La violencia ha cobrado la vida de 204 mujeres en El Salvador del 1 de enero al 31 de octubre, revelan las estadísticas de la Policía Nacional Civil.
Las investigaciones han establecido que la mitad de estos casos constituyeron feminicidio o se constató que esos asesinatos fueron cometidos por el hecho de que la víctima era mujer, tal y como lo dicta la Ley especial.
Los principales involucrados en este espiral son personas conocidas o sus parejas, afirmó la directora ejecutiva del Isdemu, Gilda Parducci.
Si bien la cifra de crímenes contra las mujeres aún sigue alto en el país, las autoridades valoran que la tasa letal ha bajado de 13 en 2017 a cerca de 11 casos por cada 100,000 víctimas mujeres.
Varios de estos casos no quedan impunes, la Policía reportó la detención de 1,568 personas por estar implicadas en delitos contra mujeres, niñas y adolescentes.
Ayer mientras diferentes organizaciones ofrecían un panorama de la situación de las mujeres en el país, otras organizaciones de mujeres marchaban por las principales calles de San Salvador para demandar justicia y más respeto a sus derechos.
Centros de atención a mujeres
Atienden a las víctimas de la violencia contra la mujer. Algunas son del Ministerio de Salud, estas brindaron 3,771 atenciones a víctimas de violencia sexual en 2018.
Principal amenaza contra escolares
La presidenta del Isdemu, María Soledad Briones, afirmó este lunes en el marco de la conmemoración del Día Nacional e Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, que este tipo de muertes en el país pasó de 321 en el año 2012 a 386 en 2018.
Explicó que en el 2015 se registró un alza de violencia contra las mujeres, pero después la tendencia en los últimos años, incluyendo el 2018 ha sido a la baja y en 2019 se espera ese mismo comportamiento.
La funcionaria puntualizó que la Ley para una Vida Libre de Violencia indica que el feminicidio es la peor forma de violencia que existe contra las mujeres, pues ocurre por su razón de ser.
“Un feminicidio implica que no hubo detección oportuna ni abordaje adecuado de la violencia que la mujer sufrió previamente como para poder evitarla”, subrayó Briones.
Ana Elena Badilla, de ONUmujeres en El Salvador afirmó que el feminicidio era una “epidemia en el país” para evidenciar la magnitud del daño social causado.
Además de la peor violencia que termina con la vida de las mujeres, las autoridades identifican la violencia sexual. Este tipo de casos es frecuente en el ámbito educativo, el cual afecta a 16,7 por cada 100 escolares, o lo que es lo mismo, una de cada seis niñas ha sufrido algún abuso sexual en su vida. Como resultado, el censo escolar de 2018 reportó 87 casos contra alumnas y 173 jóvenes quedaron embarazadas.
Frente a esta realidad, “las autoridades se plantean el desafío para que las víctimas tengan una pronta y efectiva justicia que les garantice el derecho a vivir libres de violencia y discriminación en todo el ciclo de vida”, afirmó la presidenta del Isdemu.