Policía vuelve a reprimir las protestas en Hong Kong

Las marchas se repiten desde la polémica propuesta de ley de extradición del Gobierno local que sumió a Hong Kong en una crisis

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Por Agencias

2019-08-04 11:59:12

La Policía volvió a reprimir ayer a los manifestantes que salieron de nuevo el domingo a las calles de Hong Kong para protestar, en dos escenarios diferentes, contra el Gobierno local y reclamar reformas democráticas.

Alrededor de las 7 de la noche de Hong Kong, los manifestantes se dispersaron por su propio pie tras lanzar huevos a la fachada de una comisaria situada en la bahía de Tseung Kwan O, escenario de la primera marcha, pero apenas unos minutos después los agentes comenzaron a lanzar gas lacrimógeno a quienes se habían reunido en algunas zonas de la isla de Hong Kong.

Precisamente allí está situada la Oficina de Enlace -órgano oficial que representa a Pekín- que las fuerzas de seguridad trataron de salvaguardar a toda costa.

Los manifestantes piden al Ejecutivo local que retiren por completo el proyecto de ley de extradición -hasta ahora suspendido-, lleve a cabo una investigación independiente sobre el excesivo uso de la fuerza por parte de la Policía así como reformas democráticas.

Los manifestantes intentaron llegar a la Oficina, custodiada por enormes barricadas, pero se quedaron a unos 200 metros y muchos decidieron dar la vuelta para evitar ser arrestados.

La zona que rodea el complejo fue escenario de los enfrentamientos entre policías y activistas que el domingo pasado dejó 44 detenidos, a los que se suman los más de veinte que se produjeron en la madrugada del sábado por “reunión ilegal” y “provocar altercados”.

Pasadas las 8 de la noche, algunos manifestantes levantaron barricadas en Hennessy Road obligando a los autobuses a buscar una ruta alternativa para completar sus trayectos, y otros ocupaban calles en varios distritos llamando a la huelga general convocada para hoy lunes.

La jornada de protestas comenzó a las 2:30 hora local, cuando una multitud -150,000 personas, según los organizadores- recorrió un kilómetro y medio de distancia cantando consignas como “En Hong Kong no hay alborotadores, solo una tiranía”.

En esta primera marcha, algunos manifestantes arrojaron huevos e hicieron pintadas en la fachada de una comisaría local provocando la llegada de policías antidisturbios, un escenario que se viene repitiendo con cada vez más frecuencia desde que la controvertida propuesta de ley de extradición del Gobierno local sumió a Hong Kong en una crisis política sin precedentes.

“Sólo soy un ciudadano común de Hong Kong. Es el Gobierno de Hong Kong respaldado por el PCCh (Partido Comunista Chino) lo que me obliga a salir. El Gobierno es el culpable de todos los conflictos recientes”, dijo un residente local.

No en vano, este sábado los manifestantes lograron un aliado más en su causa: los vecinos de la clase trabajadora de barrios como Wong Tai Sin, que salieron a la calle literalmente en zapatillas para mostrar su apoyo a quienes protestaban y criticar el uso del gas lacrimógeno por parte de los agentes cerca de sus casas.