En menos de dos meses el presidente de la República, Nayib Bukele, ha recibido la renuncia del segundo de los funcionarios a los que juramentado al inicio de su gestión.
Esta vez dejó su cargo William Granadino quien estuvo al frente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) apenas un mes y 15 días. En su carta presentada a Bukele, explicó que dejará la presidencia de la autónoma para dedicarse a deberes profesionales y empresariales.
Sin embargo, más tarde el mismo presidente Bukele anunció que Granadino retomará su cargo como director ejecutivo en el Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (Proesa) donde había trabajado con anterioridad durante la administración de Salvador Sánchez Cerén. Además aclaró que con el cambio, Granadino tendría una reducción salarial del 40% respecto a sus funciones en CEL.
En su lugar, Bukele nombró como presidente de CEL a Daniel Álvarez, quien hasta el lunes fungía como director ejecutivo de CEL.
Anteriormente renunció Nelson Guardado al cargo de viceministro de Obras Públicas por razones personales aunque también se ha conocido de otros funcionarios nombrados por la mañana, pero cambiados más tarde, como el caso del director de Migración y Extranjería, Roberto Ernesto Cárcamo, que después fue sustituido por Ricardo Cucalón sin que se explicaran las razones del cambio.
Transparentar la institución
En su única entrevista a Canal 33, pocos días después de tomar su cargo como presidente de CEL, Granadino dijo que le apostaría a desarrollar la institución, que por años ha sido blanco de críticas por los cuestionados proyectos que dirige, entre ellos la construcción de la presa hidroeléctrica El Chaparral.
Según fuentes cercanas a la institución, a su llegada a la autónoma, Granadino pidió hacer una auditoría de todos los proyectos que CEL tiene a su cargo con el fin de transparentarlos y determinar si había anomalías. Otra fuente confirmó que estas auditorías, aún en curso, habían encontrado datos financieros cuestionados, lo que había derivado en conflictos.
Granadino, además, prometió entregar la construcción total de la presa El Chaparral en los primeros meses de 2020 y transparentar las finanzas de sus subsidiarias: LaGeo, INE, ETESAL.
La CEL ha sido una de las instituciones más cuestionadas en los gobiernos anteriores por el manejo de los fondos.
El mayor caso en investigación es el pago de $108 millones a la empresa Astaldi, por un proyecto hidroeléctrico que ha demorado 10 años y que a la fecha sigue con un avance del 76%.
Además están en la mira fondos que LaGeo trasladó a la subsidiaria Inversiones Energéticas (INE), una institución también criticada.