la efectividad de la gestión educativa.

Según datos del BID El Salvador, casi la mitad de los niños menores de 7 años viven en condiciones de pobreza. En la infancia, los niños pequeños deben desarrollar las habilidades cognitivas, de lenguaje, motoras y socioemocionales que les permitan ingresar a la escuela listos para aprender.

“Sin embargo, se han detectado brechas en el desarrollo de estas habilidades en los niños salvadoreños. El menor nivel de aprendizajes y habilidades durante la infancia también se observa al llegar a la adolescencia”, revela el BID en un comunidado.